sábado, 30 de marzo de 2013

LA POESÍA DE LOS GOLIARDOS CARMINA BURANA





Prólogo, selección, traducción y notas de Carlos  Montemayor

ÍNDICE
La poesía de los goliardos ... . . . . . . . . . . .. . . . . . .
Nota sobre la presente traducción . . . . . . . . . . . . . .

l. Poemas líricos

Todo el amor domina......................
Ven, ven, oh ven. . . . . . . . .
El bosque florido………….
Rodean mi pecho suspiros………………
Amor secreto. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La muchacha de túnica roja……………….
El don de Venus........
Quien no tiene amor…………………..
El joven y la muchacha. . . . . . . . . . . . .
El tiempo es alegre. . . . . . . . . . . . .
El sol.....................................
La grata primavera.........................
El rostro de la primavera. . . . . . . . . . . . .
Fragmentos de Filis y Flora. . . . . . . . . . . . . . . . .


II. Poemas de confesión goliarda y de costumbres

Confesión goliarda……………
La orden de los errantes. . . . . . . . . . . . . . . . . . .
En la taberna    . . . . . . . .
El reyes el dinero………………………….
El clérigo errante. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La juventud……………………
El juego de Dios          . . . . . . . . . . . . . . .
La suerte. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Oh suerte……………………
Rueda de la fortuna……………………….
El cisne asado…………….

III. Otros poemas adaptados por Carl Orff

Abad Cucaniense... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Corte de amor. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Blanca flor y Elena. . . . . . . . . . . . . . .

IV. Poemas morales y de crítica eclesiástica

Introibo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Exorcismo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La nobleza es virtud... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Caridad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Polvo eres. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Elogio de los tiempos idos. . . . . . . . . . . . . . . . . .
Por la cruzada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Tristeza de los tiempos………………
La ley caída. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Fin del mundo...................................
Contra los vicios... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Por amor de Sión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

ÍNDICE DE LOS TÍTULOS LATINOS

Amor tenet omnia  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Veni, veni, venias. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Floret silva nobilis.  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
O mi dilectissima!
Ignem cecum sub pectore
Stetit puella.............
Grates ago Veneri  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Veris dulcis in tempore . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Si puer cum puellula.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Tempus est jocundum..........
Omnia sol temperat.     . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Ecce gratum et optatum.....
Veris leta facies............
Anni parte Florida.....................
Estuans intrinsecus ira vehementi ..................
Cum “in orbem universum"       . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
In taberna cuando sumus
In terra sumus  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Exul clericus  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Dum iuventus floruit. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Ludit in humanis. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
O fortuna levis!..............
O fortuna velut luna................................
Fortune plango vulnera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Olim lacus colueram . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Ego sum abbas cucaniensis  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Amor volat undique .....
Ave formosissima .......
Cum vadis ad altare .....
Omne genus demoniorum
Nobilitas est virtus.......
Dic, Christi veritas ......
Iste mundus furibundus ..
Florebat olim studium ...
Crucifigat omnes... . . . . . .
Licet eger cum egrotis ...
Ecce torpet probitas .....
Versa est in luctum ......
Utar contra vitia ........
Propter Sion non tacebo………..

LA POESÍA DE LOS GOLIARDOS

"Homero era un gran clérigo", escribió Benito de San Mauro en su viejo poema sobre Troya. Esta insólita afirmación nos ilustra sobre la imagen que el clérigo tenía de sí mismo en la Baja Edad Media. Estudioso y poseedor único de la cultura latina y de las letras sagradas, veía al más grande poeta de la antigüedad como alguien semejante a él. (No podía pensar de otra manera.) A ello persuadían varios elementos históricos, fundamentalmente literarios, pues la permanencia del latín, que se llamaba lengua de los clérigos, el nuevo esplendor de esa lengua en la poesía y en la ciencia, su expansión a otros países -especialmente eslavos y escandinavos-, y su importancia en Europa como elemento primordial de internacionalidad, era una obra de clérigos. La poesía de los goliardos fue parte de la vida literaria de la Baja Edad Media: fue parte de la poesía que se escribió en latín, en esa lengua de "nuevos homeros".

Surgió al lado de cierta poesía latina que, más para ser leída que cantada, tendía hacia las formas y las metáforas grecolatinas, en la línea divisoria de la versificación cuantitativa y la versificación silábica. La poesía de los goliardos fue una expresión más libre, que suponía la misma preparación que la otra, que utilizaba la misma lengua de letrados, pero que se apartaba de las metáforas clásicas y que entonaba con rima exorcismos, peticiones de limosna, reflexiones sobre el destino endeble de los hombres, o también la alegría, la gran euforia por la embriaguez y el vino, escarneciendo lo bello y lo bueno, lo sagrado y lo profano.

Probablemente los goliardos presentaron dos rasgos comunes: la pobreza, no como un voto religioso, sino como una molesta y terca realidad, y la marginación: no fueron clérigos cultos, aposentados en conventos o abadías, provistos de bibliotecas y costumbres confortables: tampoco vivieron entre los trovadores, que cantaban las hazañas de héroes y ejércitos en los salones aristocráticos y reales: al parecer, tampoco participaron del mundo del bajo pueblo ni de los juglares, pues muchas poblaciones los atacaron con legislaciones aberrantes. Acaso tendremos que ver en ellos un grupo maldito, una "actitud" maldita, una casta de intelectuales nefastos o terribles, que escarnecieron todo, que cuestionaron todo, y que gustaban de entregarse, en su miseria errabunda, a la sensualidad y a la embriaguez, al canto de taberna. Se llamaron a sí mismos clérigos errabundos o vagantes, y desde fecha muy temprana fueron impugnados: en el siglo X los mandaron rapar por redadas para borrarles la tonsura clerical: en 1223 se les prohibió cantar en las misas versos religiosos: diversos decretos, leyes, ordenanzas y concilios les prohibieron cantar y comportarse conforme al espíritu de sus poemas: muchos fueron excomulgados y a otros se les privó de sus privilegios eclesiásticos y quedaron sujetos a la jurisdicción secular.

Se autonombraron goliardos porque afirmaban descender del gigante Golias, emparentado con el Goliat bíblico. Tratadistas modernos quisieron atribuir a algún poeta ese nombre: después, ver en él a un autor colectivo y anónimo. Sólo podemos asegurar que el carácter errante de los goliardos facilitó la difusión de esa poesía, cuyo mejor ejemplo es el Carmina Burana, y cuyos autores fueron clérigos de ninguna manera anónimos, como el espléndido Hugo de Orleans y Pedro de Blois.

Tras el espíritu goliardo se escondía el fermento no sólo de la alegría mundana del siglo XII, sino el del pensamiento averroísta de la Universidad de París y el de algunos movimientos heréticos. Esta carga intelectual: su alegría por el doble sentido del lenguaje; su devoción por la rima; la pobreza; la libertad y la alegría, fueron también, a su vez, el fermento de los elementos memorables que el ingenio popular mantendría vivo hasta el Renacimiento, en cierta zona del humanismo que continuara el espíritu goliardo. Se trataba de escarnecer todo lo establecido, cuestionar, mediante la sorna y la risa, todo lo sagrado, puro o decoroso de la sociedad y de las letras.

Esta poesía muestra un aparente desaliño y frivolidad. Su métrica es simple, isosilábica las más de las veces, y en varios casos forman sus hemistiquios y estrofas con metros clásicos, trocaicos y yámbicos, sin faltar incluso algunos ejemplos de dísticos elegíacos. La rima fue quizás su mayor descubrimiento formal, aunque la utilizaron sin el artificio que alanzaría con los poetas provenzales e italianos posteriores. El lector que paso a paso penetra, por otro lado, en el concepto de los poemas, descubre gradualmente en su imagen de superficialidad un hondo conocimiento del hombre, una fuerte actitud crítica y una sabia depuración de lenguaje. En este aspecto, la Confessio Goliae o Confesión de la Golia es un poema de importancia capital para comprender a estos poetas medievales. Afirman, primero, lo efímero de la naturaleza humana:

factus de materia
similis sum folio

levis elementi
de quo ludunt venti

hecho de una materia
semejante soy a una hoja

de voluble elemento.
con que el viento juega


No remite quizás a la vieja imagen homérica de que los hombres somos como las hojas, sino a la materia inconstante de la Fortuna, a la que en tantos sitios le llaman Fortuna levis, es decir, Fortuna voluble. En estos elementos inconstantes ve el autor sobre todo un carácter de libertad y de plenitud, como aquí:


. . .yo me comparo      
al río que se desliza
y que jamás bajo un mismo
cielo permanece


O también aquí:

Feror ego veluti
sine nauta navis

ut per vias aeris
vaga fertur avis


Llevado soy, también, como   
barco sin tripulante,
o como, errabunda, las rutas de los vientos     
llevan al ave


Por ello esta cuarteta explica, concluyendo:

non me tenent vincula,
non me tenent clavis:

no me retienen cadenas,
no me retienen llaves


Para estos monjes errantes, pues, su vagabundeo era sin límites. Celebran una materia de elementos inconstantes porque ven a la Fortuna como lo más cercano a su propia inconstante vida. Pero, además, nos advierten que el mundo sólo se rinde a los pies de esa leve materia universal que es la Fortuna. Es interesante que afirmen, al expresar su libertad:

quero mei similis
et adiungor pravis

busco a mis iguales,     
me uno a los perversos


Es decir, la libertad es de aquellos que han abatido toda regla, todo límite, toda buena manera o candado intelectual, moral o social. Y éstos son de la misma naturaleza que la Fortuna, que rige el mundo humano. Pero al reconocerse compuestos de la misma materia inconstante que la Fortuna, se convierten en los hijos o en el pueblo escogido de esa verdad universal. Aquí es sorprendente uno de los dísticos más bellos del Carmina Burana, pues acerca peligrosamente el Poder Divino a la Fortuna:

Ludit in humanis divina potentia rebus
et certam presens vix habet hora fidem


Con las cosas humanas juega el poder divino:
poca confianza nuestro instante merece

Por otro lado, las referencias evangélicas son abundantes en esta Confesión, si bien sólo para eludirlas, contradecirlas o para subrepticiamente reclamar la libertad de la vida con divinidades no cristianas. Es evidente, por ejemplo, que la abundante mención de Baco y de Venus se sobreponen a la castidad y la sangre de Cristo. Otros pasajes aluden descamadamente a las vocaciones de estos monjes goliardos, al reconocer la fuerza erótica de Venus:

quidquid Venus imperat,
labor est suavis,
quae numquam in cordibus
habitat ignavis

todo lo que Venus ordena
es sólo obligación dulce,
pero nunca en débiles
corazones se aposenta

También son interesantes estos alegres versos:

Quis Papie demorans
castus habeatur:
ubi Venus digito
iuvenes venatur,
oculis illaqueat,
facie predatur?

¿quién que se demore en Pavía
podrá casto quedar:
allá donde Venus con un dedo
caza a los jóvenes,
con los ojos los prende en redes
y con el rostro los consume?

No menos notable, puesto que puede sustituir la conocida frase de que todos los caminos conducen a Roma, es el verso:

Veneris in thalamum
docunt omnes vie


al lecho de Venus todos          
los caminos conducen

Son significativamente rebeldes o escandalosas las afirmaciones de la Confessio Goliae que tienen como referencia concreta un versículo bíblico. El primer ejemplo aparece en la segunda estrofa y alude a Mateo 7:24, al hombre sabio que edifica sobre la piedra, sólo para que el mismo poeta se compare con el río que no permanece en ningún sitio. Hay otra referencia al ancho camino de perdición de Mateo 7: 13:


Via lata gradior
more inventutis

Ando por el ancho camino
de la loca juventud


que se ve acompañada de la explicación:

implico me vitiis
immemor virtutis

me abrazo a los vicios 
de la virtud me olvido

Si en Lucas 2:7-14 leemos que al nacer Jesucristo los ángeles se acercaron a cantar "Paz en la tierra y en el cielo Buena Voluntad para los hombres", en la Confessio Goliae leemos que al morir el poeta embriagándose en la taberna también coros angélicos estarían cantando:

Meum est propositum
in taberna mori
ut sint vina proxima
morientis ori
tunc cantabunt letius
angelorum chori:
“Deus sit propitius
huic potatori“



Es mi voluntad 
en una taberna morir,
y que el vino esté cercano       
a los labios del moribundo
cuando alegres canten 
los coros angélicos:
”Sé benigno, oh Dios, 
con este bebedor."

La prodigalidad pagana del poema se ve enriquecida por la presencia de otros dioses grecolatinos. El corazón del goliardo no canta como David o Salomón, sino:

dum in’arce cerebri
Bacchus dominatur,
in me Phebus irruit
et miranda fatur


hasta que dentro del cerebro   
Baco domina,
irrumpe en mí Apolo   
con canto admirable



Al final del poema, cuando el goliardo dice arrepentirse y reconocer las divinas reglas de la Iglesia, leemos:

homo videt faciem,
sed cor patet Iovi


el hombre conoce el rostro,
ante Júpiter el corazón está abierto


¡Esto es, no es Dios quien conoce el corazón, sino el mismo Dios Olímpico! Aquí, y en el final del poema, hay una indudable coherencia con el principio que siempre amaron:

quod caret dulcedine
nimis est amarum


lo que de dulzura carece         
es lo más amargo

Pero este poema no trata solamente de una diferencia expresa del clérigo sobre su propia profesión de fe. Contiene también sus diferencias explícitas respecto a otros poetas, quizás con aquellos clérigos aposentados en abadías y bibliotecas confortables y lujosas:


Loca vitant publica
quidam poetarum
et secretas elegunt
sedes latebrarum;
student, instant, vigilant,
nec laborant parum
et vix tandem reddere
posunt opus clarum


Algunos poetas evitan 
estar entre muchedumbres
y apartadas habitaciones         
como refugio eligen:
estudian., se empeñan, se desvelan,     
trabajan sin suspiro
y difícilmente al final logran      
terminar una obra bella

El autor de la Confesión se burla diciendo que ayunan y se abstienen de la vida disipada de los monjes errantes, pero:



et ut opus faciant,
quod non possit mori,
morientur studio,
subditi labore


y mientras hacen una obra
que morir no pueda
ellos por el estudio mueren,
al trabajo sometidos


En cambio, nuestro poeta declara que es incapaz de escribir un solo verso sin beber, con una célebre imagen que nos recuerda a Gonzalo de Berceo:

ego versus faciens
bibo vinum bonum
...tale vinum generat
Copia sermonum.


haciendo un verso,
beba yo un buen vino...
. . .de tal vino nacen
abundantes discursos.


Lo que le permite estos versos concluyentes y vanidosos:

Tales versus facio
quale vinum bibo,
nihil possum facere
nisi sumpto cibo;qnihil valem penitus
Quae ieiunus scribo,
Nasonem post cálices
carmine preibo

Tales son mis versos   
como el vino que bebo,
nada puedo hacer       
si no me lleno,
nada en absoluto vale  
lo que escriba en ayunas
pero después de las copas,
a Ovidio           en poesía supero

Empero, aun para estos monjes era excesivo celebrar los vicios, unir su carácter de monjes con el de hombres profanos y sofocar totalmente su conciencia de lo justo. A ello debemos algunas cuartetas en las que el poeta se desdice de todo lo que ha hecho:

vita vetus displicet,
mores placent novi,
homo videt faciem,
sed cor patet Iovi



la vieja vida me disgusta,
nuevas costumbres quiero,
el hombre conoce el rostro,
ante Júpiter el corazón está abierto


Quizás el sentido de una nueva y vieja vida sea el de San Pablo; quizás el goliardo, al celebrar el libertinaje, haya vislumbrado desde las profundidades de la sensualidad y la embriaguez cierta pureza, cierta comprensión de la vida humana. Pues es notable que grandes bebedores capaces de escuchar agonizantes los coros de los ángeles, puedan decir también:

renovatus animo
spiritu renascor,
quasi modo genitus
novo lacte pascor,
ne sit neum amplius
vanitatis vas cor.



con renovada fuerza    
el espíritu renace,
como recién nacido     
nueva leche desea,
para que no sea ya mi corazón
el vaso de lo vano


En efecto, estas imágenes hacen compleja la Confessio Goliae. No son una celebración superficial, externa, del vicio; tampoco, un arrepentimiento formal, como lo sugiere el título mismo: una confesión de pecados. Se trata de una visión más a fondo de la naturaleza humana, o mejor aún, de los valores en que la inconstante naturaleza humana cree sustentar sus propias debilidades y sus propias carencias. Al parecer, en la más pasajera sustancia de los cuerpos y en la más disipada y miserable vida, los goliardos trataron de proponer cierta constante: la conciencia de la propia inconstancia humana. El Poder Divino, la Fortuna y la Naturaleza Humana no son un mero juego de palabras. Sobre todo, porque además de valores morales, zahieren órdenes sociales y políticos como el de los reyes, la riqueza y la organización eclesiástica misma. Dice la Fortuna Imperatrix Mundi:



 in Fortune solio
sederam elatus…
nunc a summo corvi
gloria privatus


en el trono de la Fortuna         
me senté enaltecido...
ahora he caído hasta el fondo, 
de mi gloria privado

Este poema no sólo expresa la exaltación o caída individual, incluye también los elementos gloriosos de la realeza:

Fortuna rota volvitur:
descendo minoratus;
alter in altum tollitur;
nimis exaltatus
rex sedet in vértice
-caveat ruinam!
nam sub axe legimus
Hecubam reginam


La rueda de la Fortuna ha girado:        
desciendo empobrecido;
a otro en lo alto elevan;           
grandemente exaltado
un rey se sienta en la cúspide   
-¡cuídese de la ruina!,
pues bajo la tierra, hemos leído.          
Hécuba es reina

Es evidente que cantar el entronizamiento de un rey o de otro, en el momento en que esto se escribe, implicaba una opinión crítica sobre la nobleza, pues se iguala a los reyes con la condición humana que la Fortuna eleva o abate. El tono de desenfado recuerda también el de la mejor y demoledora imagen de todo lo hermoso: el magnífico poema de Cygnus Ustus o Cisne Asado, en que muchos de los elementos tradicionalmente venerados se ven aquí burlados y destruidos. Los versos:

Olim lacus colueram
olim pulcher exstiteram
...Eram nive candidior,
quavis ave formosior,
modo sum corvo nigrior.

Antes en el lago vivía,
antes era bello...
Era más blanco que la nieve,
más hermoso que todas las aves,
y ahora más negro que el cuervo soy.

expresan sarcásticamente la destrucción de la candidez y la hermosura. No menos grave es la burla de la libertad que gozaba el cisne:

Mallen in aquis vivere
nudo samper sub aere,
quam in hoc mergi pipere.

Mejor era vivir en el agua.
al descubierto siempre en el aire,
que estar en esta pimienta inmerso.

En la última estrofa queda una última sonrisa para el afán de elevación, quizás también de libertad:

Nunc in scutella iaceo,
et volitare nequeo,
dentes frendentes video.


Yazgo ahora en este plato
y volar ya no puedo;
dientes rechinando veo.

Todo este derrumbe de lo bello, lo blanco, lo libre, lo elevado, se ve paso a paso subrayado por el estribillo:

Miser! Miser!
modo niger
et ustus fortiter


¡Pobre! ¡Pobre de mí!
¡Cuán negro estoy
y bien asado!



Esto es, para recordar a nuestro Enrique González Martínez, los goliardos no sólo le torcían el cuello al cisne, sino que se lo comían. Pero, habíamos dicho, no sólo contra valores y contra reyes habían enderezado sus ataques los monjes goliardos. Lo hicieron también sorprendente y certeramente contra la organización eclesiástica misma. No son los únicos, en la obra de estos poetas, los versos iniciales de la Curia Romana, que bien pueden anticipar los desencantos de Lutero:

Bulla fulminante
sub iudice tonante,
reo appellante,
sententia gravante,
Veritas oprimitur,
distrahitur
et venditur
Iustitia prostante;
itur et recurritur
ad Curiam, nec ante
quid consequitur,
quam exuitur quadrante

Bula fulminante
de juez tonante,
reo apelante.
sentencia agravante,
la verdad oprimida,
destruida.,
y vendida
prostituida la justicia:
ir y venir
a la Curia., pero nada
poder conseguir
hasta no soltar una gananciosa carnada

Pero éste no era sólo un afán destructor. Es seguro que desde el fondo de estas ruinas morales, eclesiásticas, palaciegas, que serían la contrapartida de su vida sensual y disipada de taberna el goliardo avistara una idea de virtudes, de dignidad humana. Esta dignidad, no equiparable a la materia levis, a la materia inconstante de que está hecho todo lo que de la Fortuna depende (sea esto, repetimos, realeza, dinero, amor, juventud), es un elemento permanente de que dan cuenta muchos poemas goliardos que critican la organización eclesiástica y las falsas virtudes, y que se concentran en el bello poema Virtu est Nobilitas, en el cual hay impecables versos como éste:


Nobilitas hominis
mens est, deitatis imago.

(La nobleza del hombre es la mente,
imagen de la Divinidad.)

O éste:

Nobilitas hominis
nisi turpia nulla timere.



La nobleza
sólo deshonrarse teme.


El siguiente pasaje sin duda contiene uno de los pensamientos más firmes de esta poesía, coherente con toda la burla, con todo el escepticismo de los valores que rechaza:


Nobilis est ille
quem virtus nobilitavit;
Degener est ille,
quem virtus nulla beavit


Noble es aquel
que lo ennobleció la virtud;
Vil el que        
la nobleza en nada logró hacer dichoso


versos que recuerdan la misma nitidez que tiene, en su paralelo, la hermosa carta que envió Gargantúa a su hijo Pantagruel, cuando este último estaba en París, para orientarlo en los claros estudios del humanismo. Estas contradicciones, o mejor, estas paradojas, no se resuelven como meras concesiones. Forman parte quizás de una esencia, de un descubrimiento profundo, de un intento por unir una comprensión más veraz de la vida humana. Podríamos contemplar la poesía goliarda no sólo como el vicio ostentoso, sino como la sistemática entrega a la vida, comprendiendo a profundidad el destino humano inconstante, la naturaleza humana inconstante, en que forman parte de la Fortuna tanto las virtudes socialmente aceptadas, como los vicios también socialmente rechazados. En el fondo, la virtud y la fortuna se unen en la conciencia del ser humano. Esto ya no es eclesiástico ni vicioso; tampoco, un canto a la virtud; es una comprensión, detrás de su complejidad, de la naturaleza humana. Y esta comprensión es júbilo, un grito ensordecedor de vitalidad sorprendente, una confesión de sagacidad y aparente frivolidad.
El gigante Golias, manifestaba, como el pueblo, en efecto, todos los valores de la risa, la incredulidad, el hambre y la sed; vivía en tabernas, en riñas; era bebedor y tramposo, y devoraba mesas enteras cuando se le presentaba la oportunidad. Tal fue, también, el aura que rodeó a los gigantes rabelesianos, a Pantagruel y Gargantúa: el mismo y alegre recobramiento del cuerpo, de lo sensual, de la embriaguez. Entre las estrofas del In taberna quando sumus goliardo y el capítulo quinto de la Vida del gran Gargantúa, hay la misma alegría de la vida, el mismo gozo: el goliardo puede entonar sus alegres estrofas de bebedores con el aire de los Dies Irae; los borrachos de Gargantúa, bajo la misma alegría, mezclan los ritos sagrados y litúrgicos con los juegos verbales de la embriaguez. Se trató de una eclosión en el sobrio paisaje de la intelectualidad clerical europea: la eclosión de lo sensual, del pueblo diabólico e incrédulo y escarnecedor; de una corriente cuestionadora que ascendía por el árbol latino, religioso, literario. El clérigo está en su campo: suyo es el mundo latino, el religioso, el profano. Canta, como dueño de la cultura, el gozo ahora de adueñarse de la vida.
El espíritu goliardo, aunque fue de ruptura en su inicio, se convertiría en una tradición, avanzaría indeteniblemente hacia el Arcipreste de Hita y después, fusionada con la nueva elegancia renacentista, se llamaría Bocaccio, se llamaría Chaucer, se llamaría Rabelais. Incluso, como esta incontenible fuerza se expresaba entre cofrades, en la lengua de los clérigos mismos, una crítica clerical así lo haría más adelante el cáustico Erasmo en su Elogio de la locura: dicho en latín, todo era posible, porque lo sagrado y lo profano eran propiedad de un mismo grupo, de los clérigos, de los verdaderos letrados.
Sordos a la poesía heroica; a las gestas de reyes y de caudillos; apartados de las salas señoriales y principescas; fuera de las bibliotecas y reposadas cámaras de los clérigos que se empeñaban en recuperar las métricas horacianas y el arte de las breves y largas; al margen de la nutrida proliferación de poemas en lenguas vulgares, de reinterpretaciones en lengua vulgar de poemas clásicos y de cantares de gesta; al margen de todo, estos monjes errantes, vestidos con raídos sayales se volcaron antes que los trovadores de amor, antes de los Minnesinger, hacia la rima, hacia el amor puro y sensual, hacia la libertad jocunda y sensual de cantar. Maestros vivaces y decididos a conquistar la vida, los goliardos fueron, acaso, nuestros primeros contemporáneos, los primeros poetas que desde la Baja Edad Media tendieron sus manos hacia nosotros, hacia el Renacimiento, hacia la irrefrenable vida real desde donde aún los escuchamos.

Carlos Montemayor
México, 1985

NOTA SOBRE LA PRESENTE TRADUCCIÓN

He tratado de reunir en esta selección los más representativos poemas de Codex Buranus, o poemas del códice de Beuern, que en latín se conocen como Carmina Burana. Fueron compuestos a finales del siglo XII y a principios del siglo XIII por poetas de procedencia especialmente francesa y alemana. Los nombres de muchos de ellos se han perdido, pues el códice del Monasterio Benedictino de Beuern, en Bavaria, fue escrito en el siglo XIII. Schmeller los publicó por vez primera en 1847 y las ediciones críticas preparadas por Hilka y Schumann aparecieron en 1930 y en 1941. He utilizado para esta traducción la edición latina de los Carmina Burana selecta, Canti goliardici medievali, tomos I y II, a cura de Luisa Vertova, Edicioni Fussi, Casa Editrici Sansoni, Firenze, 1952; Carmina Burana, Benediktbeurer Lieder, ausgeäwhlt und übertragen von Ernst Buschor, Insel Verlag, Francfort, (s/f); Cantos de goliardo (Carmina Burana), prólogo de Carlos Yarza, traducción de Lluis Moles, Seix Barral, Barcelona, 1978. Aunque los poemas latinos no siempre siguen una sola forma métrica, predomina en ellos un verso de dos hemistiquios, con una cadencia que llega a ser monótona y un apoyo fundamental en la rima y en la asonancia interna. Me propuse, en orden de importancia, ser fiel en la traducción literal del concepto del poema; después, intentar en español versos con asonancias internas que pudieran ofrecer, en su eco, la música de los poemas latinos; por último, evitar, en lo posible, la rima y los versos medidos, cuando esto significara, a mi gusto, una pérdida del valor poético que fuera posible obtener en español por el concepto, por la secuencia acentual de la cadencia de una estrofa, o por la asonancia interna que se produjera de una estrofa a otra. En cuanto a las notas, las reduzco a los mínimos datos de atribuciones de autor y de referencias bíblicas o históricas. Las cuatro secciones de la antología, por último, las he establecido con el único fin de agrupar los poemas según el tema que en ellos resalta.


1 POEMAS LÍRICOS


TODO EL AMOR DOMINA
AMOR TENET OMNIA

Todo el amor domina,
lo más secreto del corazón nos cambia
pero del desapego se queja.
El Amor es más dulce que la miel,
pero más que la hiel amargo.
El Amor es ciego

es frío y cálido
y tibio.
es audaz y ruidoso,
fiel y pérfido.

El Amor es inocente y astuto;
enrojece el Amor y palidece,
terrible para todos
el Amor es y clemente,
constante es, e inconstante.
El Amor profundo
ejerce el imperio.
Juega el Amor en el lecho
en el silencio de la noche;
y cae en su propio engaño.

Dondequiera el amor vuela
cegado por el placer.
Muchachas, muchachos
que acompañáis...
la que sin compañero se encuentre

habrá perdido en verdad
toda gloria;
tendrá en lo más íntimo de ella
y en lo más hondo de la noche
su corazón apresado.
¡Oh, cuán amargo!

VEN, VEN, OH VEN
VENI, VENI, VENIAS

¡Ven, ven, oh ven,
no hagas que me muera!

Hermoso es tu rostro,
tus penetrantes ojos,
las trenzas de tus cabellos.
¡Ah, toda tú, bella!

Más sonrojada que la rosa,
más blanca que el lirio,
más hermosa que todas,
¡Siempre en ti me glorío!

EL BOSQUE FLORIDO
FLORET SILVA NOBILIS

Florece el bosque de nobles
flores y follajes.
¿Dónde está
mi antiguo amante?
¡Desde aquí cabalgaba!
¡Ah! ¿Quién me amará?

RODEAN MI PECHO SUSPIROS
O MI DILECTISSIMA

¡Oh tú, mi más amada!
¿con rostro serenísimo
y con la mente cuidadosa
leerás cuanto refiere mi carta?
¡Canten! ¡Canten!
¡Mi compañero no me reprocha!

“¿Quién es esta muchacha”
te decía, ‘tan blanca,
en cuya faz resplandece
tanto el candor como el rubor?”
¡Canten! ¡Canten!
¡Mi compañero no me reprocha!

En tu rostro se muestra
cuánta es la nobleza
que en tu seno
mezcla la sangre y la crianza.
¡Canten! ¡Canten!
¡Mi compañero no me reprocha!

¿Quién es esta muchacha,
dulce y gratísima,
por cuyo amor ardo en deseos
y apenas vivir puedo?
¡Canten! ¡Canten!
¡Mi compañero no me reprocha!

Alrededor de mi pecho
se agitan por tu belleza
innumerables suspiros.
¡Ah!, desdichadamente me hieren.
¡Canten! ¡Canten!
¡Mi compañero no me reprocha!

Me iluminan tus ojos
como los rayos de sol.
como el esplendor del relámpago
que llena de luz las tinieblas.
¡Canten! ¡Canten!
¡Mi compañero no me reprocha!

AMOR SECRETO
IGNEM CECUM SUB PECTORE

Amado: Un ciego fuego en el alma
me devora hace largo tiempo,
un fuego que ata a los hombres con increíble fuerza
y que en todo su cuerpo se difunde...

Amada: La esperanza del amor es la duda,
o es verdad o es lo contrario.
La virtud necesaria
del amante es la constancia...
¡el fuego que corre por el pecho
puede apagarse en otros brazos!...

Amado: Y amando no se apaga del todo,
sus rescoldos
son ya inextinguibles,
Es por eso que de ti depende
que yo muera o que siga vivo.


Amada: ¿A qué te vuelves? ¡Por evitar
los peligros inminentes que me rodean?
Hay padre, madre, hermano.
que cuatro veces al día
por ti me reprenden
y ancianos que desde los cuartos y jóvenes que
[desde atalayas
coartándonos nos vigilan...
Es por ello digno de los hombres honestos
no provocar indicios, pues por ellos el rumor
maligno corre entre la gente.

Amado: ¡ Pero temes en vano!
Lo tengo tan secreto
que ni Vulcano
acecharía con sutiles redes.

Amada: En la balanza duda mi mente
fluctuando contradictoria
entre el amor ansioso y el pudor.
Pero elijo lo que veo;
ofrezco el cuello al yugo,
y es suave entregarme a este yugo.

Amado: No has hablado bien
de este secreto yugo de Venus,
porque nada es más libre,
más tierno ni más dulce.
¡Oh cuán tiernos son sus goces!
Las virtudes de Venus son siempre en secreto.
¡Apresurémonos ahora a tomar sus dádivas!
Carecen de gloria las que se obtienen ya tarde.

Amada: ¡Ah. dulcísimo!
            ¡Toda yo me someto a ti!


LA MUCHACHA DE TÚNICA ROJA
STETIT PUELLA

La muchacha se detiene,
de roja túnica;
cuando alguno la toca,
se estremece la túnica,
¡ea!

La muchacha se detiene,
cual una pequeña rosa:
su rostro es esplendoroso
y sus labios florecen,
¡ea!


EL DON DE VENUS
GRATES AGO VENERI

Gracias doy a Venus,
que propicia
me fue con su aprobadora sonrisa
por concederme,
de la muchacha
mía, el grato
y deseado
triunfo.

Mucho tiempo combatí
sin que pudiera
gozar su recompensa;
me siento ahora dichoso
y apacible
por el rostro de Dione.

De mirar, conversar,
tocar, besar,
me había concedido mi novia el placer,
pero aún lejano estaba
el último y mejor
límite
de su amor.

Y de no trasponerlo,
todas las otras cosas,
las que antes me diera,
origen de mi sufrimiento fueran.

A la meta me acerqué,
pero con tierno llanto,
oh mía, me turbaba;
dudaba aún
en desatar los virginales
cerrojos
de su pudor.
Llora y bebo sus lágrimas
dulcísimas,
y cuanto más así me embriago,
más la pasión
me consume.

Pero mejor saben los besos
cuando se prueban con lágrimas,
y más las íntimas caricias
al alma excitan.

Por eso, cada vez más dominante
y doloroso
es el calor con que la llama me quema;
pero el dolor de ella
se sale
con fuertes sollozos
sin que mis ruegos
lo aplaquen.

Súplicas añado a súplicas
y más besos a los besos,
pero ella más llanto a su llanto
y más discusión a la riña.
Me mira ahora
con ojos rivales,
ahora ya suplicantes.
Ahora en la pelea se ensaña,
ahora suplica,
y mientras más suavemente pido,
más sorda a mis ruegos
se queda.

En exceso audaz, a la fuerza recurro,
ella encaja las agudas uñas,
arranca cabellos,
valiente me rechaza
con fuerza
y se dobla
y las rodillas
cruza
para que la puerta
del pudor no sea abierta.

Pero al final avanzo en la lucha,
sólo decidido al triunfo.
Con un abrazo
reafirmo mi fuerza,
los brazos
suyos envuelvo,
la aprieto cubierta
de besos
hasta que se abren
las suntuosas puertas de Dione. (1)

Y esto place a ambos,
y dándome besos de miel,
más dulce mi amada
me reprende menos.

Y sonriente, medio cerrados
los trémulos ojos,
después de un suspiro
que aún es ansioso,
se adormece.

(1) Dione es una divinidad griega relacionada con la encina y diversos cultos. Aquí se le menciona por su relación con Afrodita, a quien se le llamó ‘hija de Dione’.

QUIEN NO TIENE AMOR
VERIS DULCIS IN TEMPORE

En esta época de la dulce primavera,
bajo el árbol florecido está.
con su hermana, Juliana.
¡Dulce amor!
El que a ti no te tiene ahora,
nada tiene.

Vean cómo florecen los árboles,
y cantan alegres las aves,
y arden también las muchachas.
¡Dulce amor!
El que a ti no te tiene ahora,
nada tiene.

Vean florecer los lirios
y a las muchachas ofrecer hasta el más alto
de los dioses acopladas canciones.
¡Dulce amor!
El que a ti no te tiene ahora,
nada tiene.

Si a la que deseo yo tuviera
entre la espesura, bajo el follaje,
¡con qué placer la besaría!
¡Dulce amor!
El que a ti no te tiene ahora,
nada tiene.

EL JOVEN Y LA MUCHACHA
SI PUER CUM PUELLULA

Si un joven y una muchacha
en el cuarto permanecen.
¡feliz unión,
amor creciente,.
que con semejante remedio
lejos arrojan el tedio!

Se hace un juego inefable
de miembros, brazos, labios...
¡feliz unión,
amor creciente,
que con semejante remedio
lejos arrojan el tedio

EL TIEMPO ES ALEGRE
TEMPUS EST JOCUNDUM

El tiempo es alegre,
¡oh muchachas!
Alégrense ahora,
¡oh jóvenes!
¡Ah!
¡Todo en mí florece!
Por el amor de las muchachas
me enciendo entero,
¡Por un nuevo, un nuevo
 amor yo muero!

La estación de la bruma
nos aquieta a los hombres,
y en la primavera a las almas
les brotan las ansias.
¡Ah!
¡Todo en mí .florece!
Por el amor de las muchachas
me enciendo entero.
¡ Por un nuevo, un nuevo
amor yo muero!

Cuán dulce el ruiseñor
nos canta
y cuán armonioso se escucha.
¡Pero ardo por dentro!
¡Ah!
¡Todo en mí .florece!
Por el amor de las muchachas
me enciendo entero.
¡Por un nuevo, un nuevo
amor yo muero!

Calla, ruiseñor,
un momento;
brota, cancioncilla,
de su pecho.
¡Ah!
i Todo en mí florece!
Por el amor de las muchachas
me enciendo entero.
¡Por un nuevo,  un nuevo
amor yo muero!

Me fortalece
que me prometa;
me desfallece
que no me lo conceda.
¡Ah!
¡Todo en mí florece!
Por el amor de las muchachas
me enciendo entero.
¡Por un nuevo, un nuevo
amor yo muero!

La flor de las muchachas
es la que deseo.
la rosa de las rosas
la que siempre contemplo.
¡Ah!
¡Todo en mí .florece!
Por el amor de las muchachas
me enciendo entero.
¡Por un nuevo, un nuevo
amor yo muero!

Conmigo se solazó
mi muchacha
y me quitó
la inocencia.
¡Ah!
¡Todo en mí florece!
Por el amor de las muchachas
me enciendo entero.
¡Por un nuevo, un nuevo
amor yo muero!

¡Ven, muchachita,
con gozo!
¡Ven, ven, hermosa!
¡ay, que muero!
¡Ah!
¡Todo florezco!
Por el amor de las muchachas
me enciendo entero.
¡Por un nuevo, un nuevo
amor yo muero!

EL SOL
OMNIA SOL TEMPERAT

Todo el sol tempera,
sutil y puro:
al mundo renovado se revela
el rostro de Abril:
a los amores se entrega
el alma dueña.
y alegre impera
el dios que es niño.

Cuánta novedad de las cosas
en la primavera consagrada;
el poder de la estación
nos insta a alegramos;
su renovación ansiada te ofrece
y en tu primavera
es la fe y probidad
que lo tuyo retengas.

¡Ámame fielmente!
Mira mi fidelidad:
con toda el alma
y con todo el pensamiento
estoy contigo.
aunque en la distancia ausente.

Quien de otra manera ama,
en vano en el Destino rueda.



LA GRATA PRIMAVERA
ECCE GRATUM ET OPTATUM

Vean que la grata
y ansiada
primavera nos da de nuevo su goce;
ya se enrojece,
floreciendo, el prado.
y a todo el sol lo serena.
¡Váyase ya la tristeza!
El verano retorna
y ahora se aleja
la invernal crueldad.
Ya se funden
y disipan
el granizo, la nieve y esas cosas:
huye la bruma
y ya se amamanta
la tierra en los pechos de la primavera.
De ánimo miserable es aquel
que no vive
ni goza bajo
esta estación placentera.

Se glorían
y se alegran
en esta dulzura de miel
quienes se empeñen
en obtener
el premio del amor.
Bajo la voluntad de Cipris
gloriémonos
y alegrémonos
de ser también comparables a Paris:


EL ROSTRO DE LA PRIMAVERA
VERIS LETA FACIES

El alegre rostro de la primavera
en el mundo asoma;
la crudeza del invierno
vencida se aleja.
Con colorido ropaje
Flora toma el reinado
y con dulcísimos cantos
la celebran los bosques.

En el extenso seno de Flora.
con nueva manera Febo
ríe, al ver ya todo
cubierto de flores,
Céfiro sopla
con perfume de néctar,
¡Con valor corramos
a alcanzar el premio del Amor!

Con la cítara canta
la dulce Filomena;
y con variadas flores ríen
los prados. ya tranquilos;
una parvada de aves surge
entre el bosque ameno;
salen grupos de muchachas
con innumerables juegos.

Elogian los letrados
el virginal esplendor
y maldicen de los laicos
el corazón bestial.
A todos Amor incita
con el brillante verano:
Venus se dispensa a todos,
la diosa universal.

FRAGMENTOS DE FILIS y FLORA (2)
ANNI PARTE FLORIDA

Era un Dios, y las muchachas
sabían que sí, que Dios era,
retomarlo todo, punto por punto,
necesario, pues, no era.
De sus caballos descienden
y a reposar acceden.
y el Amor a los suyos demanda
que a juzgar se apresten.

Amor tiene jueces.
Amor tiene leyes;
son del Amor los jueces
la Costumbre y la Naturaleza;
se les ha encomendado a ellas
examinar todo en su corte,
pues el pasado.
y también el futuro, conocen.

Se retiran a debatir
con vigor qué es lo justo,
y una vez debatido traen
su sentencia a exhibir;
conforme al conocimiento
y conforme a la costumbre,
los clérigos son para los amores
los más grandes señores.

(2) En este fragmento he recogido las últimas estrofas de un largo poema de 320 versos, llamado Altercatio Phyllidis et Florae, en que dos muchachas discuten sobre los amores de los caballeros y de los clérigos. El poema completo se relaciona con otros poemas medievales que tratan el mismo asunto: uno de ellos es el "Concilio de Remiremont" y otro el "Debate de Elena y María", este último escrito en español por un poeta leonés y editado por Ramón Menéndez Pidal en 1948.


II POEMAS DE CONFESIÓN GOLIARDA Y DE COSTUMBRES


CONFESIÓN GOLIARDA) (3)
ESTUANS INTRINSECUS IRA VEHEMENTI

Agitado en mi interior por un gran resentimiento
con amargura clamo en mi mente: (4)
hecho soy de un mudable elemento,
como las hojas con que el viento juega.

Propio es del hombre sabio
levantar su cimiento en la piedra, (5)
necio, entonces, me parezco al río que se desliza
y nunca bajo un mismo cielo permanece.

Llevado soy como barco sin tripulante,
o como, errabunda, las rutas de los vientos llevan al ave.
No me sujetan cadenas ni me retienen llaves;
en pos de mis iguales ando: con los perversos me junto.

Insoportable es para mí el carácter severo;
más dulce que la miel y amable es el juego:;
todo lo que Venus ordena es para mí dulce yugo,
pues ella nunca a débiles corazones somete.

Piso el ancho camino de la juventud sin freno, (6)
a los vicios me abrazo y de la virtud me olvido;
ávido de gozar más que de salvación,
muero en el alma por cuidar la piel que me recubre.

Pero, obispo discretísimo, (7) tu perdón te ruego:
con buena muerte muero, de dulce muerte fallezco;
a mi pecho hiere la hermosura de las muchachas,
y a las que no con las manos, al menos con el corazón poseo.

¡Cuán arduo es vencer a este cuerpo!
Cuánto, que al ver a una doncella la mente siga pura.
Obedecer ley tan severa los jóvenes no podemos;
de estos mudables cuerpos no tenemos cura.

¿A quién no consumirán las llamas si en el fuego lo ponen?
¿Quién seguirá siendo casto si se queda en Pavía,
donde Venus llama con un dedo a los jóvenes,
con sus ojos los prende en redes y con su rostro los consume?

Si a Hipólito (8) hoy en Pavía pusieras,
no sería ya Hipólito al siguiente día;
todos los caminos a la cama de Venus conducen.
y no hay entre tantas torres ninguna en que la castidad se
[guarde.

En segundo lugar, también del juego me culpo:
cuando por él ha quedado mi cuerpo desnudo.
frío en lo exterior y ardiendo la mente, sudoroso.
 versos y poemas mejores escribo.

Pero en tercer lugar de la taberna me acuso:
nunca ha habido ni habrá tiempo en que la desprecie,
hasta que los santos ángeles a mi juicio acudan
cantándome, ya muerto: Dale descanso eterno.

Pues mi voluntad es en la taberna morir
y que el vino esté cercano a mis labios moribundos,
cuando alegres los coros angélicos canten:
"Sé propicio, oh Dios., con este bebedor."

Los vasos encienden la luz del alma,
el corazón colmado de néctar se eleva hasta lo excelso:
¡ah! más dulce sabe el vino de la taberna
que el que mezcla con agua el copero del obispo.

Algunos poetas evitan a las muchedumbres
y sólo apartadas habitaciones eligen;
estudian, se empeñan, se desvelan, trabajan sin suspiro,
pero nunca alcanzan la obra bella que buscan.

Ayunan y se abstienen esos grupos de poetas,
evitan las pendencias callejeras y los tumultos de las plazas,
y mientras hacen una obra que morir no pueda,
ellos por el estudio mueren, de su trabajo esclavos.

A cada uno la naturaleza nos concede el don conveniente.
Yo nunca podría escribir en ayunas.
Un solo niño podría vencerme si ayuno.
Toda sed y ayuno cual funeral aborrezco.

A cada quien la naturaleza le concede la gracia conveniente;
yo para escribir un verso bebo un buen vino;
y si del más puro están llenas las barricas de la taberna,
de tal vino nacen mis abundantes discursos.

Son mis versos como el vino que bebo,
nada puedo hacer si no me lleno,
nada en absoluto vale lo que escriba si ayuno,
pero un poeta mayor que Ovidio soy después de muchas
copas.

Nunca se me concedió la inspiración poética
si antes no estaba satisfecho mi vientre;
cuando en el cerebro Baco domina,
irrumpe Apolo en mí con canto admirable.

Pero heme aquí, acusado por mi maldad,
la misma que tus siervos me redarguyen;
pero de ellos nadie es acusador,
aunque gozar buscan los placeres mundanos.

Ahora en presencia del Santo Obispo,
según manda la regla de los dominicos,
arrojan sobre mí la piedra sin perdonar al poeta,
que no tiene un alma consciente del pecado.

Ya he dicho en contra mía todo lo que de mí conozco;
el veneno vomito, que tan largamente he albergado;
la vieja vida me disgusta, nuevas costumbres quiero;
el hombre mira el rostro, pero conoce Júpiter el corazón.

Busco ya la virtud, los vicios desprecio,
con renovada fuerza mi espíritu renace.,
como lactante leche nueva desea,
para que no sea vaso de lo vano mi corazón.

Electo de Colonia, (9) perdona al penitente,
sé misericordioso con el que llega suplicante,
da penitencia a quien su culpa confiesa:
de buen grado soportaré lo que tú hayas juzgado.

Perdonad, pues, a vuestros siervos: el león, rey de las fieras,
ante sus súbditos de la ira se olvida:
haced vosotros lo mismo, príncipes de la tierra:
que lo más amargo es lo que ya no tiene dulzura.

(3) El autor de este poema es conocido como el Archipoeta, o vates vatum. Sabemos que vivió bajo la protección de Reginaldo de Dassel, quien fue archicanciller del Emperador Barbarroja y arzobispo de Colonia. El Archipoeta perteneció a una familia de caballeros y vivió durante la segunda mitad del siglo XI.
(4) Véase el libro de Job, capítulo 10, versículo l (en adelante haremos las citas así:
Job 10:1).
(5) Véase Evangelio según San Mateo 7:24.
(6) Véase Evangelio según San Mateo 7:13.
(7) Se refiere, con seguridad, al obispo electo de Colonia, Reginaldo de Dassel.
Véase nota (3).
(8) Hipólito se mantuvo casto ante los intentos de seducción de Fedra.
(9) Véase nota 7


LA ORDEN DE LOS ERRANTES
CUM "IN ORBEM UNIVERSUM"

Cuando "id", se proclama,
"por todo el mundo", (10)
los sacerdotes se encaminan,
corren los ermitaños,
y del evangelio
se levantan los levitas
y a nuestra Orden se someten,
pues es la salvación de la vida.

En nuestra Orden se prescribe:
"Probad todas las cosas,
y considerad perfectamente
nuestra vida.
Contra los perversos clérigos
precaveos.
que son los que nunca dan grandes
caridades."

Garantizamos ahora
la misericordia,
porque nosotros acogemos
a los grandes y a los pequeños,
a los ricos
y también a los más pobres,
que los devotos frailes
arrojan fuera de las puertas.

Acogemos al monje de tonsurada cabeza,
y al presbítero que viene
con su señora,

y al maestro con discípulos,
al hombre de cualquier oficio,
y contentos, al estudiante
cubierto de buen vestido.

Bohemios, Bávaros,
Sajones, Austriacos,
y todos ustedes, nobles hombres,
les ruego, compañeros,
escuchen atentos
los nuevos decretos:
¡que los avaros mueran
y los generosos se salven!

Nuestra Orden acoge
a justos y a injustos,
a cojos y a débiles,
a los que la vejez carcome. ..

A los peleoneros y a los tranquilos,
a los mansos y a los dementes,
a los Bohemios, Teutones,
Eslavos y Romanos,
a los de mediocre estatura,
a gigantes y a enanos,
a los de humilde carácter
y a los vanidosos redomados.

De la Orden de Errantes
os digo las leyes:
es noble la vida de ellos,
dulce su carácter;
mucho más los deleita
un abundante asado, de veras,
que el pan que se haga
con un puñado de cebada.

Nuestra Orden prohíbe
los maitines de plano;
existen algunos fantasmas
que sólo al amanecer deambulan,
y que en nosotros excitan
visiones vanas.
Si alguno a esa hora se levanta,
no tiene la mente sana.

Nuestra Orden, pues,
prohíbe siempre los maitines;
pero ya levantados,
cuando salimos,
buscamos el rocío .
y allí nos hacemos llevar
una gallina con vino.
Nada entonces tememos,
sólo a la amenazante Suerte.

Secta, sin duda alguna,
debe nuestra Orden llamarse,
pues de muy diversa clase
es la gente que la sigue;
por ello éste, ésta y esto
son consentidos,
pues de cualquier clase que sean,
hospitalidad a todos se brinda.


Nuestra Orden prohíbe
usar doble vestido;
el que sólo con una túnica salga,
sépase que va elegante.
Pues en cuanto, gracias a la ayuda
de Decio,(11) tire la capa,
seguirá el cinturón la suerte
que el mismo juego le manifieste.

Y lo que es dicho para lo exterior,
para el interior también se sostiene:
quien goce de una camisa,

no se preocupe por los calzones,
quien ande ya con sandalias
no busque ya más calzado.
Pues el que trasgrediera esto,
sería excomulgado.

Nadie salga de su albergue
si está en ayunas,
y si pobre estuviera,
siempre limosna pida.
Una sola moneda que se reciba
a menudo se aumenta
cuando a jugar se sienta
el jugador oportuno.

Nadie en su camino
vaya contra la marea,
ni su pobreza lleve
con rostro doliente;
que siempre en la esperanza
pueda encontrar consuelo.
Sepa que después de un gran mal,
viene la maravillosa suerte.

A aquellos con quien os encontréis,
decidles por qué
de cada uno queréis
examinar sus costumbres:
"a reprobar los réprobos
y aprobar a los probos.
y a separar los cabritos
de las ovejas,.(12) he venido”.

(10) Véase Evangelio según San Mateo 16:15.
(11) Decio proviene del francés antiguo dez, "juego de dados".
(12) Véase Evangelio según San Mateo 25:32.


EN LA TABERNA(13)
IN TABERNA CUANDO SUMUS

Cuando en la taberna estamos
no nos importa que arcilla seamos.
al placer nos dedicamos
pues sólo por él sudamos.
Qué se hace en la taberna
donde el dinero es bodega.
es algo que saber debemos;
lo revelaré, por ello. Escuchen:

unos juegan, otros beben,
otros se gozan sin recato;
y entre los que jugando están,
algunos de ellos desnudos quedan,
otros ahí mismo por fin se visten,
y con sucios costales otros más se cubren,
Pero ahí nadie a la muerte teme,
y sólo por Baco arriesgan su suerte.

Primero por lo que valga el vino.
Y por esto brindan los libertinos:
una vez por los cautivos,
después de tres veces por los vivos,
luego cuatro por todos los que sean cristianos,
cinco por los fieles difuntos,
seis por las monjas casquivanas,
siete por los caballeros de campo,

ocho por los monjes depravados,
nueve por los frailes errantes,
diez por los navegantes,
once por los insidiosos,
doce por los penitentes,
trece por los que van en camino,
y tanto por el papa como por el rey
beben todos sin ninguna ley.

Bebe el ama. bebe el amo,
bebe el ejército y el clero,
bebe aquél, bebe aquélla,
bebe el siervo con la sierva,
bebe el listo, bebe el tonto,
bebe el blanco, bebe el negro,
bebe el tenaz y el inconstante,
bebe el rudo, bebe el sabio,
bebe el que está pobre y enfermo.
bebe el desconocido exiliado,
bebe el joven,. bebe el viejo,
bebe el obispo y el decano,
bebe la monja, bebe el monje,
bebe la abuela, bebe la madre,
bebe ésta, bebe aquél.
beben cientos, beben mil.

Poco durarán las ciento seis monedas
ahí donde beben
sin medida y sin recato,
con el alma alegre.
Por ello nos denigran todas las gentes,
por ello siempre estaremos indigentes.
¡Pero que sean confundidos quienes nos denigran
y que entre los justos nunca sean contados!

(13) Carlos Yarza señala el parentesco con "Lauda, Sion, Salvatorem", atribuido a Santo Tomás de Aquino: Sumit unus, sumunt mille,/ quantum iste, tantum ille…/ sumunt boni, sumunt mali...



EL REY ES EL DINERO 
IN TERRA SUMUS

Ahora y en la tierra
donde vivamos reina el Dinero.
Al Dinero admiran
reyes y vasallos.
Al Dinero venal
hace favores el orden pontifical.
Mantiene al Abad
el Dinero en su celda prisionero.
Al Dinero funesto
venera una muchedumbre de priores.
el Dinero de los poderosos
se yergue como juez en los concilios.
Del Dinero nace la guerra.
y si él quisiera. la paz vendría.
El Dinero va al litigio
por someter a otros ricos.
Del estiércol levanta
a quien no sea noble.
El Dinero todo compra y vende.
y lo que ha dado. recobra.
El Dinero es adulador.
y después, suavemente, amenazador.
El Dinero es mentiroso.
rara vez es verdadero.
El Dinero hace desleales
a pobres y a moribundos.
Para los avaros el Dinero
es la esperanza y el Dios del goce.
El Dinero mal usado
da el amor de las mujeres.
El Dinero a prostitutas
puede hacer emperatrices.
De los propios bandidos
el Dinero hace Señores.
Más ladrones el Dinero tiene
que estrellas el firmamento.
Cuando el Dinero lo quiere,
todo peligro al instante desaparece.
Si el Dinero es fuerte.
cuando un dueño al juez le dice:
-El Dinero trataba
de robar mi más blanco carnero-,
el Dinero, rey magno,
dice: -Es negro el que yo traigo-
Y al Dinero apoyan
las dignidades presentes.
Si el Dinero habla.
el pobre calla, esto es bien sabido.
El Dinero evita la tristeza
y alivia sufrimientos.
El Dinero mata el corazón
y ciega la luz del sabio.
El Dinero, y esto es cierto,
hace que el tonto se vea elocuente.
El Dinero tiene médicos
y compra falsos amigos.
En la mesa del Dinero
manjares hay abundantes y finos.
Devora el Dinero
peces de exquisito condimento.
Vino de los franceses
bebe y de otros mares.
El Dinero vistosas
y caras ropas viste.
Dan esas ropas al Dinero
su esplendor externo.
El Dinero lleva mejores
gemas que las de la India.
El Dinero dulce se piensa
porque toda gente lo saluda.
El Dinero todo invade
con los soldados que quiere.
El Dinero es adorado
porque hace milagros:
los males sana. corta. quema
y las arrugas alisa.
Al vil torna querido
y deja amargo lo dulce.
Hace oír al sordo
y saltar al cojo.
Pero la mayor excelencia
del Dinero se las declaro ahora:
vi al Dinero predicar
y a la misa oficiar:
el Dinero cantaba.
y el Dinero se respondía:
vi cómo lloraba
mientras el sermón decía:
pero lo vi sonreír
¡porque del pueblo se burlaba!
El Dinero honra recibe.
y sin él nadie es amado.
Del que no tenga honor.
el Dinero clama: "Es hombre probo."
Todo esto le muestra a quien sea
que el Dinero reina dondequiera.
y puesto que se acaba todo
cuanto la gloria del Dinero desea.
de su camino apartarse quiere
la sabiduría. tan sólo.


EL CLÉRIGO ERRANTE
EXUL CLERICUS

Un errabundo clérigo soy
            destinado al dolor.
a muchas tribulaciones
            y pobrezas dado.

Cuánto en el estudio de las letras
desearía afanarme,
pero ha logrado la miseria
de ese empeño apartarme.

Ligero e insignificante
            es mi vestido:
siempre padezco frío
            y el calor me rehúye.

Gran Señor...
            que gozás de posición tan insigne,
acudo a un auxilio
            que de ti sea digno.

Que tu mente evoque el alto
            ejemplo de San Martín:
cubre con un vestido
            el cuerpo del peregrino.

¡Así Dios quiera llevarte
            a los reinos celestes
y que ahí con sus dones
            los ángeles te compensen.



LA JUVENTUD (4)
DUM IUVENTUS FLORUIT

Mientras la juventud florecía,
permitido y deseable
fue hacer cuanto placía,
obedecer al impulso
de correr para alcanzar
el placer de la carne.

Actuar ahora así,
vivir tan libre,
tal vida llevar,
la edad madura impide:
ella quita y nos exime
de todas nuestras costumbres.

Aquella edad enseñaba,
Recomendaba, pregonaba
-porque a esto la edad asentía-:
"Nada está prohibido";
todo al permitirlo
lo hacía posible.

Y quiero hoy recapacitar,
renunciar, corregir
cuanto temerariamente hice:
desde ahora atender
a lo serio y con virtudes
pagar mis vicios.

(14) El autor es posiblemente Pierre de Blois, que fue archidecano de Bath y de Londres y secretario de Enrique II de Inglaterra: vivió durante la segunda mitad del siglo XII.

EL JUEGO DE DIOS
LUDIT IN HUMANIS

Juega con las cosas humanas el poder divino
(también este momento poca confianza merece)

LA SUERTE
O FORTUNA LEVIS!
           
¡Oh. voluble Suerte! Lo que quieres das generosa al que
[quieres
y de lo que quieres despojas al que quieres en instante breve.

*

Con dudosos pasos vaga la voluble Suerte
y en ningún sitio segura y firme se queda;
si en un momento es alegre, en otro su acerbo rostro nos
[vuelve.
y sólo así, inestable, constante sigue.

OH SUERTE
O FORTUNA VELUT LUNA...


Oh Suerte,
cual la luna
con su ser variable,
siempre creces
o decreces;
haces que la vida detestable
endurezca ahora,
y después cuide,
jugando, la viveza de la mente,
y a la pobreza
y al poder
como al hielo disuelves.

2

Suerte cruel
y vacía,
rueda inconstante,
perversa condición,
falsa salvación
siempre disoluble,
ensombrecida
y velada,
también para mí te muestras
ahora que por tu juego cruel
mi torso desnudo
llevo.

3

La Suerte de la salvación
y la virtud
me es ahora contraria:
siempre por la esclavitud misma
viene la posesión
y la conciencia:
en esta hora,
sin tardanza,
tañan las vibrantes cuerdas:
ya que por la Suerte
un fuerte ha caído.
¡todos conmigo lloren!



RUEDA DE LA FORTUNA
FORTUNE PLANGO VULNERA

Cómo sufro con el llanto en mis ojos
la violencia de la Suerte.
que sus dádivas que una vez me diera
me arrebata ahora, inmisericorde,
Muy cierto es lo que de ella se dice:
cabellera en la frente,
y siempre al pasar
su oportunidad calva ya.

En el trono de la Suerte
me senté enaltecido,
con incontables riquezas
y de flores coronado:
y aunque esa vez prosperé,
feliz y bienaventurado,
ahora he caído hasta el fondo,
de mi gloria privado.

La rueda de la Fortuna ha girado:
desciendo empobrecido,
a otro hacia lo alto elevan:
grandemente exaltado
un rey se sienta en la cúspide
–¡cuídese de su ruina!-
pues bajo la tierra, hemos sabido,
Hécuba reina.

EL CISNE ASADO
OLIM LACUS COLUERAM

Antes los lagos surcaba,
antes siempre hermoso estaba,
oh antes, cuando fui un cisne ufano.

¡Pobre! ¡Pobre de mí!
¡Cuán negro estoy ahora
y bien asado!


Más blanco fui que la nieve,
más que todas las aves hermoso;
ay, más negro que un cuervo he quedado.

¡Pobre! ¡Pobre de mí!
¡Cuán negro estoy ahora
y bien asado!

Asándome, el fuego me quema,
vueltas y más vueltas me da el cocinero,
a una mesa me da el mesero en regalo.

¡Pobre! ¡Pobre de mí!
¡Cuán negro estoy ahora
y bien asado!

Mejor era vivir en el agua,
al descubierto siempre en el aire.,
que estar en esta pimienta ahogado.

¡Pobre! ¡Pobre de mí!
¡Cuán negro estoy ahora
y bien asado!

Yazgo ahora en este plato,
volar ya no puedo,
sólo esos dientes rechinando veo.

¡Pobre! ¡Pobre de mí!
¡Cuán negro estoy ahora
y bien asado!

III OTROS POEMAS ADAPTADOS POR CARL ORFF


ABAD CUCANIENSE
EGO SUM ABBAS CUCANIENSIS

Yo soy el Abad Cucaniense,
sólo en mi Consejo tengo bebedores
y a la cofradía de Decio (15) pertenezco.
Si temprano en la taberna alguien me busca,
al atardecer saldrá, pero desnudo,
y así de sus ropas despojado clamará:

¡Ay! ¡Ay!
¿Qué hiciste, Suerte maldita?
¡Toda la alegría de mi vida
has destruido!

(15) Véase nota (11)

Nota (11) p. 59 Decio proviene del francés antiguo dez, 'juego de dados'.


CORTE DE AMOR
AMOR VOLAT UNDIQUE

Dondequiera el amor vuela
cegado por el placer.
Los jóvenes y las muchachas
por merecerlo se unen.

Todo gozo perderá     
la que sin compañero se quede;
en lo más hondo de la noche
y en lo más íntimo de ella
tendrá su corazón preso.

¡Oh, qué amargo!

Días, noches y todo
contra mí se opone.
La conversación de una muchacha
me hace gozar,
muchas veces suspirar,
pero más sufrir.

¡Oh compañeros, acudid!
vosotros que sabéis de lo que hablo,
vosotros que sabéis
de mi sufrimiento oculto;
grande es el dolor,
al menos consideradlo,
por vuestro honor.

Tu hermoso rostro
me cautiva innumerables veces,
pero tu corazón es frío.
Sólo el besarte
me permitirá
seguir vivo.


BLANCA FLOR Y HELENA
AVE FORMOSISSIMA

Tú, la hermosísima,
gema preciosa;
tú, la maravilla de las muchachas,
doncella gloriosa;
tú, luz del mundo,
tú, rosa del mundo.
Blanca flor y Helena.
Venus generosa.



IV POEMAS MORALES Y DE CRÍTICA ECLESIÁSTICA



INTROIBO
CUM VADIS AD ALTARE

Cuando en camino al altar
la misa oficiar desees,
sólo prepararte debes
para al corazón librar
de su viejo fermento;
ofrece así el sacramento:
a Cristo invoca
con este salmo en la boca:
"Júzgame, oh Dios"(16)
(pues Él es tu propia voz),
mas a Israel y a Judá
quítales ya su impiedad.

(16) Es el Salmo 42, que se cantaba al iniciar la misa.

EXORCISMO
OMNE GENUS DEMONIORUM

1

Progenie entera de demonios,
ciegos
y cojos,
atormentadores,
siervos sean de mi mandato
y de las palabras con que los invoco.

2

Creaturas todas espectrales,
que afirman el principado
de la serpiente tortuosa,
            ponzoñosa,
que arrastró por la soberbia
la tercera parte de estrellas,
Gordan,
            Ingordín e Ingordán:
por el sello de Salomón
y por los magos de Faraón
a todos os conjuro,
a todos exorciso
por los tres magos Gaspar,
Melchor y Baltazar,
por el rey David,
que a Saúl confortó,
y cuando lo alegró
los hizo a ustedes huir.

3

Os doy testimonio
y os confronto
por orden del Señor,
no os ocultaréis
otra vez
para atormentar nuestro ser,
comparezcan hoy
para ser desterrados
y que con la desesperanza que dan
vuelvan a habitar el caos.

4

Testifico
y confronto
por el temible,
por el terrible
día del juicio,
de eterno suplicio,
día de lamento
y de eterno sufrimiento,
en que seréis arrastrados
al infierno
y nosotros salvados
por el Eterno

5

Por el nombre admirable
e inefable
del Dios tetragrámaton,
para que os haga temblar
y horrorizar,
os exorciso,
Larvas,
Faunos,
Manes,
Ninfas,
Sirenas,
Adriades,
Sátiros,
Íncubos,
Penates,
para que pronto se aparten
y vuelvan a sus antros
y nunca más corrompan
a los cristianos.

6

Pero dígnate, Dios mío,
salvamos de nuestros enemigos.


LA NOBLEZA ES VIRTUD
NOBILITAS EST VIRTUS

Cuando al vil comenzó a amar la nobleza,
por el vil comenzó la nobleza a envilecerse.

Nobleza a la que probidad no rige ni protege,
inútil yace, en nada gusta, a nadie admira.

La nobleza del hombre es la mente, imagen de la divinidad.
La nobleza del hombre es una limpia descendencia de la
[virtud.

La nobleza del hombre es frenar la furia de los pensamientos.
La nobleza del hombre es aliviar a los humildes oprimidos.

La nobleza del hombre es seguir la ley de la naturaleza.
Nada la nobleza teme, salvo que la deshonren.


CARIDAD (17)
DIC, CHRISTI VERITAS


Di, verdad de Cristo,
di, querida rareza,
di, extraña Caridad:
¿dónde habitas ahora?
¿En el valle de las visiones? (18)
¿En el trono de Faraón?
¿En el poder con Nerón?
¿En una caverna con Theón? (19)
¿En una cesta de mimbre
con Moisés llorando?
¿O en esta heredad de Rómulo
con una Bula fulminado?
2 Responde la Caridad:
"¿Por ...qué dudas, humano?,
¿por qué me buscas?
No estoy, como murmuras,
en el euro ni en el austro,
en el foro ni en el claustro,
en el lino o en el sayal,
en la guerra ni en la Bula.
De Jericó estoy viniendo,
lloro con el herido
a quien dos levitas que pasaban
ninguna ayuda le dieron.” (20)
3 Oh voz profética,
oh Nathán, (21) predica:
¡la culpa davídica
no pequeña aparece!
Dice Nathán: "Ya no clamaré",
y David: "ni yo plañiré",
Cuando se desgarró la ropa de Cristo,
Cristo mismo contra otro Cristo testificó.
¡Ay de ustedes, hipócritas,
que apartan el mosquito! (22)
¡Lo que sea del César, devuelvan,
para que a Cristo sirvan!

(17) De posible atribución a Felipe de Greve.
(18) Véase Isaías 22: 1-5.
(19) Theón fue un anacoreta de la Tebaida, que habitaba en una cueva.
(20) Véase Evangelio según San Lucas 10:30
(21) Véase 2 Samuel 12: 1-15.
(22) Véase Evangelio según San Mateo 23:24

POLVO ERES
ISTE MUNDUS FURIBUNDUS

Falsas alegrías ofrece
este enloquecido mundo:
se marchitan y caen
como los lirios silvestres.
El triunfo mundano y vacío
destruye la verdadera recompensa
pues sólo arrastra y sumerge
en el tártaro a las almas.
Es transitoria la ley
de lo carnal y de lo mortal:
huye, pasa como sombra,
sin cuerpo.
Así como el roble suelta sus hojas,
todo lo que en esta patria
veamos y poseamos,
habremos de dejar, lo perderemos.
Huyamos desconfiados
del placer de esta dulce vida,
no sea que perdamos mañana
la riqueza que sí es valiosa.
Domemos, quebrantemos
las ansias de la carne,
que con los justos y elegidos
en la gloria de los cielos
merezcamos regocijamos
por siglos eternos.

Amén.

ELOGIO DE LOS TIEMPOS IDOS
FLOREBAT OLIM STUDIUM

En otros tiempos floreció el estudio,
que ahora miran todos con tedio;
mucho prosperó el saber,
como hoy la diversión prevalece.
Ya la maldad a los niños
contamina antes de tiempo,
y por estar pervertidos
rechazan toda sabiduría.
En los pasados siglos,
difícilmente los discípulos,
aunque nonagenarios fueran,
aceptaban descansar del estudio.
Y ahora, adolescentes,
se sacuden el yugo y libres ya
se proclaman maestros:
ciegos arrastrando a ciegos,
aves implumes volando,
sordas cuerdas tañendo,
reses en el aula danzando,
con mangos de arado guerreando.
En la taberna Gregorio
discute ya sin gloria;
la severidad de Jerónimo
discute por la más baja moneda;
por una siembra Agustín
y enardecido Benito
en privado discuten
o abiertamente en el mercado.
Ser hacendosa le disgusta a Martha
y a María quedar sentada;
de vientre estéril es Lía
y de legañosos ojos Raquel,
Ya el rigor de Catón
se ablandó en los lupanares
y la castidad de Lucrecia
a toda lascivia sirve;
lo que en otros tiempos repugnaba,
ahora ya resplandece;
lo caliente es frío
y lo mojado seco;
la virtud se torna vicio
y el trabajo se convierte en ocio;
toda cosa correcta
tuerce ahora de senda.

Cavile en esto el hombre prudente,
de corazón limpio y sin culpa,
para que arrepentido no exclame "¡Señor!"(23)
en el Juicio postrero,
pues ya apelar no podría.

(23) Véase Evangelio según San Mateo 7:21.

POR LA CRUZADA (24)
CRUCIFIGAT OMNES. . .

1

¡Oh, que todos se crucifiquen
en la otra cruz del Señor,
en la nueva herida de Cristo!
El árbol de salvación
se ha perdido; un pueblo
extranjero y cruel destruye
al Sepulcro; sola se postra
la ciudad, llena de gente;
el pacto del cordero la violó el macho cabrío;
llora en su heredad perdida
la esposa de Sión; inmolado
es Ananías, (25) postrado
el cuerno de David, flagelado
el mundo;
ya los injustos reprueban
al Justo, ¡a él!, por quien será juzgado
el mundo.

2

¡Oh, cuánta dignidad en su dolor!
Desterrado el rey de todos,
el báculo de los fieles,
soporta el oprobio
de los pueblos infieles;
a una parte del mundo se entrega
el resto entero: con su realeza,
en lamentos y muros
se duele la tierra, y llora
que Moisés sucumba.
¡Hombre, ten misericordia de Dios!
¡Hijo, defiende al Padre Justo!
En lo incierto, lo seguro busca, y del Señor
de Señores llega a merecer los dones
y a mirar sólo la luz en la verdadera Luz.

3

Todo aquel que esté marcado
con la señal de la fe,
con hechos esa fe confirme;
aplaste a los rugientes
cachorros del león.
¡Compadécete y contempla
con razón afligido la pena de Cristo!
Despierta, cristiano:
levántate, mira que no seas acusado
de una frívola fe.

¡Esfuérzate, mártir en agonía,
con la esperanza de la gracia y la corona!
¡Abandona Babilonia,
lucha
por las celestes regiones,
por el agua de vida! ¡Prepárate
a la lucha!

(24) El poema se refiere a la toma de Jerusalén por Saladino, que ocurrió en el año de 1187.
(25) Alude a aquel Ananías que recibió a San Pablo después de la visión de Damasco, según refiere Hechos de los Apóstoles 9:10-18. La tradición de la iglesia oriental lo considera obispo de Damasco y mártir

TRISTEZA DE LOS TIEMPOS (26)
LICET EGER CUM EGROTIS

Aunque afligido entre afligidos
e ignorado entre ignorados,
seré también el pedernal que afila
en sacerdotes que la justicia violen.

¡Lloren, hijas de Sión, lloren!,
los que presiden la Iglesia
sólo de lejos
a Cristo imitan.

Si un fraile cualquiera,
sacerdote o levita,
quiere hacer su petición,
toma esta concurrida vía:

primero hace un pacto
que la Simonía le auspicie,
luego presenta su pago:
tal como lo hizo Giezi.(27)

Postrado está ya el orden clerical
y despreciado por laicos;
puede comprarse a la esposa de Cristo,
que fue la mejor de las mejores;

y venden altares,
venden la eucaristía,
aunque de nada sirva
la gracia vendida.

El don de Dios no se entrega,
sólo por Gracia se tiene;
si es algo que comprarse o venderse pueda,
con la lepra del Sirio se castiga.(28)

Quien de la ambición sea presa,
quien de los ídolos esclavo,
en el templo del Espíritu Santo
no será congregado.

El que vaya en esa dirección
en vano se dirá pastor:
no se comporta como guía
el que a sus pasiones siga.

Porque es la otra,
la hija de la sanguijuela, (29)
a quien la curia venal
quiere desposar.

En los días de juventud
temen los años de la vejez,
que la fortuna los abandone
y acabe con la lozanía de su piel.

Y mientras buscan el remedio,
consiguen todo lo opuesto,
pues en forma de virtud
el vicio les miente.

Y exclaman entonces airados:
¡la santa hostia se vende,

el corazón de los presbíteros se reblandece
y no refrenan la agitación de sus pasiones!

Como si fueran lactantes,
viejos y aun decrépitos
de néctares traicioneros
agotan el veneno.


Por ello nadie vive puro,
el baluarte de la castidad ha caído,
todo lo rige Epicuro,
nadie cree que morir puede.

Gratas son las fiestas;
oro o riquezas,
todo sirve para prepararle
el camino al Pontífice siguiente.

(26) Poema de Gautier de Chatillon. Nació en Lille, hacia 1135. Estudió en París y en Reims y estuvo al servicio de Enrique II de Inglaterra. Quizás murió en Reims, leproso, después de estar en Bolonia y en Roma. Es autor del poema Alejandreida, de donde proviene el poema español del Libro de Alexandre.
(27) Véase 2 Reyes 5:9-27.
(28) Véase nota 27.
(29) Véase Proverbios 30: 15.


LA LEY CAÍDA
ECCE TORPET PROBITAS

Vean a la honradez exánime
y a la virtud enterrada;
parca la liberalidad
y generosa la avaricia;
lo falso diciendo lo cierto
y mintiendo ya lo verdadero.

Todos atropellan la ley
y hacia lo prohibido
legalmente se vuelven.

Reina la avaricia,
reinan los avaros;
con el alma ansiosa
a la riqueza todos aspiran,
como si el sumo bien
gloriarse fuera de una fortuna.

Todos atropellan la ley
y a las más sucias fechorías
como sea se entregan.

Mucho honor tiene decir
que doy, das, dar, di,
palabras que más que las otras
a ignorar los ricos aprenden
que son tan numerosos
como la multitud del mar.

Todos atropellan la ley
y tantas posesiones tienen
que no hay número suficiente.



En todos por igual
está sembrada la ambición;
suciamente muere lo recto;
ninguno es fiel al fiel:
Júpiter a Juno
ni Dido a Eneas.

Todos atropellan la ley
y a sus perversos desvíos
legalmente se convierten.

Si discernir rectamente
Quieres, no es vida
lo que así ciegamente vive
la gente necia;
no está viviendo, no,
quien así viva.

Todos atropellan la ley
y con todas sus obras
la Fe desechan.

FIN DEL MUND0 (30)
VERSA EST IN LUCTUM

Caída en el dolor está
la cítara de Walterio,
no porque se le haya conducido
fuera de la grey del clero,
porque una expulsión lo hiera
o porque en su enfermo retiro
se lamente humillado;
sino porque considera
que el súbito fin
del mundo se acelera.

A todos les gusta ver
que los jueces que hoy
presiden la Iglesia
peores son que los de ayer.

Cuando a las sombras vemos
avanzar por las calles
sabemos por experiencia
que la noche se acerca;
pero cuando los montes
y las colinas y todas
las cosas se oscurecen,
nadie se engaña entonces
diciendo que en todo el mundo
ya es noche.

A todos les gusta ver
que los jueces que hoy
presiden la Iglesia
peores son que los de ayer.


Por las calles pueden verse
laicos sin freno
manchándose en torpes infamias;
príncipes y reyes
a los que, para decirlo en la misma forma,
la lujuria y la ambición
como una noche oscurecen:
el castigo celeste,
con espada de doble filo,
la perdición de ellos madura.

A todos les gusta ver
que los jueces que hoy
presiden la Iglesia
peores son que los de ayer.

Quedan los montes,
que figuran en símbolos
las fuentes de las Escrituras,
los sacerdotes de Cristo;
místicamente son las colinas,
porque ellas la cima de Sión
constituyen
y al mundo por espejo son
si la ley revelada
profanar no desearan.

A todos les gusta ver
que los jueces que hoy
presiden la Iglesia
peores son que los de ayer.

Les place a nuestras colinas
dar a todos pastura,
y preferir comodidades
que vejez santificada;
se hizo hereditario
el santuario de Dios
y para la dote de Cristo
no prefieren hoy
los más sabios en conocimiento
sino sobrinos de los prelados.

Si bien se mira el asunto,
familiares
se suceden en el vicio
y en el beneficio.
Venga en breve,
Jesús, buen Dios,
el término de esta edad,
el año del jubileo.
Muera yo, para no ver
el estandarte del Anticristo,
cuyos predecesores
ya no cuidan la doctrina
por estar desde el Monte de la Consagración
sólo contando riquezas.

(30) Poema de Gautier de Chatillon. Véase nota 26.


CONTRA LOS VICIOS (31)
UTAR CONTRA VITIA

Alzaré contra los vicios
poemas rebeldes.
Miel ofrecen los otros,
pero hiel bajo esa miel esconden;
un corazón de hierro cubren
con una rubia piel,
y con cuero de león
se revisten los asnos.

Disputa con el alma
la apariencia rebelde,
miel de los labios fluye
pero llena de hiel está la mente;
no todo es dulce
en lo que miel parece;
un rostro tienen
bajo el pecho y otro en la piel.

El vicio está en los hechos
y la virtud en la boca;
cubren la oscuridad del alma
de níveo color;
cada miembro se duele
en el dolor de la cabeza
y la raíz tiene el mismo
sabor que la rama.


Roma es la cabeza del mundo,
pero nada del mundo refrena
y todo lo que de esa cabeza depende
es inmundo;
porque un primer vicio
arrastra a un segundo,
y lo hondo exhala
justo lo que en lo hondo tiene.

A todos Roma recibe,
y de todos, a sus cosas;
la curia de Roma
no es más que un mercado;
ahí son vendidos
derechos de senadores,
y todo obstáculo resuelve
el abundante dinero.

Si alguien quiere en sus antesalas
conducir una causa propia
o de algún otro,
esto primero aprenda:
si no da dinero,
todo Roma le niega;
quien más dé dinero,
mejor alega.

Un artículo tienen
en su ley los romanos,
para sólo escuchar a quien solicita
con manos llenas.
Dar deberás, o no te dan;
te demandarán, si demandas,
y en la medida que siembres
cosechar podrás.

El cohecho y la demanda
corren al mismo paso;
trabaja en repartir dinero,
si quieres que trabajen;
no temas a Cicerón
aunque él mismo intervenga,
pues se jacta el Señor dinero
de una elocuencia sin igual.


No hay quien ante el dinero
en esta curia no responda;
gusta la cruz porque gusta su redonda
y blanca moneda;
y como todo les gusta
y a los Romanos agrada,
donde el dinero habla
toda ley calla.

Si con grande dádiva
bien alimentas la mano,
frustrarás a quien te oponga
ya a Justiniano,
ya un canon sagrado,
porque tan vana
esa paja habrá de pasar
y se embolsarán el grano.

Sólo la avaricia
en Roma tejió la Parca,
parcial con quien da dinero
pero nunca con el parco;
el dinero vale por Dios
y los marcos por San Marcos,
pues menos famoso
es el altar que el arca.

Cuando busques al Papa
ten esto bien presente:
no hay lugar para el pobre,
sólo al que favorece le dan,
y si el dinero que ofreces
suficiente no es,
“esta música para mí no basta”,
te dirán.

Si consideramos las cosas de cerca, tiene el Papa
su nombre por lo que hace:
todo cuanto los demás tengan,
toma por su "propia papa",
o si en el verbo francés,
apocopado lo quieres,
paie, paie, "paga., paga", dice su nombre,
"si conseguirlo quieres".

La puerta pide, la escritura
pide, la bula pide,
el Papa pide, el cardenal
pide también,
todos piden, y si dando,
a alguno solo no dieras,
todo en mar salado se torna
para que toda causa naufrague.

Das a éstos, das a aquéllos,
dinero añades al que das,
y cuando suficiente has dado
algo más sobre lo suficiente quieren.
¡Ah!, ustedes, Bolsas abultadas,
vengan a Roma,
que en Roma florece una ciencia
para Bolsas atiborradas.

Cada uno saquea la bolsa
poco a poco:
a lo grande, a lo mayor, a lo máximo,
van haciendo gradualmente el saqueo.
¿Para qué ir diciendo lo que cada uno está haciendo?
Juntémoslos sumariamente;
todos estrangulan la bolsa
y al instante expira.

Pero la bolsa imita al hígado de Prometeo;
huye su ser, para que torne,
muere, para otra vez nacer.

Y de este modo a los cofres
Roma depreda,
para que una vez tomado todo,
todo a llenarse vuelva.

Regresan a la Curia
mostrando en la cabeza episcopales cuernos,
pero las profundidades tiene Júpiter
y ahora el ciclo Plutón;
la dignidad alcanza
al animal más bruto,
como joya en el estiércol
o una pintura en el cieno.

Los ricos a los ricos dan,
para recibir al momento,
y muchas dádivas
entre sí mismos se ofrecen.
Esta es la célebre ley
que esculpir hicieron:
"si tú me das.
yo te daré".

(31) Poema atribuido a Gautier de Chatillon. Véase: nota 26.


POR AMOR DE SIÓN (32)
PROPTER SION NON TACEBO

Por amor de Sión no callaré, (33)
la ruina de Roma he de llorar
hasta que la justicia
entre nosotros se yerga
y como lámpara encendida
brille el justo en la Iglesia.

Humillada en el lodo yace
la principal, sometida a tributo; (34)
lo que se solía decir
de Roma: abandonada.
desolada y afligida, (35)
lo he experimentado en hechos.

Vi la capital del mundo, ¡la vi!,
tan grande como el mar y la profundidad
del estrecho voraz de Sicilia;
allí, en ese otro mar mundano,
allí donde Craso devora del orbe
la plata y el oro.

Allí donde ladra la voraz Escila
y Caribdis codiciosa es más del oro
que de naves;
allí donde corren galeras
y los piratas combaten
(es decir. los cardenales).

Sirenas y escollos hay en este profundo
mar que a todo el mundo
con el naufragio amenaza;
rostros humanos por fuera muestran,
pero en lo oculto del pecho
un deforme demonio acecha.

Toma conforme a la razón
y sin frivolidad
a ese otro mar por Francón: (36)
ahí es donde en ese mar hirviente
es imposible de sus aguas salvar
al que sólo un óbolo entregue.
Baten allí los vientos,
allí se hunden telas,
linos, púrpuras y múrices;
allí el mundo es deglutido,
o mejor, sepultado todo
en el estrecho de Francón.

Francón de nadie se compadece,
a ningún sexo respeta;
a ninguna sangre perdona;
todos a él llevan presentes
y hacia él ascienden
tribus, tribus de Dios.(37)

Perros de Escila pueden ser llamados
los enemigos de la verdad,
los abogados de la curia,
que ladrando componen falsificaciones,
y hunden y a la vez destrozan
las quillas del dinero.

Éste se considera jurisconsulto,
aquél. legislador verdadero,
citando a Gelasio;
y para ganar su causa
este otro promueve la acción
de fijación de lindes.

Pero continuemos con el asunto:
aquí Caribdis se desenfrena,
esto es, la Cancillería:
nadie grato es ahí de gratis,
ni recibe si no hubiera dado
con la gracia de Graciano.

El plomo que aquí se moldea,
sobre el oro y lingotes
de plata domina;
la visión de la equidad
se sienta, lo atestigua Zacarías,(38)
sobre la bula de plomo.

¿Quiénes son las Sirtes y Sirenas?
Quien dulcemente con suaves palabras
se atraen Bizancios:
ofrecen, condescendientes, esperanza,
pero en la borrasca de su mezquindad
quedan vacías las bolsas.

Con dulce canto nos halagan
cual sirenas, y expresan
algo amable como esto:
"Hermano mío, te conozco
y en verdad nada te pido,
puesto que eres de Francia."

Bien nos acogió vuestro país,
y nos recibió benigno
en el puerto del concilio.

¡Eres de los nuestros, de los nuestros!...
¿De quiénes? ¡De los hijos elegidos
de esta sacrosanta sede!

"De los pecados nosotros liberamos
y a los ya aliviados los situamos
en la sede celestial.
Las leyes de Pedro nosotros tenemos
para atar así a todos los reyes
con cadena de fierro."

Así hablan los cardenales,
así suelen halagar al principio
estos dioses carnales:
así inoculan su hiel de dragón
y al último de su exposición
hacen vomitar la bolsa.

Los cardenales, como dije,
con nuevo derecho venden
del crucificado el patrimonio:
Pedro afuera, Nerón por dentro;
por dentro lobos, por fuera cordero
verdadero entre ovejas.

Tales rigen la nave de Pedro,
tales tienen sus llaves
y el poder de ligar y desligar;
éstos nos enseñan, siendo indoctos,
éstos nos enseñan, y es la noche
la que a la noche trata de enseñar la ciencia.

En la galera se asienta una
fiera calamidad del mundo,
que hasta camellos devora;
con disfraz canopeo
devora todo como león
voraz, rugiente.

El príncipe de estos piratas
puede llamarse Pilatos (39)
y entre insidias se asienta;
de enorme vientre y limpia piel,
es un gran monstruo sin virtud alguna
para limpiarse sus vicios.

No es este mar la diosa
Thetis, madre de Aquiles,
de quien tanto hemos leído,
sino la madre de las esterlinas,
la santa hermana de los cofres,
la que todos llaman Bolsa.

En tanto esté preñada, el jefe de la nave
festeja con los piratas
y por amigos los toma;
pero si la Bolsa hinchada no sigue,
surgen vientos, el mar se encrespa
y las quillas se pierden.

Surgen entonces ante la nave escollos,
y cuando todos privados quedan
tanto de dinero como de vestidos,
seguro podrá avanzar ya el viajero,
desnudo y cantando
ante otros ladrones.

¿Quiénes son los escollos? Los porteros,
que dejan, aunque más feroces
que los tigres y las fieras,
entrar al rico lleno de dinero,
mientras que al pobre y necesitado
de las puertas echan.

Pero lo que en verdad quisiera escribir,
es que sólo dos puertos ahí se encuentran,
sólo dos islas,
en las cuales pueden anclar
y reparar sus daños
las quebrantadas naves.

Pedro de Pavía,
electo de Meaux, (40)
justamente puede llamarse puerto;
cuando el mar alza sus olas,
sólo él calma las aguas
y en sí mismo refugia.

Y un puerto mayor se encuentra ahí,
fértil campo, huerto florido,
bálsamo piadoso:
ese es el Alejandro mío; (41)
mío, digo, y a quien dé Dios
una morada en su Paraíso.

Él apoya a los letrados,
y a todos los abatidos por los males,
si él pudiera, levantaría;
verdadero siervo de Dios sería
si al lado de Eliseo
no se corrompiera Giezi.(42)

Mas para que otra vez no me ocurra
en este mar naufragar,
pondré fin a mis palabras,
pues para continuar a salvo
y no ahogarme más mi boca
pongo en custodia.

(32) Poema de Gautier de Chatillon. Véase nota 26.
(33) Se trata de la versión latina del inicio del versículo de Isaías 62:1
(34) Véase Lamentaciones 1:l
(35) Véase Isaías 62:4.
(36) El nombre Francón sirve aquí para encubrir un personaje real.
(37) Véase Salmos 121:4.
(38) Véase Zacarías 5:7-9.
(39) Este nombre sirve también para encubrir a un personaje real.
(40) Fue electo en el año de 1171.
(41) El papa Alejandro III
(42) Véase nota 27.


"La poesía de los Goliardos Carmina Burana"
Prólogo, selección, traducción y notas de Montemayor, Carlos ed. SEP col. Cien del Mundo 1987 1a. ed.