domingo, 16 de septiembre de 2007

Postdata gráfica sobre marsupiales

Pero si lo que quieres es ir a Australia puedes escoger entre estudiar marsupiales... como el Wombat.





Sujeto sin tierra firme



Sujeto sin tierra firme
Aunque el ornitorrinco es-en Biología- un monotremato y no un anfibio como la salamandra.* "El término anfibología o anfibolia ha sido entendido, por lo general y en Filosofía, como una palabra que significa dos o más cosas. Kant usa la expresión para referirse a los conceptos de reflexión, para indicar el equívoco que nace de la confusión entre el uso empírico intelectual y el uso trascendental de los mismos ...un error que proviene de llevar el método propio de las ciencias de la naturaleza (en el lenguaje de K., el uso empírico del entendimiento) limitado por las formas a priori, a objetos de conocimiento que trascienden estas formas, y, para las cuales, se echa mano, en verdad, de otro método, el método metafísico (en el lenguaje de K., uso trascendental de la razón).*" En el caso de la doctrina de Freud se la puede rastrear por analogía primero entre las ciencias ‘positivas’ (naturales) como en Lyell y la Geología, después -más directamente- en la Biología por sus pulsiones e instintos; o  sujeto neurótico de los 'complejos' en relación con la Filosofía y sus a priori kantianos-con el Menón en última instancia. ¿Qué tan anclados están los saberes (positivos) en una filosofía o está ésta rebasada por los mismos? "...un error que proviene de llevar el método propio de las ciencias de la naturaleza (en el lenguaje de K., el uso empírico del entendimiento) limitado por las formas a priori, a objetos de conocimiento que trascienden estas formas, y, para las cuales, se echa mano, en verdad, de otro método, el método metafísico (en el lenguaje de K., uso trascendental de la razón)."* Es el caso también del sujeto trascendental y del Cristo del Port Royal no se puede afirmar que sea empírico-intelectual (cfr. también Unamuno 'Del sentimiento trágico de la vida') como no se le puede dar un uso trascendental al de, por ejemplo, 'homínido'. René Descartes (1596-1650) y Blaise Pascal (1623-1662) son simplemente contemporáneos. ¿Dónde queda pues nuestro sujeto? ¿Pendido sujeto de religión? o ¿bípedo homo sapiens-sapiens de estos mismos saberes?
Anfibología: empírico-trascendental, esotérico-científica :
Nostradamus hablaba de ‘lo contrario del rayo azul’* en una de sus profecías. Yo me preguntaba ¿qué será ése ‘rayo azul’? – Antes del descubrimiento del laser, definido éste como: ‘Light AmplitudeSExtendedRays’ o más bien, antes de sus aplicaciones pues yo tenía bien claro que lo que se entiende en lenguaje científico como fisión y fusión atómicas no es lo que podríamos suponer (ni tampoco son contrarios). Pero eso es lo de menos, dejémoslo así si es como mejor entendemos. En realidad tiene más que ver con la Entropía (ver ilus.). Pero para continuar con lo ‘contrario del rayo azul’ tampoco creo que sea un ‘rayo rojo’ como podría hacernos pensar el símbolo del Yin/Yang. Los únicos que se ubican en ambos extremos del espectro luminoso son los rayos infrarrojos y los ultravioleta pero no creo que en esto pueda basarse una definición no- maniquea del mal.

también, el concepto topológico de 'región', en particular en 'psicología de la forma' (con sus diferentes determinaciones) que se presta para expresar el espacio vital de un organismo. 'Con mayor precisión K. Lewin ha definido el 'campo' entendido como el 'espacio vital' de un organismo, como 'la totalidad de los acaecimientos posibles' definición general de la cual derivaría el comportamiento del organismo mismo (Principles of Topological Psychology).

En caso de sinusitis no-sinántropo consulte a su ornitorrincolaringólogo. "The abdominal pouch or marsupium, the 'sensational contrivance' that first drew special attention to the group, is not found in all species. Among those that do have a pouch, some develop it only during the breeding season. Nor is the marsupium unique to marsupials; it occurs in the egg-laying spiny anteaters and duck-billed platypus as well". Gardner L., Alfred Wild Animals of North America p. 33 National Geographic Society ed. 1979 (nota: este dato de un Dr. en Biología estaba errado; es de sabios equivocarse)
*Tomado del 'Análisis introductorio' a la 'Crítica de la razón pura' por Larroyo, Fco. ed. Porrúa p.XLII

*O lo 'contrario del rayo positivo' que en su caso, evidentemente, sería el negativo'...en los días que escribo esto empiezan a proliferar los llamados DVD 'blue ray' (?) y los 'high definition'




Cristo jansenista


Cristo jansenista
















sábado, 15 de septiembre de 2007

Pasantía en corrección de estilo

ERA LAIKA Y SE LLAMABA PERRA/ELLA ERA UN PERRA MUY NORMAL

Laico (gr. laikos=lo que pertenece al pueblo, de laos=pueblo). Esta palabra designa a la masa, al pueblo no instruido. En la literatura griega, laos designa también a los que concurren a una samblea (ekklesia), o a los no consagrados al culto. En el Antiguo Testamento se hacía distinción entre sacerdotes y pueblos. En los LXX. laikos se contrapone a veces a los sacerdotes y significa 'ni sacerdote ni levita'. En este sentido no aparece en el Nuevo Testamento. Aquí laos (como ekklesia=Iglesia) significa el pueblo cristiano que, llamado por Dios a la fe, es propiedad de Dios y sacerdocio real, en oposición al mundo. Laico, en sentido neotestamentario, no implica, pues, aún la distinción entre laicos y sacerdotes, sino la diferencia entre el pueblo de Dios y el 'no-pueblo'. Con todo, ya en el Nuevo Testamento se abre paso una división, dentro del pueblo de Dios, en el servicio. El término 'laico' para designar a los fieles en contraposición a los clérigos se encuentra ya en el siglo III. (Tomado de Vocabulario práctico de la Biblia por Grabner-Haider, A. ed. Herder)





Alguna vez, citando a Octavio Paz dije: '...la sabiduría está en lo instantáneo. Es el tránsito pero apenas digo tránsito se rompe el hechizo. El tránsito no es sabiduría sino un simple ir hacia. El tránsito se desvanece: sólo así es tránsito." Un compañero del trabajo hubiera citado aquella canción 'a usted no se le para ni de broma, usted no llega ni a pasante; punto y coma;;;;;

sábado, 8 de septiembre de 2007

Borges Deutsches Requiem

Deutsches Requiem
Aunque Él me quitare la vida, en Él confiaré
Job 13:15

A George Lucas creador de Star Wars*
(Zosias Bernát Löwinger Wertheimer)

Mi nombre es Otto_Dietrich zur Linde. Uno de mis antepasados Christoph zur Linde murió en la carga de caballería que decidió la victoria de Zorndorf. Mi bisabuelo materno Ulrich Forkel, fue asesinado en la foresta de Marchenoir por francotiradores franceses, en los últimos días de 1870; el capitán Dietrich zur Linde, mi padre, se distinguió en el sitio de Namur, en 1914; y, dos años después en la travesía del Danubio. (1) En cuanto a mí seré fusilado por torturador y asesino. El tribunal ha procedido con rectitud; desde el principio, yo me he declarado culpable. Mañana, cuando el reloj de la prisión dé las nueve, yo habré entrado en la muerte; es natural que piense en mis mayores, ya que tan cerca estoy de su sombra, ya que de algún modo soy ellos.

Durante el juicio (que afortunadamente duró poco)no hablé, justificarme entonces hubiera entorpecido el dictamen y hubiera parecido una cobardía. Ahora las cosas han cambiado; en esta noche que precede a mi ejecución, puedo hablar sin temor. No pretendo ser perdonado, porque no hay culpa en mí, pero quiero ser comprendido. Quienes sepan oírme, comprenderán la historia de Alemania y la futura historia del mundo. Yo sé que casos como el mío, excepcionales y asombrosos ahora serán muy en breve triviales. Mañana moriré, pero soy un símbolo de las generaciones del porvenir.

Nací en Marienburg, en 1908. (2) Dos pasiones, ahora casi olvidadas, me permitieron afrontar con valor y aun con felicidad muchos años infaustos: la música y la metafísica. No puedo mencionar a todos mis bienhechores, pero hay dos nombres que no me resigno a omitir: el de Brahms y el de Schopenhauer. También frecuenté la poesía; a esos nombres quiero juntar otro vasto nombre germánico, William Shakespeare. Antes la teología me interesó, pero de esta fantástica disciplina (y de la fe cristiana) me desvió para siempre Schopenhauer, con razones directas; Shakespeare y Brahms, con la infinita variedad de su mundo. Sepa quién se detiene maravillado, trémulo de ternura y de gratitud, ante cualquiera lugar de la obra de esos infelices, que yo también me detuve ahí, yo el abominable.
Hacia 1927 entraron en mi vida Nietzsche y Spengler. Observa un escritor del s. XVIII que nadie quiere deber nada a sus contemporáneos; yo para libertarme de una influencia que presentí opresora, escribí un artículo titulado Abrechnung mit Lukács en el que hacía notar que el monumento más inequívoco de los rasgos que el autor llama faústicos no es el/los misceláneo dramas del mismo nombre  (3) sino un poema redactado hace veinte siglos, el de "Rerum Natura". Rendí justicia empero a la sinceridad del filósofo de la historia, a su espíritu radicalmente alemán (kerndeutsche) militar. En 1929 entré en el partido.
Poco diré de mis años de aprendizaje. Fueron más duros para uno que para muchos otros, ya que a pesar de no carecer de valor, me falta toda vocación de violencia. Comprendí, sin embargo, que estábamos al borde de un tiempo nuevo y que ese tiempo, comparable a las épocas iniciales del Islam o del Cristianismo, exigía hombres nuevos. Individualmente, mis camaradas me eran odiosos; en vano procuré razonar que para el alto fin que nos congregaba, no éramos individuos.
Aseveran los teólogos que si la atención del Señor se desviara un sólo segundo de mi mano derecha que escribe, ésta recaería en la nada, como si la fulminara un fuego sin luz. Nadie puede ser, digo yo, nadie puede probar una copa de agua o partir un trozo de pan, sin justificación. Para cada uno, esa justificación es distinta; yo esperaba que la guerra inexorable probaría nuestra fe. Me bastaba saber que yo sería un soldado de sus batallas. Alguna vez temí que nos defraudaran la cobardía de Inglaterra y de Rusia. El azar, o el destino, tejió de otra manera mi porvenir; el primero de marzo de 1939, al oscurecer, hubo disturbios en Tilsit que los diarios no registraron; en la calle detrás de la sinagoga, dos balas me atravesaron la pierna, que fue necesario amputar (4) . Días después, entraban en Bohemia nuestros ejércitos; cuando las sirenas lo proclamaron, yo estaba en el sedentario hospital, tratando de perderme y de olvidarme en los libros de Schopenhauer. Símbolo de mi vano destino, dormía un gato enorme y fofo (Kardiner).
En el primer volumen de Parerga y Paralipomena releí que todos los hechos que pueden ocurrirle a un hombre, desde el instante de su nacimiento hasta el de su muerte, han sido prefijados por él. Así, toda negligencia es deliberada, todo casual encuentro una cita, toda humillación una penitencia, todo fracaso una misteriosa victoria, toda muerte un suicidio. No hay consuelo más hábil que el pensamiento de que hemos elegido nuestras desdichas; esa teleología individual nos revela un orden secreto y prodigiosamente nos confunde con la divinidad. ¿Qué ignorado propósito (cavilé) me hizo buscar ese atardecer, esas balas y esa mutilación? No el temor de la guerra, yo lo sabía; algo más profundo. Al fin creí entender. Morir por una religión es más simple que vivir con plenitud; batallar en Éfeso contra las fieras es menos duro (miles de mártires lo hicieron) que ser Pablo siervo de Jesucristo; un acto es menos que todas las horas de un hombre. La batalla y la gloria son facilidad más ardua que la empresa de Napoleón fue la de Raskolnikov. El siete de febrero de 1941 fui nombrado subdirector del campo de concentración de Tarnowitz.
El ejercicio de ese cargo no me fue grato; pero no pequé nunca de negligencia. El cobarde se prueba entre las espadas; el misericordioso, el piadoso, busca el exámenes de las cárceles y del dolor ajeno. El nazismo es intrínsecamente, un hecho moral, un despojarse del viejo hombre que está viciado, para vestir el nuevo. En la batalla esa mutación es común, entre el clamor de los capitanes y el vocerío; no así en un torpe calabozo, donde nos tienta con antiguas ternuras la insidiosa piedad. No en vano escribo esa palabra; la piedad por el hombre superior es el último pecado de Zaratustra.
Hombre de memorables ojos, de piel cetrina, de barba casi negra, Leo Naphta era el prototipo del judío sefardí, si bien pertenecía a los depravados y aborrecidos Ashkenazim ¿No estaría loco un hombre que constantemente se figurara el mapa de Hungría? (5)
Mientras tanto, giraban sobre nosotros los grandes días y las grandes noches de una guerra feliz. Había en el aire que respirábamos un sentimiento parecido al amor. Como si bruscamente el mar estuviera cerca, había un asombro y una exaltación en la sangre. Todo, en aquellos años, era distinto; hasta el sabor del sueño (Yo, quizá nunca fui plenamente feliz, pero es sabido que la desventura requiere paraísos perdidos). No hay hombre que no aspire a la plenitud, es decir la suma de experiencias de que un hombre es capaz; no hay hombre que no tema ser defraudado de alguna parte de ese patrimonio infinito. Pero todo lo ha tenido mi generación, porque primero le fue deparada la gloria y después la derrota.
En octubre o noviembre de 1942, mi hermano Friedrich pereció en la segunda batalla del Almein, en los arenales egipcios; un bombardeo aéreo, meses después destrozó nuestra casa natal; otro a fines de 1943 mi laboratorio. Acosado por vastos continentes, moría el Tercer Reich; su mano estaba contra todos y las manos de todos contra él. Entonces, algo singular ocurrió, que ahora creo entender. Yo me creía capaz de apurar la copa de la cólera, pero en las heces me detuvo un sabor no esperado, el misterioso y casi terrible sabor de la felicidad. Ensayé diversas explicaciones; pero no me bastó ninguna. Pensé: Me satisface la derrota, porque secretamente me sé culpable y sólo puede redimirme el castigo. Pensé: Me satisface la derrota porque es un fin y yo estoy muy cansado. Me satisface la derrota porque ha ocurrido, porque está innumerablemente unida a todos los hechos que son, que fueron, que serán, porque censurar o deplorar un sólo hecho real es blasfemar del universo. Esas razones ensayé, hasta dar con la verdadera.
Se ha dicho que todos los hombres nacen aristotélicos o platónicos. Eso equivale a declarar que no hay debate de carácter abstracto que no sea un momento de la polémica de Aristóteles o Platón; a través de los siglos y latitudes, cambian los nombres, los dialectos, las caras, pero no los eternos antagonistas.
También la historia de los pueblos registra una continuidad secreta. Arminio cuando degolló en una ciénaga las legiones de Varo, no se sabía precursor de un Imperio Alemán. Lutero traductor de la Biblia no sospechaba que su fin era forjar un pueblo que destruyera para siempre la Biblia; Christoph zur Linde, a quién mató una bala moscovita, en 1758 preparó de algún modo las victorias de 1914; Hitler creyó luchar por un país, pero luchó por todos, aún por aquellos que detestó y agredió. No importa que su yo lo ignorara; lo sabían su sangré, su voluntad. El mundo se moría de judaísmo y de esa enfermedad del judaísmo que es la fe de Jesús; nosotros le enseñamos la violencia y la fe de la espada. Esa espada nos mata y somos comparables al hechicero que teje un laberinto y que se ve forzado a errar en el hasta el fin de sus días, o a David que juzga a un desconocido y lo condena a muerte y oye después la revelación: Tú eres aquel hombre, muchas cosas hay que destruir para edificar el nuevo orden; ahora sabemos que Alemania era una de esas cosas. Hemos dado algo más que nuestra vida, hemos dado la suerte de nuestro querido país. Que otros maldigan y otros lloren; a mi me regocija que nuestro don sea orbicular y perfecto. Se cierne ahora sobre el mundo una época implacable. Nosotros la forjamos, nosotros que ya somos su víctima. Qué importa que Inglaterra sea el martillo* y nosotros el yunque? Lo importante es que rija la violencia, no las serviles timideces cristianas. Si la victoria y la felicidad no son para Alemania, que sean para otras naciones. Que el cielo exista, aunque nuestro lugar sea el infierno.
Miro mi cara en el espejo para saber quién soy, para saber como me portaré dentro de unas horas, cuando me enfrente con el fin. Mi carne puede tener miedo; yo no.

Jorge Luis Borges

(1) Es significativa la omisión del antepasado más ilustre del narrador, el teólogo y hebraísta Johann_es Forkel (1799-1846) Bach Breviario 31 que aplicó la dialéctica de Hegel a la cristología y cuya versión literal de los Libros Apócrifos mereció la censura de Hengsenberg y la aprobación de Tuilo y Gemenius (nota del editor).

(2) El Otto_Dietrich que menciona Lukács p.608 afirma: “El nacionalsocialismo – dice este jerarca fascista – no pide al individuo que intervenga en la política. Este arte queda reservado a unos cuantos individuos competentes y elegidos para ello. Pero exige que cada miembro del pueblo alemán piense y sienta políticamente.” Y este pensamiento político “no es algo complicado, confuso y científicamente problemático, sino algo sencillo, claro y unitario”. Dietrich explica a continuación en qué consiste. El “Führer” – aclara – es “el ejecutor de la voluntad del pueblo”, pero no por elección, sino en virtud “de aquella voluntad inmanente de autoafirmación que es inherente, por razones de sangre a cada pueblo”.

(3) Otras naciones viven con inocencia, en sí y para sí mismos como los minerales y los meteoros Alemania es el espejo universal que a todas recibe, la conciencia del mundo (das Weltbewusstein)  es el prototitpo de esa comprensión ecúmenica. No lo censuro pero no veo en él al hombre fáustico 'Faust-Studien' (1940) de la tesis de Lukács.

(4) Se murmura que las consecuencias de esa herida fueron muy graves(nota del editor)

(5) Ha sido inevitable, aquí, omitir unas líneas(nota del editor) "en una carta a Kracauer: 'mi primera impresión fue muy poderosa y profunda. Un pequeño, tendero, incongruentemente judío del este, rubio con una nariz talmúdica y maravillosos insondables ojos'"