miércoles, 31 de octubre de 2007

Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y espaciosa (peepholes, voyeurs, etc.)

Hace tiempo dije esto respecto a Duchamp y ahora lo compruebo (me refiero a la fuente-peepholes, voyeurs, etc.) no importa si el mismo Duchamp fuera post-moderno y lo suscribiera en el sentido en que el Discurso post-moderno comprende al religioso.
Mateo 7:13-14
“Entrad por la puerta estrecha, porque la banda ancha es espaciosa senda que lleva a perdición, y son muchos los que por ella entran. ¡Qué estrecha es la puerta y qué angosta es la senda que lleva a la vida, y cuán pocos son los que dan con ella!”





P. s.: Dice también el Evangelio Hebreos 7:23 Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos debido a que por la muerte no podían continuar;

Pedagogía empírica y científica

A mi manera de ver esto, aunque parezca cliché, nos muestra que lo que se enseña finalmente es algo-lo mismo.


Boko Haram
 (en idioma hausabóokòo haram, AFI: [bōːkòː hàrâm], ‘La pretenciosidad es anatema;a veces interpretado —incorrectamente​— como ‘la educación occidental es  pecado




Paidología (ingl. Paidology; franc. Pédology; alem. Paidologie; ital. Pedologia). La ciencia exacta de la educación, en oposición a la pedagogía que sería el arte empírico de la educación. Éste fue, al menos, el significado dado al término por aquellos que lo introdujeron: el alemán O. Chrisman (Paidologie, 1894) y el francés E. Blum (cf. sus artículos en Revue Philosophique, mayo 1897, noviembre 1898). La paidología debería tener como supuesto la psicología experimental y deducir de ella los instrumentos de la educación, con relación a las diferentes edades del hombre. Este concepto no ha caído en desuso y es más bien el fundamento de buena parte de la psicología contemporánea, pero el término paidología, luego de breve boga, ha sido abandonado. Tomado del 'Diccionario de Filosofía' de Abbagnano, Nicola ed. F.C.E., México 1963.  

The name "Boko Haram" is usually translated as "Western education is forbidden". Haram is from the Arabic حَرَام (ḥarām, "forbidden"); and the Hausa word boko (the first vowel is long, the second pronounced in a low tone), meaning "fake", which is used to refer to secular Western education. In a 2009 statement they denounced that translation as the work of the "infidel media", claiming the true translation is "Western Civilization is forbidden", and that they are not "opposed to formal education coming from the West" but "believe in the supremacy of Islamic culture (not education)". Other translations in English include "Western influence is a sin", and "Westernization is sacrilege





 


 En este video Yusuf Islam nos habla cómo en el estudio del Corán y del Islam desde su punto de vista no acepta las teorías de Darwin o algo que se le parezca "no somos simios, más bien los ángeles se inclinan ante nosotros" (traducción)

No he estudiado "ILM" pero sí "INCHIL"

No he leído el Korán pero sé que al Evangelio le llama “Inchil” el cual sí he leído:
002 Hizo bajar sobre ti el Libro con la verdad, justificativo para lo que [había] entre sus manos e hizo bajar la Torah y el Inchil[67] de antes; guía para las gentes; e hizo bajar el Alforkan[68].
043 Y le enseñará el Libro y la Sabiduría y la Torah y el Inchil; [será] enviado a Beni-Israil». Dijo: «En verdad, yo os traigo una señal de vuestro Señor. Ciertamente, yo crearé para vosotros una forma de pájaro y soplaré en él y será un pájaro, por permisión de Alá, y sanaré a los ciegos de nacimiento y a los leprosos; y avivaré a los muertos, por permisión de Alá, y os diré lo que comisteis y lo que guardáis en vuestras casas. En verdad, en esto [hay] una señal para vosotros, si sois creyentes.
058 ¡Ye gente del Libro! ¿Por qué argumentáis [con] Ibrahim, y no bajó la Torah y el Inchil sino después de él? ¿Es que no reflexionáis?
050 Y enviamos sobre sus huellas a Isa-ben-Maryem, justificativo para lo que [había] entre sus manos de la Torah, y le dimos el Inchil; en él [hay] guía y amonestación para los temerosos.
051 Y para que juzgue la gente del Inchil con lo que hizo bajar Alá en él y quien no juzgue con lo que hizo bajar Alá, esos [son] los prevaricadores.
070 Pero si la gente del Libro cree y teme en verdad, olvidaremos sus maldades, y, en verdad, los entraremos en jardines de delicias; y si ellos observan la Torah y el Inchil y lo que bajó a ellos de su Señor, ciertamente comerán de sobre ellos y de debajo de sus pies: de ellos, hay un pueblo comedido, y muchos de ellos, malo [es] lo que hacen.
072 Di: «¡Ye gente del Libro! No seréis [poderosos] sobre cosa, hasta que no observéis la Torah y el Inchil y lo que bajó para vosotros de vuestro Señor»; y ciertamente aumentará a muchos de ellos lo que bajó a ti de tu Señor, rebeldía e incredulidad; no te desesperes, pues, por el pueblo de los infieles.
110 Y cuando te enseñé el Libro y la sabiduría y la Torah y el Inchil, y cuando creaste del barro una cuasi forma de pájaro por mi permisión y soplaste en ella y fue pájaro por permisión y curaste a los ciegos de nacimiento y a los leprosos por mi permisión[141] y cuando hiciste salir a los muertos por mi permisión y cuando te libré de Beni-Israil, cuando fuiste a ellos con las pruebas y dijeron los que negaron, de ellos: “En verdad, esto no es sino magia evidente.
156 Los que creen al enviado, al Profeta, el iletrado[179] que encontrarán escrito entre ellos en la Torah y el Inchil [que] les ordena la benevolencia y les prohibe la falsía, y les permite las cosas buenas, y les veda las malas, y quita de ellos las ligaduras y las cadenas que había sobre ellos; y los que creyeron en él, y lo secundan, y lo defienden, y siguen la luz que bajó con él; esos [serán] los afortunados.
112 Ciertamente, Alá compró a los creyentes sus almas y sus caudales, porque de ellos [será] el alchenna; combatirán en la senda de Alá y matarán y los matarán, y la promesa sobre ellos [es] verdadera en la Torah y el Inchil y el Korán ¿y quién más cumplidor de su pacto que Alá?
Regocijaos, pues, de vuestra venta, que vendisteis a Él y este [es] el triunfo, el grande
029 Mohammed. Enviado de Alá a las que [están] con él [son] los más fuertes contra los infieles; apiadados entre ellos; los verás inclinados, postrados, buscando la gracia de Alá y su beneplácito. En sus rostros [hay] huellas de la adoración. Esta [es] su semblanza en la Torah y su semblanza en el Inchil; como simiente [que] echó sus brotes y creció y engrosó y se afirmó sobre su tallo; maravilló a los sembradores para enfurecer a los infieles. La promesa de Alá a los que creen y obran las rectitudes, de ellos [es] un perdón y un galardón grande[552].
027 Luego seguimos sobre sus huellas con nuestros enviados, y seguimos con Isa, hijo de Maryem, y le dimos el Inchil y pusimos en los corazones de los que lo siguieron clemencia y piedad. Pero el monjío inventáronlo ellos; no les escribimos sino al anhelo de beneplácito de Alá; pero no lo observaron con verdadera observancia; y trajimos a los que creen de ellos, su galardón; y muchos de ellos [son] prevaricadores.
INCHIL (la Ley mosaica y el Evangelio)
EL KORÁN TRADUCCIÓN, PRÓLOGO Y NOTAS DE RAFAEL CANSINOS ASSENS


 



Y en el segundo video el mismo Yusuf Islam tiene la gentileza de decirnos que al Ego no hay por qué aniquilarlo, basta con "domarlo" dice él pues lo compara con un pequeño monito latoso travieso


In broader terms Barzakh, "is anything that separates two things". It has been called the dream world in which the dreamer is in both life and death.


 

 Tampoco lo contrario es cierto. Aquí Yusuf Islam nos dice que hay cosas que no vemos como la gravedad por ejemplo ¿Entonces Newton siempre sí? (Boko Haram)

Contrario a Newton, los monjes lamaístas levitan
En este caso me la juego es un albur porque las ligas de YouTube se pierden (las deYusuf Islam no, porque tienen intereses) y no me sorprendería si desaparece; ahora lo pongo porque es importante
 interesantísimo


 

 Hay que hacer justicia de ambos





miércoles, 10 de octubre de 2007

AL-LAT, UZZA, MANAT


http://soadandleftwing.blogspot.com/2008/06/la-mela-di-odessa-breve-spiegazione.html
Mi è stato chiesto di spiegare un pò il testo di questa canzone, La mela di Odessa, del mitico gruppo Area, in cui cantava Demetrio Stratos.

Essenzialmente è una metafora politica; come primo indizio trascrivo ciò che Stratos disse poco prima di cantarla nel concerto che si trova nell'album Are(A)zione, anche se questa introduzione si trova nel brano precedente a causa di una erronea separazione delle tracce nel cd ( :< ) (nella canzone Luglio, agosto, settembre (nero)). "Questo pezzo trae spunto da un fatto successo nel 1920, cioè quando un artista, un dadaista di nome Apple dirottà una nave tedesca regalandola ai russi, che avevano appena fatto la rivoluzione. La portò ad Odessa, i russi fecero una grandissima festa, fecero saltare sia la nave sia i tedeschi, e questo pezzo si chiama La mela di Odessa". Spero di avere fatto un pò di chiarezza; nel testo i riferimenti all'avvenimento di Odessa vanno e vengono, non sono persistenti in tutta la traccia, in alcuni momenti si allarga e fa un discorso generale, inoltre è interpretabile in molti modi. spero che vi facciate avanti in tanti con critiche e suggerimenti sull'interpretazione, chi vuole lasci un commento e magari lo utilizzerò anche per modificare questo commento stesso nel caso io lo condivida :].
Dopo molti anni, mi sono accorto di un fatto molto divertente che è interessante notare, e che costituisce un pò la chiave di volta per interpretare il testo:
la foglia pensa che il mondo sia piatto, e si fa indietro
la mela pensa che il mondo sia tondo, e sale ed incomincia un girotondo;
ma la foglia è piatta lei stessa! e la mela è rotonda. quindi, indica la stessa costituzione della mente delle due figure: quella ottusa della foglia che è piatta, ottusa, e crede che la Terra sia piatta, e quella della mela rotonda, che, di ampie vedute, reputa il mondo tondo. In un certo senso, ciò che loro sono, la loro stessa costituzione naturale comporta il giudizio che esprimono.
Sarebbe interessante scovare qualche indizio sulla vicenda, piuttosto...! non sono riuscito a trovare informazioni su dadaisti di nome Apple o Apfel
http://dituttounblog.com/cultur/il-mio-mitra-e-un-contrabbasso/comment-page-1
Ricordo Demetrio Stratos da questo modesto blog con un paio di brani: il primo rende solo in parte l’armonicità e l’estensione della sua voce, l’ho scelto per il messaggio che porta con “Gioia e rivoluzione”. Il secondo parla di un tedesco, un dadaista di nome Apfel che, intorno al 1920, ha effettuato il primo dirottamento del secolo. Allora non c’erano aerei e si è dovuto accontentare di una nave carica di tedeschi: l’ha portata ad Odessa, in Russia, per farne dono ai bolscevichi che avevano fatto la rivoluzione. Non sapendo però che farsene di una nave dirottata e piena di tedeschi, hanno fatto una grande festa, facendo saltare in aria sia la nave che i tedeschi. Se sentite suoni strani durante l’ascolto non è nulla di preoccupante: è quel burlone di Patrizio Fariselli che si mangia una mela davanti al microfono, fa parte dello spettacolo.




Paris & 2 GREEK girls (remark): Vivi Tsiami & Yianna Darili












But maybe it happened in Vegas...

B.B. King & Doris Day Dig It!!

























THE ADVENTURES OF PAM AND SCUM (ÉCUME) HAVE JUST BEGUN






lunes, 8 de octubre de 2007

Estridentismo mexicano

Decían los estridentistas año 1922: 'Muera el cura Hidalgo, Chopin a la silla eléctrica, viva el mole de guajolote'
Hoy año del 2007 aparece esta nota en el periódico:

PRI y PRD presentarán punto de acuerdo esta semana

La Jornada Informa y forma opinión

Buscan diputados anular excomunión de Hidalgo

La gestión ante Roma recaerá en la SRE y Gobernación

Enrique Méndez

El próximo sábado se cumplirán 197 años de la emisión del primer edicto de excomunión impuesto por el Santo Oficio en contra de Miguel Hidalgo y Costilla, a quien la Iglesia católica acusó de los delitos de herejía y apostasía y lo sentenció como “hombre sedicioso, cismático y hereje formal” por haberse puesto “a la cabeza de una multitud de infelices” y proclamar la Independencia del Rey.

En el contexto de esa fecha, diputados federales del PRD y PRI presentarán un punto de acuerdo para solicitar a las secretarías de Relaciones Exteriores y de Gobernación gestionar ante el Vaticano el levantamiento de la sentencia contra el Padre de la Patria, José María Morelos y Pavón y José María Cos.

La vigencia de los edictos, explicaron los legisladores, representa un desconocimiento de facto a México como nación y una posible omisión del orden constitucional emanado del Constituyente de Apatzingán, así como una contradicción en la Iglesia católica, que los mantiene vigentes, pero al mismo tiempo está sujeta a las leyes de un Estado independiente.

La semana antepasada, en el aniversario 242 del nacimiento de Morelos, el diputado Alfonso Suárez del Real, uno de los promotores del punto de acuerdo, expresó:

“Estamos convencidos de que la solicitud debe traducirse en una respuesta positiva a la invitación que hacemos a la jerarquía católica a que revise y reflexione con objetividad en torno a las injustas acusaciones enderezadas contra los mexicanos fundadores de la patria, que lucharon por instituir un régimen de justicia e igualdad sociales, en una colonia en que la exclusión y la pobreza eran referente cotidiano de un gobierno terrenal que poco practicó la doctrina que decía defender.”

El punto de acuerdo, que respaldan los perredistas Rosario Ortiz Magallón, Claudia Cruz Santiago, David Sánchez Camacho y la priísta Beatriz Pagés Rebollar, refiere que los personajes de la Independencia nunca concibieron su ideario como “contrario a los principios profesantes del cristianismo (y) aceptaron el sacrificio al que se les cometió con la condena de la muerte y el silencio”.

Cancelación de la pena

Los legisladores reiteran que al aceptar el fuero constitucional mexicano, la Iglesia católica “invalida el fundamento de los edictos de excomunión a los independentistas, tanto la excomunión de 1811 con que se condena a todos quienes apoyen y sigan la sedición de Miguel Hidalgo y Costilla, como la de 1814, por efecto de la Constitución de Apatzingán”.

Si bien admiten que la jerarquía católica tiene derecho a juzgar las causas que se refieren a asuntos espirituales y la violación de las leyes eclesiásticas, como establece el derecho canónico, también se incluye en éste el título De la cesación de las penas, que otorga a los ministros la facultad de anulas las sanciones.

“De no levantarse la excomunión en todos estos aspectos, se tendría a todos los católicos –incluyendo al clero y al Estado Vaticano– como herejes y dados por excomulgados por el solo hecho de reconocer a la nación mexicana como independiente, además de someterse al orden constitucional vigente.”

Ese argumento se basa en el hecho de que en el edicto de excomunión de Hidalgo, emitido por la Inquisición de México, que lo mandó publicar en todas las iglesias (con la advertencia de que nadie lo rasgara o quitara), se señala lo siguiente:

“Declaramos incursos en el crimen de fautoría en las sobredichas penas, a todas las personas, sin excepción, que aprueben vuestra sedición y reciban vuestras proclamas, mantengan vuestro trato y correspondencia espistolar, y os presten cualquier género de ayuda y favor, y a los que no denuncien y obliguen a denunciar a los que favorezcan vuestras ideas revolucionarias, y de cualquier modo las promuevan y propaguen, pues todas se dirigen a derrocar el Trono y el Altar”.

La respuesta de la Iglesia católica a la insurgencia fue de tal magnitud que la excomunión de Hidalgo –emitida por el papa Pío VII–, que le fue leída al Padre de la Patria antes de su fusilamiento, condenó al cura de Dolores en nombre de toda la corte celestial: “Lo excomulgamos, lo anatematizamos y lo secuestramos de los umbrales de la iglesia del Dios omnipotente para que pueda ser atormentado por eternos y tremendos sufrimientos, juntamente con Datán y Avirán…”

Antes de ser ejecutado, Hidalgo escuchó que su Iglesia condenaba a todos los órganos de su cuerpo, y concluía: “Que el hijo del Dios viviente, con toda la gloria de su majestad, lo maldiga, y que el cielo con todos los poderes que hay en él se subleven contra él, lo maldigan y lo condenen. ¡Así sea! Amén”.



O*,
¡¡¡'Sade a la silla eléctrica'!!!

*(de Sade el más anti-clerical de los Ilustrados 1740-1814-Miguel Hidalgo 1753-30 julio 1811)


Diálogo entre un sacerdote y un moribundo(1782 )


El sacerdote.-Habiendo arribado a este instante fatal donde el velo de la ilusión no se descorre sino para dejar ver al hombre la cruel imagen de sus errores y de sus vicios,
¿no os arrepentís, hijo mío, de los desórdenes múltiples a los que os ha empujado la fragilidad humana?
El moribundo.-Sí, amigo mío, me arrepiento.
El sacerdote.-Ah bien, aprovechad estos gloriosos remordimientos para obtener del cielo, en este corto intervalo que os queda, la abolición general de vuestras faltas, y ved que sólo mediante el santo sacramento de la penitencia os será posible obtener el eterno reposo.
El moribundo.-No te entiendo más de lo que tú me has entendido.
El sacerdote.-¿ Cómo. . .
El moribundo.-Te he dicho que me arrepentía.
El sacerdote.-Lo he entendido.
El moribundo.-Sí, pero sin comprenderlo.
El sacerdote.- ¿Qué interpretación...
El moribundo.-Hela aquí. . . Creado por la naturaleza con vivos gustos y fuertes pasiones, colocado en este mundo para dejarme arrastrar por ellas y satisfacerlas, estos efectos de la creación hoy son solamente las necesidades relativas a mi naturaleza o, si lo quieres así, las derivaciones esenciales, las proyecciones de la naturaleza en mí, completamente sujetas a leyes. Sólo me arrepiento de no haber reconocido la omnipotencia de la naturaleza y mis remordimientos sólo alcanzan al mediocre uso que he hecho de mis facultades (criminales, según tú; completamente simples, según yo), esas que se me han dado y a las que algunas veces he resistido. Me arrepiento de ello. Cegado por lo absurdo de tus enseñanzas, he combatido la violencia de los deseos que había recibido por inspiración divina y me arrepiento, pues pude recoger frutos donde sólo recogí flores. .. he allí los justos motivos de mi contrición y compréndeme un poco para que no me impongas los que no siento.
El sacerdote.- ¡A dónde os llevan vuestros errores! ¡A dónde conducen los sofismas! Dais a lo creado toda la potencia de su creador. .. y esas desgraciadas tendencias en que os encerráis- Vos no contempláis que son los efectos de esta naturaleza corrompida a la que atribuís la omnipotencia.
El moribundo.-Amigo. . ., me parece que tu dialéctica es tan falsa como tu espíritu. Quisiera que razonaras con más justeza o que me dejaras morir en paz. ¿Qué entiendes tú por creador y qué por naturaleza corrompida?
El sacerdote.-El creador es el amo del universo, quien todo lo ha hecho, todo lo ha creado, y que todo lo conserva por efecto de su omnipotencia.
El moribundo.- ¡Será un gran hombre, con seguridad! Mas, dime, ¿por qué ese hombre omnipotente es creador, tú lo has dicho, de una naturaleza corrompida?
El sacerdote.- ¿Qué mérito tendrían los hombres si Dios no les hubiera dado el libre albedrío? ¿Qué mérito tendrían para el cielo sin existir en la tierra la posibilidad de hacer el bien y evitar el mal?
El moribundo.-Así, tu Dios ha hecho todo adverso únicamente para tentar o para probar a sus criaturas... ¿no las conocía? ¿Dudaba de los resultados de su creación?
El sacerdote.-La conocía, desde luego, pero quiso darles el mérito de la elección.
El moribundo.- Ya que sabía el partido que tomarían sus criaturas y ya que tú le dices omnipotente, ¿no podría encaminarlas únicamente por el bien?
El sacerdote.- ¿Quién puede comprender los infinitos caminos de Dios y lo que El tiene preparado para el hombre? ¿Quién puede comprender todo lo que vemos?
El moribundo.-Aquel que simplifica las cosas, amigo mío, aquel que, sobre todo, no multiplica las causas para revolver los efectos. ¿Tienes necesidad de una segunda dificultad cuando no puedes explicar la primera? Y ya que es posible que la sola naturaleza haya hecho lo que atribuyes a tu dios, ¿por qué quieres encontrar un amo universal? La causa de lo que tú no comprendes es posiblemente lo más sencillo del mundo. Perfecciona tu física y comprenderás mejor a la naturaleza; depura tu razón, haz a un lado tus prejuicios y ya no tendrás necesidad de tu dios.
El sacerdote.- ¡Desgraciado! Yo sólo te creía sociniano y tenía prestas las armas para combatirte, mas veo bien que eres un ateo y ya que tu corazón se rehúsa a la inmensidad de las pruebas auténticas que recibimos diariamente de la existencia del Creador, no tengo nada que decirte. No se le puede explicar la luz a un ciego.
El moribundo.-Amigo mío, debes convenir conmigo que aquel de nosotros que es más ciego no es el que se quita una venda, sino el que se la deja. Edificas conceptos, inventas, multiplicas. Yo destruyo, simplifico. Tú agregas errores a los errores; yo los combato. ¿Cuál de los dos es el ciego?
El sacerdote.- ¿No creéis en Dios?
El moribundo.-No. Por una razón muy simple: es imposible creer en aquello que no se puede comprender. Entre la comprensión y la fe deben existir nexos inmediatos. La comprensión es el primer alimento de la fe. Donde no hay comprensión, la fe está muerta y quienes pretendan tenerla sin la razón, se engañan. Te desafío a creer en el dios que pregonas -porque no sabrías demostrármelo, porque no está en ti definírmelo, porque no lo comprendes-, pues si no lo aprehendes no puedes dar un solo argumento razonable ya que, en una palabra, todo lo que está por arriba del espíritu humano es quimera o inutilidad. Tu dios no puede ser sino una de estas dos cosas y sería un insensato si creyera en la primera o un imbécil si aceptara la segunda.
Amigo mío, pruébame la inercia de la materia y creeré en Dios; prueba que la naturaleza no es autosuficiente y te permitiré que supongamos que existe un amo. Sin esto, no esperes nada de mí, pues sólo me rindo ante la evidencia y yo no reconozco a ésta sino por mis sentidos. Donde ellos no hablan, mi fe es impotente. Creo en el sol porque lo veo; lo concibo como el centro de reunión de la materia inflamable de la naturaleza; su marcha periódica me place sin impresionarme. Es una operación de física tan simple como la electricidad, mas imposible de ser aprehendida. ¿Qué necesidad tengo de ir más lejos, hasta esa altura donde colocas a tu dios por encima de todo? ¿Avanzaría yo en algo? ¿Acaso no se necesita tanto esfuerzo por comprender al obrero que por definir la obra?
Así, no me has hecho ningún servicio con la edificación de tu quimera. Has turbado mi espíritu en vez de aclararlo y mi único reconocimiento hacia ti es el odio. Tu dios es un aparato que has fabricado para servir a tus pasiones, que lo mueven a su voluntad, pero nada de esto me toca y encuentro que he volteado contra ti tu propia idea. En este instante donde mi alma tiene necesidad de calma y de filosofía, no puedes espantarme con tus sofismas que la sobresaltarían sin convencerla y la irritarían sin hacerla mejor, amigo mío, porque mi alma es producto y voluntad de la naturaleza, es decir, resultado de las necesidades de ésta, que tanto crea virtudes como vicios. Si se me han dado éstos y no aquéllas es lo mismo: sólo cumplo abandonándome. La naturaleza sólo tiene leyes para nuestra condición y no hay que buscar en estas leyes ningún otro principio ajeno a su realidad.
El sacerdote.-En consecuencia, todo es necesario en este mundo.
El moribundo.-Seguramente.
El sacerdote.-Mas si todo es necesario... todo está regulado.
El moribundo.- ¿Quién te dice lo contrario?
El sacerdote.- ¿Y quién podrá ordenar de esta manera sino una mano todopoderosa y llena de sabiduría?
El moribundo.- ¿No es necesario que la pólvora estalle si se le mete fuego?
El sacerdote.-Sí.
El moribundo.- ¿Y qué sabiduría encuentras en esto?
El sacerdote.-Ninguna.
El moribundo.-Así pues, es posible que existan cosas necesarias sin necesidad de sabiduría y es posible, asimismo, que todo se derive de una causa primera que no necesita ser racional o sapiente.
El sacerdote.- ¿A dónde queréis llegar?
El moribundo.-A probarte que todo puede ser lo que es, como tú lo contemplas, sin que una causa racional lo haya creado y que los efectos naturales tienen causas naturales, sin que haya razón alguna para suponer que algo sea sobrenatural, como lo es tu dios, quien necesita ser explicado sin que nadie haya podido hacerlo. Y, de esta manera, si tu dios no sirve para nada, es vano, y para convencerme de que es una quimera no tengo necesidad de otro razonamiento que sentir la certeza de su inutilidad.
El sacerdote.-Por vuestra actitud, me parece poco necesario hablaros de religión.
El moribundo.- ¿Por qué no? Nada me divierte tanto como ver el exceso a que los hombres llevan su fanatismo y su imbecilidad. Son destellos tan prodigiosos que siento un verdadero interés por ellos. Responde con franqueza y que no te lleve el egoísmo: si yo fuera débil al grado de sorprenderme por los ridículos sistemas de tu prédica, por la existencia de un ser fabuloso que es el alma de la religión, ¿bajo qué forma querrías que ofreciera mi culto? ¿Quisieras que adoptase los sueños de Confucio más que los absurdos de Brahama? ¿Adoraría la gran serpiente de los negros, el astro de los peruanos o el mosaico dios de los ejércitos, al cual me quisieran ver rendido las sectas mahometanas? ¿Qué culto sería, según tú, el que debería seguir? Responde con cuidado.
El sacerdote.- ¿Puede ser dudosa mi respuesta?
El moribundo.-Así pues, el egoísmo responde por ti.
El sacerdote.-No. Es por amarte como a mi mismo que estoy dándote mi creencia.
El moribundo.-Es muy poco amarnos bien entre nosotros el hermanarnos para escuchar nuestros errores.
El sacerdote.-Pero... ¿quién puede cegarse ante los milagros de nuestro divino redentor?
El moribundo.-Quien sólo vea en él al más ordinario de todos los bribones y al más evidente de todos los impostores.
El sacerdote.- ¡Oh dios, tú lo escuchas y no se oye tu ira!
El moribundo.-No, amigo mío, todo está calmado porque tu dios, sea potencia, sea razón, sea todo lo que quieras, es un ser que he admitido sólo un momento para condescender a tu estrecha visión, porque ese dios, si existe como tienes la locura de creerlo, no usaría para convencemos de su ser los ridículos medios utilizados por tu Jesús.
El sacerdote.- ¿Y las profecías, los milagros, los mártires? ¿No son estos suficiente prueba. . .?
El moribundo.- ¿Cómo puedes, en buena lógica, suponer que yo reciba como prueba todo eso que es sólo una necesidad tuya? Para que la profecía se torne prueba yo necesitaría la certeza total de que se ha cumplido y como la profecía es materia de la historia, donde los hechos son siempre dudosos, la duda me asalta. Y si a esto agrego el hecho de que la profecía ha sido transmitida por historiadores fuertemente interesados en su mentira, entonces, como comprenderás, me asalta la duda. ¿Quién me asegura que una profecía cualquiera no ha sido hecha ex profeso y que proviene de la más simple política, por ejemplo el querer un reino feliz encabezado por un rey justo? Y si todo es así, ¿cómo la profecía, que necesita de pruebas, puede ser considerada como una prueba?
Respecto a tus milagros, para mí no son más que lo otro. Todos los bribones los han hecho, y todos los tontos los han creído. Para persuadirme de la verdad de un milagro sería necesario que tuviera una absoluta seguridad de que el hecho que llamas con ese nombre fuera contrario a las leyes de la naturaleza, porque sólo pueden pasar por milagros los hechos que están fuera de ella y, ¿quién la conoce suficientemente para afirmar que un hecho determinado sea justamente donde ella obedece y toda su potencia se repliegue ante lo sobrenatural? Hacen falta dos cosas para acreditar un pretendido milagro: un titiritero y algunas mujerzuelas. No busques origen místico a tu saltimbanqui, y a su coro, que muchos de ellos hay en la historia y todos han sido creídos. Tu Jesús no ha hecho nada más singular que lo hiciera Apolonio de Tiana y nadie ha afirmado que es dios. En cuanto a tus mártires, son el más débil de tus argumentos: sólo es necesario tener entusiasmo y resistencia para ser uno de ellos, pero la causa que los atormenta y los mata me puede ofrecer tanto como la de ellos y no estaría en condiciones de creer más a unos que a otros, aunque me inclinaría a decir que ambas actitudes son despreciables.
Ah, mi amigo, si fuera verdad que existe el dios que predicas, ¿habría razón para el milagro, para la profecía; serían necesarios para fincar su imperio y si, como dices, el corazón del hombre es obra de él, no sería este el santuario de su ley? Esta ley igual, puesto que emanaría de un dios justo, se encontraría en el fondo de nosotros y de uno a otro bordes del universo, así, todos los hombres hermanados por su corazón delicado y sensible uniríanse en un solo homenaje, no tendrían sino una sola forma de amar y no existirían heterodoxias en el culto. ¿Qué vemos en lugar de esto? Existen tantos dioses como países y muchas maneras de servir a estos, tantas como existen cabezas, imaginaciones diferentes. Y esta multiplicidad de opiniones en las cuales me es físicamente imposible la elección, ¿ sería según tú, la obra de un dios justo?
Vamos, predicador, ultrajas a tu dios presentándolo en esa forma. Déjame negarlo tajantemente, pues si existe yo lo ultrajo mucho menos con mi incredulidad que tú con tales blasfemias. Vuelve a la razón, predicador, pues tu Jesús no vale más que Mahoma ni éste más que Moisés y los tres menos que Confucio, que al menos dicta sensatos principios en tanto que los otros desvarían. Pero en general toda esta gente son impostores de los cuales se mofa la filosofía, a los cuales cree la canalla y que la justicia haría bien en prender.
El sacerdote.-Ay, ésta sólo ha prendido a uno de estos cuatro.
El moribundo.-Era quien más lo merecía. Fue sedicioso, turbulento, calumniador, bribón, libertino, grosero, farsante y peligroso ruin. Poseía el arte de imponerse al pueblo y resultaría, en consecuencia, pasto de la justicia de un Estado como el que era Jerusalén. Mas ha sido hábil para desvanecerse y él es, posiblemente, el único caso en que mis máximas, extremamente dulces y tolerantes de costumbre, admiten la severidad de Temis. Excuso todos los errores, excepto los que pueden resultar peligrosos para el gobierno en que se vive. Los reyes y gobernantes son las únicas cosas que se me imponen, las únicas que respeto y estoy seguro de que quien no amare a su país y a su rey no es digno de vivir.
El sacerdote.-Al fin admitís cierta jerarquía en esta vida y es imposible que vuestro espíritu no se haya puesto a horadar el grosor de las tinieblas que nos envuelven y nos esperan. ¿Y qué sistema puede dar mejor satisfacción que el de el eterno castigo para los que viven mal y la eterna recompensa para los buenos?
El moribundo.- ¿Cuál sistema, amigo mío? ¡El de la nada! Jamás me ha asustado mi postrimería y en ella veo únicamente un simple consuelo. Los demás son obra del orgullo y sólo en mi sistema se encuentra la razón. Desde luego, este sistema no es total ni horrible. .. ¿no tengo ante mis ojos el ejemplo de generaciones y regeneraciones perpetuas de la naturaleza? Nada se pierde, amigo mío; nada se destruye en el mundo. Hoy hombre, mañana gusano, pasado mañana mosca: ¿no es esto una continua existencia? ¿Por qué quieres que sea recompensado por virtudes en las que no tengo mérito o castigado por crímenes de los que no soy creador? ¿Puedes demostrar la bondad de tu sistema presentándome a un dios que me ha hecho para castigarme por haber escogido un camino de maldad del cual no soy responsable?
El sacerdote.-Lo sois.
El moribundo.-Sí, según tus prejuicios, pero la razón los destruye y el sistema de la libertad del hombre fue inventado para fabricar el de la gracia, que acomodaba muy bien a tus sueños. ¿Qué hombre en el mundo, viendo la gracia al lado del crimen, cometería éste si estuviera en libertad de no cometerlo? Mas estamos obligados por fuerzas irresistibles y seguimos ciegamente el camino al que, por naturaleza, nos inclinamos. No hay ninguna virtud innecesaria a la naturaleza y, por lo tanto, ningún crimen superfluo y gracias a esto vivimos en un perfecto equilibrio. En esto consiste la ciencia de la naturaleza. En cuanto a nosotros, ¿somos culpables de la ruta a que ella nos lanza? No más que la avispa que clava su aguijón en tu piel.
El sacerdote.-Así pues, ¿el más grande de todos los crímenes no nos debe inspirar ningún horror?
El moribundo.-Eso no es lo que digo. Es preciso que la ley lo condene y que la espada de la justicia lo castigue, puesto que nos inspira separación entre nosotros o terror, pero si se ha cometido hay que saber tomar su partido y no dejarse llevar por remordimientos estériles que ni nos han preservado ni remediarán nada. Es absurdo llorar por un castigo del otro mundo cuando tenemos alegría por haber escapado a una condena en éste. A Dios no le place que yo estimule el crimen y hay que evitarlo cuanto sea posible. Mas es por un proceso racional que hay que huir del mal y no por falsos gritos de dudoso efecto en las almas cerradas. La razón, mi amigo, sí, la razón solamente nos dice que desnudar a nuestros semejantes no puede volvernos felices. Y nuestro corazón encuentra felicidad en hacer felices a los demás. Toda la moral humana se encuentra encerrada en esta frase: hacer a los otros tan felices como quisiéramos serlo nosotros y no hacerles el mal que no quisiéramos recibir.
He aquí, he aquí, amigo mío, los únicos principios que deberíamos seguir, para los cuales no se necesita religión ni dios. Solamente un buen corazón... Pero siento una gran debilidad, predicador, deja tus prejuicios, sé hombre, sé humano, sin llanto y sin esperanza. Olvida tus dioses y tus religiones que sólo son fuego en las manos del hombre y gracias a los cuales se ha derramado mucha sangre. Renuncia a la idea del otro mundo y sé feliz en éste, que es la única recompensa que la naturaleza te ofrece por la vida. Amigo mío, la voluptuosidad fue siempre el más preciado de mis placeres y yo lo he incensado toda mi vida. Quisiera terminar en sus brazos. Mi fin se aproxima. Seis mujeres más bellas que el día están en un cuarto vecino. Las reservaba para un momento como éste. Toma tu parte. Trata de olvidar reclinado en sus senos, siguiendo mi ejemplo, todos los vanos sofismas de la superstición y los imbéciles errores de la hipocresía.
NOTA.-El moribundo llama, las mujeres entran. El predicador se toma, en brazos de ellas, un hombre corrompido por la naturaleza gracias a no haber sabido explicar qué era una naturaleza corrompida.

FUENTE: DONATIEN, ALPHONSE FRANÇOIS, MARQUÉS DE SADE 'ESCRITOS FILOSÓFICOS Y POLÍTICOS' ED. GRIJALBO MÉXICO 1969 COL. 70 TRAD. ALVAREZ, ALFREDO JUAN

FIN

Finalmente esto es lo que decía la excomunión, y si algo como esto puede deshacerse me imagino que es algo semejante a la computación: todo lo que se hace se puede deshacer:

''Que sea condenado donde quiera que esté, en la casa o en el campo: en los caminos o en las veredas; en las selvas y en el agua, o aun en la Iglesia: que sea maldito en el vivir y en el morir. Que sea maldito en el interior y exteriormente. Que sea maldito en su pelo. Que sea maldito en el cerebro. Que sea maldito en la corona de su cabeza y en sus sienes, en su frente y en sus oídos. Que sea condenado en su pecho, en su corazón, en sus manos, en sus dedos, en sus venas, en sus músculos, en sus piernas, pies y uñas de los pies. Ojalá que el Cristo de la Santa Virgen lo condene''.