ÍNDICE
La poesía de los
goliardos ... . . . . . . . . . . .. . . . . . .
Nota sobre la presente
traducción . . . . . . . . . . . . . .
l. Poemas líricos
Todo el amor
domina......................
Ven, ven, oh ven. . . . .
. . . .
El bosque florido………….
Rodean mi pecho
suspiros………………
Amor secreto. . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La muchacha de túnica
roja……………….
El don de Venus........
Quien no tiene
amor…………………..
El joven y la muchacha. .
. . . . . . . . . . .
El tiempo es alegre. . .
. . . . . . . . . .
El
sol.....................................
La grata
primavera.........................
El rostro de la primavera.
. . . . . . . . . . . .
Fragmentos de Filis y
Flora. . . . . . . . . . . . . . . . .
II. Poemas de confesión
goliarda y de costumbres
Confesión goliarda……………
La orden de los errantes.
. . . . . . . . . . . . . . . . . .
En la taberna . . . . . . . .
El reyes el
dinero………………………….
El clérigo errante. . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La juventud……………………
El juego de Dios . . . . . . . . . . . . . . .
La suerte. . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Oh suerte……………………
Rueda de la fortuna……………………….
El cisne asado…………….
III. Otros poemas
adaptados por Carl Orff
Abad Cucaniense... . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Corte de amor. . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Blanca flor y Elena. . .
. . . . . . . . . . . .
IV. Poemas morales y
de crítica eclesiástica
Introibo. . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Exorcismo. . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La nobleza es virtud... .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Caridad. . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . .
Polvo eres. . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Elogio de los tiempos
idos. . . . . . . . . . . . . . . . . .
Por la cruzada. . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Tristeza de los tiempos………………
La ley caída. . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Fin del
mundo...................................
Contra los vicios... . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Por amor de Sión . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
ÍNDICE DE LOS TÍTULOS LATINOS
Amor tenet
omnia . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . .
Veni, veni,
venias. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Floret
silva nobilis. . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . .
O mi
dilectissima!
Ignem cecum
sub pectore
Stetit
puella.............
Grates ago
Veneri . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . .
Veris
dulcis in tempore . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . .
Si puer cum
puellula.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Tempus est
jocundum..........
Omnia sol
temperat. . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . .
Ecce gratum
et optatum.....
Veris leta
facies............
Anni parte
Florida.....................
Estuans intrinsecus
ira vehementi ..................
Cum “in
orbem universum" . . . . . . .
. . . . . . . . . . . .
In taberna
cuando sumus
In terra
sumus . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . .
Exul
clericus . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Dum
iuventus floruit. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Ludit in
humanis. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
O fortuna
levis!..............
O fortuna
velut luna................................
Fortune
plango vulnera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Olim lacus
colueram . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Ego sum
abbas cucaniensis . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . .
Amor volat
undique .....
Ave
formosissima .......
Cum vadis
ad altare .....
Omne genus
demoniorum
Nobilitas est virtus.......
Dic, Christi veritas ......
Iste mundus furibundus ..
Florebat olim studium ...
Crucifigat omnes... . . . . . .
Licet eger cum egrotis ...
Ecce torpet probitas .....
Versa est in luctum ......
Utar contra vitia ........
Propter Sion non tacebo………..
LA POESÍA DE LOS GOLIARDOS
"Homero era un gran
clérigo", escribió Benito de San Mauro en su viejo poema sobre Troya. Esta
insólita afirmación nos ilustra sobre la imagen que el clérigo tenía de sí
mismo en la Baja Edad Media. Estudioso y poseedor único de la cultura latina y
de las letras sagradas, veía al más grande poeta de la antigüedad como alguien
semejante a él. (No podía pensar de otra manera.) A ello persuadían varios
elementos históricos, fundamentalmente literarios, pues la permanencia del
latín, que se llamaba lengua de los clérigos, el nuevo esplendor de esa lengua
en la poesía y en la ciencia, su expansión a otros países -especialmente
eslavos y escandinavos-, y su importancia en Europa como elemento primordial de
internacionalidad, era una obra de clérigos. La poesía de los goliardos fue
parte de la vida literaria de la Baja Edad Media: fue parte de la poesía que se
escribió en latín, en esa lengua de "nuevos homeros".
Surgió al lado de cierta
poesía latina que, más para ser leída que cantada, tendía hacia las formas y
las metáforas grecolatinas, en la línea divisoria de la versificación cuantitativa
y la versificación silábica. La poesía de los goliardos fue una expresión más
libre, que suponía la misma preparación que la otra, que utilizaba la misma
lengua de letrados, pero que se apartaba de las metáforas clásicas y que
entonaba con rima exorcismos, peticiones de limosna, reflexiones sobre el
destino endeble de los hombres, o también la alegría, la gran euforia por la
embriaguez y el vino, escarneciendo lo bello y lo bueno, lo sagrado y lo
profano.
Probablemente los
goliardos presentaron dos rasgos comunes: la pobreza, no como un voto
religioso, sino como una molesta y terca realidad, y la marginación: no fueron
clérigos cultos, aposentados en conventos o abadías, provistos de bibliotecas y
costumbres confortables: tampoco vivieron entre los trovadores, que cantaban
las hazañas de héroes y ejércitos en los salones aristocráticos y reales: al
parecer, tampoco participaron del mundo del bajo pueblo ni de los juglares,
pues muchas poblaciones los atacaron con legislaciones aberrantes. Acaso
tendremos que ver en ellos un grupo maldito, una "actitud" maldita,
una casta de intelectuales nefastos o terribles, que escarnecieron todo, que
cuestionaron todo, y que gustaban de entregarse, en su miseria errabunda, a la
sensualidad y a la embriaguez, al canto de taberna. Se llamaron a sí mismos
clérigos errabundos o vagantes, y desde fecha muy temprana fueron impugnados:
en el siglo X los mandaron rapar por redadas para borrarles la tonsura
clerical: en 1223 se les prohibió cantar en las misas versos religiosos:
diversos decretos, leyes, ordenanzas y concilios les prohibieron cantar y
comportarse conforme al espíritu de sus poemas: muchos fueron excomulgados y a
otros se les privó de sus privilegios eclesiásticos y quedaron sujetos a la
jurisdicción secular.
Se autonombraron goliardos
porque afirmaban descender del gigante Golias, emparentado con el Goliat
bíblico. Tratadistas modernos quisieron atribuir a algún poeta ese nombre:
después, ver en él a un autor colectivo y anónimo. Sólo podemos asegurar que el
carácter errante de los goliardos facilitó la difusión de esa poesía, cuyo
mejor ejemplo es el Carmina Burana, y
cuyos autores fueron clérigos de ninguna manera anónimos, como el espléndido
Hugo de Orleans y Pedro de Blois.
Tras el espíritu goliardo
se escondía el fermento no sólo de la alegría mundana del siglo XII, sino el
del pensamiento averroísta de la Universidad de París y el de algunos
movimientos heréticos. Esta carga intelectual: su alegría por el doble sentido
del lenguaje; su devoción por la rima; la pobreza; la libertad y la alegría,
fueron también, a su vez, el fermento de los elementos memorables que el ingenio
popular mantendría vivo hasta el Renacimiento, en cierta zona del humanismo que
continuara el espíritu goliardo. Se trataba de escarnecer todo lo establecido,
cuestionar, mediante la sorna y la risa, todo lo sagrado, puro o decoroso de la sociedad y de las letras.
Esta poesía muestra un
aparente desaliño y frivolidad. Su métrica es simple, isosilábica las más de
las veces, y en varios casos forman sus hemistiquios y estrofas con metros
clásicos, trocaicos y yámbicos, sin faltar incluso algunos ejemplos de dísticos
elegíacos. La rima fue quizás su mayor descubrimiento formal, aunque la
utilizaron sin el artificio que alanzaría con los poetas provenzales e italianos
posteriores. El lector que paso a paso penetra, por otro lado, en el concepto
de los poemas, descubre gradualmente en su imagen de superficialidad un hondo
conocimiento del hombre, una fuerte actitud crítica y una sabia depuración de
lenguaje. En este aspecto, la Confessio
Goliae o Confesión de la Golia es un poema de importancia capital para
comprender a estos poetas medievales. Afirman, primero, lo efímero de la
naturaleza humana:
factus de materia
similis sum folio
levis elementi
de quo ludunt venti
hecho de una materia
semejante soy a una hoja
de voluble elemento.
con que el viento juega
No remite quizás a la vieja imagen homérica de que los hombres somos como
las hojas, sino a la materia inconstante de la Fortuna, a la que en tantos
sitios le llaman Fortuna levis, es
decir, Fortuna voluble. En estos
elementos inconstantes ve el autor sobre todo un carácter de libertad y de
plenitud, como aquí:
. . .yo me comparo
al río que se desliza
y que jamás bajo un mismo
cielo permanece
O también aquí:
Feror ego veluti
sine nauta navis
ut per vias aeris
vaga fertur avis
Llevado soy, también,
como
barco sin tripulante,
o como, errabunda, las
rutas de los vientos
llevan al ave
Por ello esta cuarteta
explica, concluyendo:
non me
tenent vincula,
non me
tenent clavis:
no me retienen cadenas,
no me retienen llaves
Para estos monjes errantes, pues, su vagabundeo era sin límites. Celebran
una materia de elementos inconstantes porque ven a la Fortuna como lo más
cercano a su propia inconstante vida. Pero, además, nos advierten que el mundo
sólo se rinde a los pies de esa leve materia universal que es la Fortuna. Es
interesante que afirmen, al expresar su libertad:
quero mei similis
et adiungor pravis
busco a mis iguales,
me uno a los perversos
Es decir, la libertad es de aquellos que han abatido toda regla, todo
límite, toda buena manera o candado intelectual, moral o social. Y éstos son de
la misma naturaleza que la Fortuna, que rige el mundo humano. Pero al
reconocerse compuestos de la misma materia inconstante que la Fortuna, se
convierten en los hijos o en el pueblo escogido de esa verdad universal. Aquí
es sorprendente uno de los dísticos más bellos del Carmina Burana, pues acerca
peligrosamente el Poder Divino a la Fortuna:
Ludit in humanis divina potentia rebus
et certam presens vix habet hora fidem
Con las cosas humanas
juega el poder divino:
poca confianza nuestro
instante merece
Por otro lado, las referencias evangélicas son abundantes en esta
Confesión, si bien sólo para eludirlas, contradecirlas o para subrepticiamente
reclamar la libertad de la vida con divinidades no cristianas. Es evidente, por
ejemplo, que la abundante mención de Baco y de Venus se sobreponen a la
castidad y la sangre de Cristo. Otros pasajes aluden descamadamente a las vocaciones
de estos monjes goliardos, al reconocer la fuerza erótica de Venus:
quidquid
Venus imperat,
labor
est suavis,
quae
numquam in cordibus
habitat
ignavis
todo lo que Venus ordena
es sólo obligación dulce,
pero nunca en débiles
corazones se aposenta
También son interesantes
estos alegres versos:
Quis
Papie demorans
castus
habeatur:
ubi
Venus digito
iuvenes
venatur,
oculis
illaqueat,
facie
predatur?
¿quién que se demore en
Pavía
podrá casto quedar:
allá donde Venus con un dedo
caza a los jóvenes,
con los ojos los prende
en redes
y con el rostro los
consume?
No menos notable, puesto que puede sustituir la conocida frase de que todos
los caminos conducen a Roma, es el verso:
Veneris in thalamum
docunt omnes vie
al lecho de Venus todos
los caminos conducen
Son significativamente rebeldes o escandalosas las afirmaciones de la Confessio Goliae que tienen como
referencia concreta un versículo bíblico. El primer ejemplo aparece en la
segunda estrofa y alude a Mateo 7:24, al hombre sabio que edifica sobre la
piedra, sólo para que el mismo poeta se compare con el río que no permanece en
ningún sitio. Hay otra referencia al ancho camino de perdición de Mateo 7: 13:
Via lata gradior
more inventutis
Ando por el ancho camino
de la loca juventud
que se ve acompañada de la explicación:
implico me vitiis
immemor virtutis
me abrazo a los vicios
de la virtud me olvido
Si en Lucas 2:7-14 leemos que al nacer Jesucristo los ángeles se acercaron
a cantar "Paz en la tierra y en el cielo Buena Voluntad para los
hombres", en la Confessio Goliae
leemos que al morir el poeta embriagándose en la taberna también coros
angélicos estarían cantando:
Meum est propositum
in taberna mori
ut sint vina proxima
morientis
ori
tunc
cantabunt letius
angelorum chori:
“Deus sit propitius
huic potatori“
Es mi voluntad
en una taberna morir,
y que el vino esté
cercano
a los labios del
moribundo
cuando alegres canten
los coros angélicos:
”Sé benigno, oh Dios,
con este bebedor."
La prodigalidad pagana del poema se ve enriquecida por la presencia de
otros dioses grecolatinos. El corazón del goliardo no canta como David o
Salomón, sino:
dum in’arce cerebri
Bacchus dominatur,
in me
Phebus irruit
et miranda fatur
hasta que dentro del
cerebro
Baco domina,
irrumpe en mí Apolo
con canto admirable
Al final del poema,
cuando el goliardo dice arrepentirse y reconocer las divinas reglas de la
Iglesia, leemos:
homo videt faciem,
sed cor patet Iovi
el hombre conoce el
rostro,
ante Júpiter el corazón está
abierto
¡Esto es, no es Dios quien conoce el corazón, sino el mismo Dios Olímpico!
Aquí, y en el final del poema, hay una indudable coherencia con el principio
que siempre amaron:
quod
caret dulcedine
nimis
est amarum
lo que de dulzura carece
es lo más amargo
Pero este poema no trata solamente de una diferencia expresa del clérigo
sobre su propia profesión de fe. Contiene también sus diferencias explícitas
respecto a otros poetas, quizás con aquellos clérigos aposentados en abadías y
bibliotecas confortables y lujosas:
Loca vitant publica
quidam poetarum
et secretas elegunt
sedes latebrarum;
student, instant, vigilant,
nec
laborant parum
et vix
tandem reddere
posunt
opus clarum
Algunos poetas evitan
estar entre muchedumbres
y apartadas habitaciones
como refugio eligen:
estudian., se empeñan, se
desvelan,
trabajan sin suspiro
y difícilmente al final
logran
terminar una obra bella
El autor de la Confesión se burla
diciendo que ayunan y se abstienen de la vida disipada de los monjes errantes,
pero:
et ut
opus faciant,
quod non
possit mori,
morientur studio,
subditi labore
y mientras hacen una obra
que morir no pueda
ellos por el estudio
mueren,
al trabajo sometidos
En cambio, nuestro poeta declara que es incapaz de escribir un solo verso
sin beber, con una célebre imagen que nos recuerda a Gonzalo de Berceo:
ego versus faciens
bibo vinum bonum
...tale vinum generat
Copia sermonum.
haciendo un verso,
beba yo un buen vino...
. . .de tal vino nacen
abundantes discursos.
Lo que le permite estos
versos concluyentes y vanidosos:
Tales versus facio
quale vinum bibo,
nihil possum facere
nisi sumpto cibo;qnihil valem penitus
Quae ieiunus scribo,
Nasonem post cálices
carmine preibo
Tales son mis versos
como el vino que bebo,
nada puedo hacer
si no me lleno,
nada en absoluto vale
lo que escriba en ayunas
pero después de las
copas,
a Ovidio en poesía supero
Empero, aun para estos monjes era excesivo celebrar los vicios, unir su
carácter de monjes con el de hombres profanos y sofocar totalmente su
conciencia de lo justo. A ello debemos algunas cuartetas en las que el poeta se
desdice de todo lo que ha hecho:
vita vetus displicet,
mores placent novi,
homo videt faciem,
sed cor patet Iovi
la vieja vida me
disgusta,
nuevas costumbres quiero,
el hombre conoce el
rostro,
ante Júpiter el corazón
está abierto
Quizás el sentido de una nueva y vieja vida sea el de San Pablo; quizás el
goliardo, al celebrar el libertinaje, haya vislumbrado desde las profundidades
de la sensualidad y la embriaguez cierta pureza, cierta comprensión de la vida
humana. Pues es notable que grandes bebedores capaces de escuchar agonizantes
los coros de los ángeles, puedan decir también:
renovatus animo
spiritu renascor,
quasi modo genitus
novo lacte pascor,
ne sit neum amplius
vanitatis vas cor.
con renovada fuerza
el espíritu renace,
como recién nacido
nueva leche desea,
para que no sea ya mi
corazón
el vaso de lo vano
En efecto, estas imágenes hacen compleja la Confessio Goliae. No son una celebración superficial, externa, del
vicio; tampoco, un arrepentimiento formal, como lo sugiere el título mismo: una
confesión de pecados. Se trata de una
visión más a fondo de la naturaleza humana, o mejor aún, de los valores en que
la inconstante naturaleza humana cree sustentar sus propias debilidades y sus
propias carencias. Al parecer, en la más pasajera sustancia de los cuerpos y en
la más disipada y miserable vida, los goliardos trataron de proponer cierta constante: la conciencia de la propia inconstancia
humana. El Poder Divino, la Fortuna y la Naturaleza Humana no son un mero juego
de palabras. Sobre todo, porque además de valores morales, zahieren órdenes
sociales y políticos como el de los reyes, la riqueza y la organización
eclesiástica misma. Dice la Fortuna
Imperatrix Mundi:
in Fortune
solio
sederam elatus…
nunc a summo corvi
gloria privatus
en el trono de la Fortuna
me senté enaltecido...
ahora he caído hasta el
fondo,
de mi gloria privado
Este poema no sólo expresa la exaltación o caída individual, incluye
también los elementos gloriosos de la realeza:
Fortuna rota volvitur:
descendo minoratus;
alter in altum tollitur;
nimis
exaltatus
rex
sedet in vértice
-caveat
ruinam!
nam sub axe legimus
Hecubam reginam
La rueda de la Fortuna ha
girado:
desciendo empobrecido;
a otro en lo alto elevan;
grandemente exaltado
un rey se sienta en la cúspide
-¡cuídese de la ruina!,
pues bajo la tierra,
hemos leído.
Hécuba es reina
Es evidente que cantar el entronizamiento de un rey o de otro, en el
momento en que esto se escribe, implicaba una opinión crítica sobre la nobleza,
pues se iguala a los reyes con la condición humana que la Fortuna eleva o
abate. El tono de desenfado recuerda también el de la mejor y demoledora imagen
de todo lo hermoso: el magnífico poema de Cygnus
Ustus o Cisne Asado, en que muchos de los elementos tradicionalmente
venerados se ven aquí burlados y destruidos. Los versos:
Olim lacus colueram
olim pulcher exstiteram
...Eram nive candidior,
quavis ave formosior,
modo sum corvo nigrior.
Antes en el lago vivía,
antes era bello...
Era más blanco que la
nieve,
más hermoso que todas las
aves,
y ahora más negro que el
cuervo soy.
expresan sarcásticamente la destrucción de la candidez y la hermosura. No
menos grave es la burla de la libertad que gozaba el cisne:
Mallen in aquis vivere
nudo samper sub aere,
quam in hoc mergi pipere.
Mejor era vivir en el
agua.
al descubierto siempre en
el aire,
que estar en esta
pimienta inmerso.
En la última estrofa queda una última sonrisa para el afán de elevación,
quizás también de libertad:
Nunc in scutella iaceo,
et volitare nequeo,
dentes frendentes video.
Yazgo ahora en este plato
y volar ya no puedo;
dientes rechinando veo.
Todo este derrumbe de lo bello, lo blanco, lo libre, lo elevado, se ve paso
a paso subrayado por el estribillo:
Miser!
Miser!
modo
niger
et ustus
fortiter
¡Pobre! ¡Pobre de mí!
¡Cuán negro estoy
y bien asado!
Esto es, para recordar a nuestro Enrique González Martínez, los goliardos
no sólo le torcían el cuello al cisne, sino que se lo comían. Pero, habíamos
dicho, no sólo contra valores y contra reyes habían enderezado sus ataques los
monjes goliardos. Lo hicieron también sorprendente y certeramente contra la
organización eclesiástica misma. No son los únicos, en la obra de estos poetas,
los versos iniciales de la Curia Romana,
que bien pueden anticipar los desencantos de Lutero:
Bulla fulminante
sub iudice tonante,
reo appellante,
sententia
gravante,
Veritas
oprimitur,
distrahitur
et
venditur
Iustitia
prostante;
itur et
recurritur
ad
Curiam, nec ante
quid consequitur,
quam exuitur quadrante
Bula fulminante
de juez tonante,
reo apelante.
sentencia agravante,
la verdad oprimida,
destruida.,
y vendida
prostituida la justicia:
ir y venir
a la Curia., pero nada
poder conseguir
hasta no soltar una
gananciosa carnada
Pero éste no era sólo un afán destructor. Es seguro que desde el fondo de
estas ruinas morales, eclesiásticas, palaciegas, que serían la contrapartida de
su vida sensual y disipada de taberna el goliardo avistara una idea de
virtudes, de dignidad humana. Esta dignidad, no equiparable a la materia levis, a la materia inconstante
de que está hecho todo lo que de la Fortuna depende (sea esto, repetimos,
realeza, dinero, amor, juventud), es un elemento permanente de que dan cuenta
muchos poemas goliardos que critican la organización eclesiástica y las falsas
virtudes, y que se concentran en el bello poema Virtu est Nobilitas, en el cual hay impecables versos como éste:
Nobilitas hominis
mens est, deitatis imago.
(La nobleza del hombre es
la mente,
imagen de la Divinidad.)
O éste:
Nobilitas hominis
nisi turpia nulla timere.
La nobleza
sólo deshonrarse teme.
El siguiente pasaje sin duda contiene uno de los pensamientos más firmes de
esta poesía, coherente con toda la burla, con todo el escepticismo de los
valores que rechaza:
Nobilis est ille
quem virtus nobilitavit;
Degener
est ille,
quem
virtus nulla beavit
Noble es aquel
que lo ennobleció la
virtud;
Vil el que
la nobleza en nada logró
hacer dichoso
versos que recuerdan la misma nitidez que tiene, en su paralelo, la hermosa
carta que envió Gargantúa a su hijo Pantagruel, cuando este último estaba en
París, para orientarlo en los claros estudios del humanismo. Estas
contradicciones, o mejor, estas paradojas, no se resuelven como meras
concesiones. Forman parte quizás de una esencia, de un descubrimiento profundo,
de un intento por unir una comprensión más veraz de la vida humana. Podríamos
contemplar la poesía goliarda no sólo como el vicio ostentoso, sino como la
sistemática entrega a la vida, comprendiendo a profundidad el destino humano
inconstante, la naturaleza humana inconstante, en que forman parte de la
Fortuna tanto las virtudes socialmente aceptadas, como los vicios también socialmente
rechazados. En el fondo, la virtud y la fortuna se unen en la conciencia del
ser humano. Esto ya no es eclesiástico ni vicioso; tampoco, un canto a la
virtud; es una comprensión, detrás de su complejidad, de la naturaleza humana. Y
esta comprensión es júbilo, un grito ensordecedor de vitalidad sorprendente,
una confesión de sagacidad y aparente frivolidad.
El gigante Golias, manifestaba, como el pueblo, en efecto, todos los
valores de la risa, la incredulidad, el hambre y la sed; vivía en tabernas, en
riñas; era bebedor y tramposo, y devoraba mesas enteras cuando se le presentaba
la oportunidad. Tal fue, también, el aura que rodeó a los gigantes rabelesianos,
a Pantagruel y Gargantúa: el mismo y alegre recobramiento del cuerpo, de lo
sensual, de la embriaguez. Entre las estrofas del In taberna quando sumus goliardo y el capítulo quinto de la Vida del gran Gargantúa, hay la misma
alegría de la vida, el mismo gozo: el goliardo puede entonar sus alegres
estrofas de bebedores con el aire de los Dies
Irae; los borrachos de Gargantúa, bajo la misma alegría, mezclan los ritos
sagrados y litúrgicos con los juegos verbales de la embriaguez. Se trató de una
eclosión en el sobrio paisaje de la intelectualidad clerical europea: la
eclosión de lo sensual, del pueblo diabólico e incrédulo y escarnecedor; de una
corriente cuestionadora que ascendía por el árbol latino, religioso, literario.
El clérigo está en su campo: suyo es el mundo latino, el religioso, el profano.
Canta, como dueño de la cultura, el gozo ahora de adueñarse de la vida.
El espíritu goliardo, aunque fue de ruptura en su inicio, se convertiría en
una tradición, avanzaría indeteniblemente hacia el Arcipreste de Hita y
después, fusionada con la nueva elegancia renacentista, se llamaría Bocaccio, se
llamaría Chaucer, se llamaría Rabelais. Incluso, como esta incontenible fuerza
se expresaba entre cofrades, en la lengua de los clérigos mismos, una crítica
clerical así lo haría más adelante el cáustico Erasmo en su Elogio de la locura: dicho en latín, todo
era posible, porque lo sagrado y lo profano eran propiedad de un mismo grupo, de
los clérigos, de los verdaderos letrados.
Sordos a la poesía heroica; a las gestas de reyes y de caudillos; apartados
de las salas señoriales y principescas; fuera de las bibliotecas y reposadas
cámaras de los clérigos que se empeñaban en recuperar las métricas horacianas y
el arte de las breves y largas; al margen de la nutrida proliferación de poemas
en lenguas vulgares, de reinterpretaciones en lengua vulgar de poemas clásicos
y de cantares de gesta; al margen de todo, estos monjes errantes, vestidos con
raídos sayales se volcaron antes que los trovadores de amor, antes de los Minnesinger, hacia la rima, hacia el
amor puro y sensual, hacia la libertad jocunda y sensual de cantar. Maestros
vivaces y decididos a conquistar la vida, los goliardos fueron, acaso, nuestros
primeros contemporáneos, los primeros poetas que desde la Baja Edad Media tendieron
sus manos hacia nosotros, hacia el Renacimiento, hacia la irrefrenable vida
real desde donde aún los escuchamos.
Carlos Montemayor
México, 1985
NOTA SOBRE LA PRESENTE TRADUCCIÓN
He tratado de reunir en esta selección los más representativos poemas de Codex Buranus, o poemas del códice de
Beuern, que en latín se conocen como Carmina
Burana. Fueron compuestos a finales del siglo XII y a principios del siglo
XIII por poetas de procedencia especialmente francesa y alemana. Los nombres de
muchos de ellos se han perdido, pues el códice del Monasterio Benedictino de
Beuern, en Bavaria, fue escrito en el siglo XIII. Schmeller los publicó por vez
primera en 1847 y las ediciones críticas preparadas por Hilka y Schumann
aparecieron en 1930 y en 1941. He utilizado para esta traducción la edición
latina de los Carmina Burana selecta,
Canti goliardici medievali, tomos I y
II, a cura de Luisa Vertova, Edicioni Fussi, Casa Editrici Sansoni, Firenze,
1952; Carmina Burana, Benediktbeurer
Lieder, ausgeäwhlt und übertragen von Ernst Buschor, Insel Verlag, Francfort,
(s/f); Cantos de goliardo (Carmina
Burana), prólogo de Carlos Yarza, traducción de Lluis Moles, Seix Barral,
Barcelona, 1978. Aunque los poemas latinos no siempre siguen una sola forma
métrica, predomina en ellos un verso de dos hemistiquios, con una cadencia que
llega a ser monótona y un apoyo fundamental en la rima y en la asonancia
interna. Me propuse, en orden de importancia, ser fiel en la traducción literal
del concepto del poema; después, intentar en español versos con asonancias
internas que pudieran ofrecer, en su eco, la música de los poemas latinos; por
último, evitar, en lo posible, la rima y los versos medidos, cuando esto
significara, a mi gusto, una pérdida del valor poético que fuera posible obtener
en español por el concepto, por la secuencia acentual de la cadencia de una
estrofa, o por la asonancia interna que se produjera de una estrofa a otra. En
cuanto a las notas, las reduzco a los mínimos datos de atribuciones de autor y
de referencias bíblicas o históricas. Las cuatro secciones de la antología, por
último, las he establecido con el único fin de agrupar los poemas según el tema
que en ellos resalta.
1 POEMAS LÍRICOS
TODO EL AMOR DOMINA
AMOR TENET OMNIA
Todo el amor domina,
lo más secreto del
corazón nos cambia
pero del desapego se
queja.
El Amor es más dulce que
la miel,
pero más que la hiel
amargo.
El Amor es ciego
es frío y cálido
y tibio.
es audaz y ruidoso,
fiel y pérfido.
El Amor es inocente y
astuto;
enrojece el Amor y
palidece,
terrible para todos
el Amor es y clemente,
constante es, e inconstante.
El Amor profundo
ejerce el imperio.
Juega el Amor en el lecho
en el silencio de la
noche;
y cae en su propio
engaño.
Dondequiera el amor vuela
cegado por el placer.
Muchachas, muchachos
que acompañáis...
la que sin compañero se
encuentre
habrá perdido en verdad
toda gloria;
tendrá en lo más íntimo
de ella
y en lo más hondo de la
noche
su corazón apresado.
¡Oh, cuán amargo!
VEN, VEN, OH VEN
VENI, VENI, VENIAS
¡Ven, ven, oh ven,
no hagas que me muera!
Hermoso es tu rostro,
tus penetrantes ojos,
las trenzas de tus
cabellos.
¡Ah, toda tú, bella!
Más sonrojada que la
rosa,
más blanca que el lirio,
más hermosa que todas,
¡Siempre en ti me glorío!
EL BOSQUE FLORIDO
FLORET SILVA NOBILIS
Florece el bosque de
nobles
flores y follajes.
¿Dónde está
mi antiguo amante?
¡Desde aquí cabalgaba!
¡Ah! ¿Quién me amará?
RODEAN MI PECHO
SUSPIROS
O MI DILECTISSIMA
¡Oh tú, mi más amada!
¿con rostro serenísimo
y con la mente cuidadosa
leerás cuanto refiere mi
carta?
¡Canten! ¡Canten!
¡Mi compañero no me reprocha!
“¿Quién es esta muchacha”
te decía, ‘tan blanca,
en cuya faz resplandece
tanto el candor como el
rubor?”
¡Canten! ¡Canten!
¡Mi compañero no me reprocha!
En tu rostro se muestra
cuánta es la nobleza
que en tu seno
mezcla la sangre y la
crianza.
¡Canten! ¡Canten!
¡Mi compañero no me reprocha!
¿Quién es esta muchacha,
dulce y gratísima,
por cuyo amor ardo en
deseos
y apenas vivir puedo?
¡Canten! ¡Canten!
¡Mi compañero no me reprocha!
Alrededor de mi pecho
se agitan por tu belleza
innumerables suspiros.
¡Ah!, desdichadamente me
hieren.
¡Canten! ¡Canten!
¡Mi compañero no me reprocha!
Me iluminan tus ojos
como los rayos de sol.
como el esplendor del
relámpago
que llena de luz las
tinieblas.
¡Canten! ¡Canten!
¡Mi compañero no me reprocha!
AMOR SECRETO
IGNEM CECUM SUB
PECTORE
Amado: Un ciego fuego en
el alma
me devora hace largo
tiempo,
un fuego que ata a los
hombres con increíble fuerza
y que en todo su cuerpo
se difunde...
Amada: La esperanza del
amor es la duda,
o es verdad o es lo
contrario.
La virtud necesaria
del amante es la
constancia...
¡el fuego que corre por
el pecho
puede apagarse en otros
brazos!...
Amado: Y amando no se
apaga del todo,
sus rescoldos
son ya inextinguibles,
Es por eso que de ti
depende
que yo muera o que siga
vivo.
Amada: ¿A qué te vuelves?
¡Por evitar
los peligros inminentes
que me rodean?
Hay padre, madre,
hermano.
que cuatro veces al día
por ti me reprenden
y ancianos que desde los
cuartos y jóvenes que
[desde atalayas
coartándonos nos
vigilan...
Es por ello digno de los
hombres honestos
no provocar indicios,
pues por ellos el rumor
maligno corre entre la
gente.
Amado: ¡ Pero temes en
vano!
Lo tengo tan secreto
que ni Vulcano
acecharía con sutiles
redes.
Amada: En la balanza duda
mi mente
fluctuando contradictoria
entre el amor ansioso y
el pudor.
Pero elijo lo que veo;
ofrezco el cuello al
yugo,
y es suave entregarme a
este yugo.
Amado: No has hablado
bien
de este secreto yugo de
Venus,
porque nada es más libre,
más tierno ni más dulce.
¡Oh cuán tiernos son sus
goces!
Las virtudes de Venus son
siempre en secreto.
¡Apresurémonos ahora a
tomar sus dádivas!
Carecen de gloria las que
se obtienen ya tarde.
Amada: ¡Ah. dulcísimo!
¡Toda yo me someto a ti!
LA MUCHACHA DE TÚNICA
ROJA
STETIT PUELLA
La muchacha se detiene,
de roja túnica;
cuando alguno la toca,
se estremece la túnica,
¡ea!
La muchacha se detiene,
cual una pequeña rosa:
su rostro es esplendoroso
y sus labios florecen,
¡ea!
EL DON DE VENUS
GRATES AGO VENERI
Gracias doy a Venus,
que propicia
me fue con su aprobadora
sonrisa
por concederme,
de la muchacha
mía, el grato
y deseado
triunfo.
Mucho tiempo combatí
sin que pudiera
gozar su recompensa;
me siento ahora dichoso
y apacible
por el rostro de Dione.
De mirar, conversar,
tocar, besar,
me había concedido mi
novia el placer,
pero aún lejano estaba
el último y mejor
límite
de su amor.
Y de no trasponerlo,
todas las otras cosas,
las que antes me diera,
origen de mi sufrimiento
fueran.
A la meta me acerqué,
pero con tierno llanto,
oh mía, me turbaba;
dudaba aún
en desatar los virginales
cerrojos
de su pudor.
Llora y bebo sus lágrimas
dulcísimas,
y cuanto más así me
embriago,
más la pasión
me consume.
Pero mejor saben los
besos
cuando se prueban con
lágrimas,
y más las íntimas caricias
al alma excitan.
Por eso, cada vez más
dominante
y doloroso
es el calor con que la
llama me quema;
pero el dolor de ella
se sale
con fuertes sollozos
sin que mis ruegos
lo aplaquen.
Súplicas añado a súplicas
y más besos a los besos,
pero ella más llanto a su
llanto
y más discusión a la
riña.
Me mira ahora
con ojos rivales,
ahora ya suplicantes.
Ahora en la pelea se
ensaña,
ahora suplica,
y mientras más suavemente
pido,
más sorda a mis ruegos
se queda.
En exceso audaz, a la
fuerza recurro,
ella encaja las agudas
uñas,
arranca cabellos,
valiente me rechaza
con fuerza
y se dobla
y las rodillas
cruza
para que la puerta
del pudor no sea abierta.
Pero al final avanzo en
la lucha,
sólo decidido al triunfo.
Con un abrazo
reafirmo mi fuerza,
los brazos
suyos envuelvo,
la aprieto cubierta
de besos
hasta que se abren
las suntuosas puertas de
Dione. (1)
Y esto place a ambos,
y dándome besos de miel,
más dulce mi amada
me reprende menos.
Y sonriente, medio
cerrados
los trémulos ojos,
después de un suspiro
que aún es ansioso,
se adormece.
(1) Dione es una divinidad griega relacionada con la encina y diversos
cultos. Aquí se le menciona por su relación con Afrodita, a quien se le llamó ‘hija
de Dione’.
QUIEN NO TIENE AMOR
VERIS DULCIS IN
TEMPORE
En esta época de la dulce
primavera,
bajo el árbol florecido
está.
con su hermana, Juliana.
¡Dulce amor!
El que a ti no te tiene ahora,
nada tiene.
Vean cómo florecen los
árboles,
y cantan alegres las
aves,
y arden también las
muchachas.
¡Dulce amor!
El que a ti no te tiene ahora,
nada tiene.
Vean florecer los lirios
y a las muchachas ofrecer
hasta el más alto
de los dioses acopladas
canciones.
¡Dulce amor!
El que a ti no te tiene ahora,
nada tiene.
Si a la que deseo yo
tuviera
entre la espesura, bajo
el follaje,
¡con qué placer la
besaría!
¡Dulce amor!
El que a ti no te tiene ahora,
nada tiene.
EL JOVEN Y LA MUCHACHA
SI PUER CUM PUELLULA
Si un joven y una
muchacha
en el cuarto permanecen.
¡feliz unión,
amor creciente,.
que con semejante remedio
lejos arrojan el tedio!
Se hace un juego inefable
de miembros, brazos,
labios...
¡feliz unión,
amor creciente,
que con semejante remedio
lejos arrojan el tedio
EL TIEMPO ES ALEGRE
TEMPUS EST JOCUNDUM
El tiempo es alegre,
¡oh muchachas!
Alégrense ahora,
¡oh jóvenes!
¡Ah!
¡Todo en mí florece!
Por el amor de las muchachas
me enciendo entero,
¡Por un nuevo, un nuevo
amor yo
muero!
La estación de la bruma
nos aquieta a los hombres,
y en la primavera a las
almas
les brotan las ansias.
¡Ah!
¡Todo en mí .florece!
Por el amor de las muchachas
me enciendo entero.
¡ Por un nuevo, un nuevo
amor yo muero!
Cuán dulce el ruiseñor
nos canta
y cuán armonioso se
escucha.
¡Pero ardo por dentro!
¡Ah!
¡Todo en mí .florece!
Por el amor de las muchachas
me enciendo entero.
¡Por un nuevo, un nuevo
amor yo muero!
Calla, ruiseñor,
un momento;
brota, cancioncilla,
de su pecho.
¡Ah!
i Todo en mí florece!
Por el amor de las muchachas
me enciendo entero.
¡Por un nuevo,
un nuevo
amor yo muero!
Me fortalece
que me prometa;
me desfallece
que no me lo conceda.
¡Ah!
¡Todo en mí florece!
Por el amor de las muchachas
me enciendo entero.
¡Por un nuevo, un nuevo
amor yo muero!
La flor de las muchachas
es la que deseo.
la rosa de las rosas
la que siempre contemplo.
¡Ah!
¡Todo en mí .florece!
Por el amor de las muchachas
me enciendo entero.
¡Por un nuevo, un nuevo
amor yo muero!
Conmigo se solazó
mi muchacha
y me quitó
la inocencia.
¡Ah!
¡Todo en mí florece!
Por el amor de las muchachas
me enciendo entero.
¡Por un nuevo, un nuevo
amor yo muero!
¡Ven, muchachita,
con gozo!
¡Ven, ven, hermosa!
¡ay, que muero!
¡Ah!
¡Todo florezco!
Por el amor de las muchachas
me enciendo entero.
¡Por un nuevo, un nuevo
amor yo muero!
EL SOL
OMNIA SOL TEMPERAT
Todo el sol tempera,
sutil y puro:
al mundo renovado se
revela
el rostro de Abril:
a los amores se entrega
el alma dueña.
y alegre impera
el dios que es niño.
Cuánta novedad de las
cosas
en la primavera
consagrada;
el poder de la estación
nos insta a alegramos;
su renovación ansiada te
ofrece
y en tu primavera
es la fe y probidad
que lo tuyo retengas.
¡Ámame fielmente!
Mira mi fidelidad:
con toda el alma
y con todo el pensamiento
estoy contigo.
aunque en la distancia
ausente.
Quien de otra manera ama,
en vano en el Destino
rueda.
LA GRATA PRIMAVERA
ECCE GRATUM ET OPTATUM
Vean que la grata
y ansiada
primavera nos da de nuevo
su goce;
ya se enrojece,
floreciendo, el prado.
y a todo el sol lo
serena.
¡Váyase ya la tristeza!
El verano retorna
y ahora se aleja
la invernal crueldad.
Ya se funden
y disipan
el granizo, la nieve y
esas cosas:
huye la bruma
y ya se amamanta
la tierra en los pechos
de la primavera.
De ánimo miserable es
aquel
que no vive
ni goza bajo
esta estación placentera.
Se glorían
y se alegran
en esta dulzura de miel
quienes se empeñen
en obtener
el premio del amor.
Bajo la voluntad de
Cipris
gloriémonos
y alegrémonos
de ser también
comparables a Paris:
EL ROSTRO DE LA
PRIMAVERA
VERIS LETA FACIES
El alegre rostro de la
primavera
en el mundo asoma;
la crudeza del invierno
vencida se aleja.
Con colorido ropaje
Flora toma el reinado
y con dulcísimos cantos
la celebran los bosques.
En el extenso seno de
Flora.
con nueva manera Febo
ríe, al ver ya todo
cubierto de flores,
Céfiro sopla
con perfume de néctar,
¡Con valor corramos
a alcanzar el premio del
Amor!
Con la cítara canta
la dulce Filomena;
y con variadas flores
ríen
los prados. ya tranquilos;
una parvada de aves surge
entre el bosque ameno;
salen grupos de muchachas
con innumerables juegos.
Elogian los letrados
el virginal esplendor
y maldicen de los laicos
el corazón bestial.
A todos Amor incita
con el brillante verano:
Venus se dispensa a
todos,
la diosa universal.
FRAGMENTOS DE FILIS y
FLORA (2)
ANNI PARTE FLORIDA
Era un Dios, y las
muchachas
sabían que sí, que Dios
era,
retomarlo todo, punto por
punto,
necesario, pues, no era.
De sus caballos
descienden
y a reposar acceden.
y el Amor a los suyos
demanda
que a juzgar se apresten.
Amor tiene jueces.
Amor tiene leyes;
son del Amor los jueces
la Costumbre y la
Naturaleza;
se les ha encomendado a
ellas
examinar todo en su
corte,
pues el pasado.
y también el futuro,
conocen.
Se retiran a debatir
con vigor qué es lo
justo,
y una vez debatido traen
su sentencia a exhibir;
conforme al conocimiento
y conforme a la
costumbre,
los clérigos son para los
amores
los más grandes señores.
(2) En este fragmento he recogido las últimas estrofas de un largo poema de
320 versos, llamado Altercatio Phyllidis
et Florae, en que dos muchachas discuten sobre los amores de los caballeros
y de los clérigos. El poema completo se relaciona con otros poemas medievales
que tratan el mismo asunto: uno de ellos es el "Concilio de
Remiremont" y otro el "Debate de Elena y María", este último
escrito en español por un poeta leonés y editado por Ramón Menéndez Pidal en
1948.
II POEMAS DE CONFESIÓN GOLIARDA Y DE COSTUMBRES
CONFESIÓN GOLIARDA)
(3)
ESTUANS INTRINSECUS
IRA VEHEMENTI
Agitado en mi interior
por un gran resentimiento
con amargura clamo en mi
mente: (4)
hecho soy de un mudable
elemento,
como las hojas con que el
viento juega.
Propio es del hombre
sabio
levantar su cimiento en
la piedra, (5)
necio, entonces, me
parezco al río que se desliza
y nunca bajo un mismo
cielo permanece.
Llevado soy como barco
sin tripulante,
o como, errabunda, las
rutas de los vientos llevan al ave.
No me sujetan cadenas ni
me retienen llaves;
en pos de mis iguales
ando: con los perversos me junto.
Insoportable es para mí
el carácter severo;
más dulce que la miel y
amable es el juego:;
todo lo que Venus ordena
es para mí dulce yugo,
pues ella nunca a débiles
corazones somete.
Piso el ancho camino de
la juventud sin freno, (6)
a los vicios me abrazo y
de la virtud me olvido;
ávido de gozar más que de
salvación,
muero en el alma por
cuidar la piel que me recubre.
Pero, obispo
discretísimo, (7) tu perdón te ruego:
con buena muerte muero,
de dulce muerte fallezco;
a mi pecho hiere la
hermosura de las muchachas,
y a las que no con las
manos, al menos con el corazón poseo.
¡Cuán arduo es vencer a
este cuerpo!
Cuánto, que al ver a una
doncella la mente siga pura.
Obedecer ley tan severa
los jóvenes no podemos;
de estos mudables cuerpos
no tenemos cura.
¿A quién no consumirán
las llamas si en el fuego lo ponen?
¿Quién seguirá siendo casto
si se queda en Pavía,
donde Venus llama con un
dedo a los jóvenes,
con sus ojos los prende
en redes y con su rostro los consume?
Si a Hipólito (8) hoy en
Pavía pusieras,
no sería ya Hipólito al
siguiente día;
todos los caminos a la
cama de Venus conducen.
y no hay entre tantas
torres ninguna en que la castidad se
[guarde.
En segundo lugar, también
del juego me culpo:
cuando por él ha quedado
mi cuerpo desnudo.
frío en lo exterior y
ardiendo la mente, sudoroso.
versos y poemas mejores escribo.
Pero en tercer lugar de
la taberna me acuso:
nunca ha habido ni habrá
tiempo en que la desprecie,
hasta que los santos
ángeles a mi juicio acudan
cantándome, ya muerto: Dale descanso eterno.
Pues mi voluntad es en la
taberna morir
y que el vino esté cercano
a mis labios moribundos,
cuando alegres los coros
angélicos canten:
"Sé propicio, oh
Dios., con este bebedor."
Los vasos encienden la
luz del alma,
el corazón colmado de
néctar se eleva hasta lo excelso:
¡ah! más dulce sabe el
vino de la taberna
que el que mezcla con
agua el copero del obispo.
Algunos poetas evitan a
las muchedumbres
y sólo apartadas
habitaciones eligen;
estudian, se empeñan, se
desvelan, trabajan sin suspiro,
pero nunca alcanzan la
obra bella que buscan.
Ayunan y se abstienen
esos grupos de poetas,
evitan las pendencias
callejeras y los tumultos de las plazas,
y mientras hacen una obra
que morir no pueda,
ellos por el estudio
mueren, de su trabajo esclavos.
A cada uno la naturaleza
nos concede el don conveniente.
Yo nunca podría escribir
en ayunas.
Un solo niño podría
vencerme si ayuno.
Toda sed y ayuno cual
funeral aborrezco.
A cada quien la
naturaleza le concede la gracia conveniente;
yo para escribir un verso
bebo un buen vino;
y si del más puro están
llenas las barricas de la taberna,
de tal vino nacen mis
abundantes discursos.
Son mis versos como el
vino que bebo,
nada puedo hacer si no me
lleno,
nada en absoluto vale lo
que escriba si ayuno,
pero un poeta mayor que
Ovidio soy después de muchas
copas.
Nunca se me concedió la
inspiración poética
si antes no estaba
satisfecho mi vientre;
cuando en el cerebro Baco
domina,
irrumpe Apolo en mí con
canto admirable.
Pero heme aquí, acusado
por mi maldad,
la misma que tus siervos
me redarguyen;
pero de ellos nadie es
acusador,
aunque gozar buscan los
placeres mundanos.
Ahora en presencia del
Santo Obispo,
según manda la regla de
los dominicos,
arrojan sobre mí la
piedra sin perdonar al poeta,
que no tiene un alma
consciente del pecado.
Ya he dicho en contra mía
todo lo que de mí conozco;
el veneno vomito, que tan
largamente he albergado;
la vieja vida me
disgusta, nuevas costumbres quiero;
el hombre mira el rostro,
pero conoce Júpiter el corazón.
Busco ya la virtud, los
vicios desprecio,
con renovada fuerza mi
espíritu renace.,
como lactante leche nueva
desea,
para que no sea vaso de
lo vano mi corazón.
Electo de Colonia, (9)
perdona al penitente,
sé misericordioso con el
que llega suplicante,
da penitencia a quien su
culpa confiesa:
de buen grado soportaré
lo que tú hayas juzgado.
Perdonad, pues, a
vuestros siervos: el león, rey de las fieras,
ante sus súbditos de la
ira se olvida:
haced vosotros lo mismo,
príncipes de la tierra:
que lo más amargo es lo
que ya no tiene dulzura.
(3) El autor de este poema es conocido como el Archipoeta, o vates vatum. Sabemos que vivió bajo la
protección de Reginaldo de Dassel, quien fue archicanciller del Emperador
Barbarroja y arzobispo de Colonia. El Archipoeta perteneció a una familia de
caballeros y vivió durante la segunda mitad del siglo XI.
(4) Véase el libro de Job,
capítulo 10, versículo l (en adelante haremos las citas así:
Job 10:1).
(5) Véase Evangelio según San Mateo 7:24.
(6) Véase Evangelio según San Mateo 7:13.
(7) Se refiere, con seguridad, al obispo electo de Colonia, Reginaldo de
Dassel.
Véase nota (3).
(8) Hipólito se mantuvo casto ante los intentos de seducción de Fedra.
(9) Véase nota 7
LA ORDEN DE LOS
ERRANTES
CUM "IN ORBEM
UNIVERSUM"
Cuando "id", se
proclama,
"por todo el
mundo", (10)
los sacerdotes se
encaminan,
corren los ermitaños,
y del evangelio
se levantan los levitas
y a nuestra Orden se
someten,
pues es la salvación de
la vida.
En nuestra Orden se
prescribe:
"Probad todas las
cosas,
y considerad
perfectamente
nuestra vida.
Contra los perversos
clérigos
precaveos.
que son los que nunca dan
grandes
caridades."
Garantizamos ahora
la misericordia,
porque nosotros acogemos
a los grandes y a los
pequeños,
a los ricos
y también a los más
pobres,
que los devotos frailes
arrojan fuera de las
puertas.
Acogemos al monje de
tonsurada cabeza,
y al presbítero que viene
con su señora,
y al maestro con
discípulos,
al hombre de cualquier
oficio,
y contentos, al
estudiante
cubierto de buen vestido.
Bohemios, Bávaros,
Sajones, Austriacos,
y todos ustedes, nobles hombres,
les ruego, compañeros,
escuchen atentos
los nuevos decretos:
¡que los avaros mueran
y los generosos se
salven!
Nuestra Orden acoge
a justos y a injustos,
a cojos y a débiles,
a los que la vejez
carcome. ..
A los peleoneros y a los
tranquilos,
a los mansos y a los
dementes,
a los Bohemios, Teutones,
Eslavos y Romanos,
a los de mediocre
estatura,
a gigantes y a enanos,
a los de humilde carácter
y a los vanidosos
redomados.
De la Orden de Errantes
os digo las leyes:
es noble la vida de
ellos,
dulce su carácter;
mucho más los deleita
un abundante asado, de
veras,
que el pan que se haga
con un puñado de cebada.
Nuestra Orden prohíbe
los maitines de plano;
existen algunos fantasmas
que sólo al amanecer
deambulan,
y que en nosotros excitan
visiones vanas.
Si alguno a esa hora se
levanta,
no tiene la mente sana.
Nuestra Orden, pues,
prohíbe siempre los
maitines;
pero ya levantados,
cuando salimos,
buscamos el rocío .
y allí nos hacemos llevar
una gallina con vino.
Nada entonces tememos,
sólo a la amenazante
Suerte.
Secta, sin duda alguna,
debe nuestra Orden
llamarse,
pues de muy diversa clase
es la gente que la sigue;
por ello éste, ésta y
esto
son consentidos,
pues de cualquier clase
que sean,
hospitalidad
a todos se brinda.
Nuestra Orden prohíbe
usar doble vestido;
el que sólo con una
túnica salga,
sépase que va elegante.
Pues en cuanto, gracias a
la ayuda
de Decio,(11) tire la
capa,
seguirá el cinturón la
suerte
que el mismo juego le
manifieste.
Y lo que es dicho para lo
exterior,
para el interior también
se sostiene:
quien goce de una camisa,
no se preocupe por los
calzones,
quien ande ya con
sandalias
no busque ya más calzado.
Pues el que trasgrediera
esto,
sería excomulgado.
Nadie salga de su
albergue
si está en ayunas,
y si pobre estuviera,
siempre limosna pida.
Una sola moneda que se
reciba
a menudo se aumenta
cuando a jugar se sienta
el jugador oportuno.
Nadie en su camino
vaya contra la marea,
ni su pobreza lleve
con rostro doliente;
que siempre en la
esperanza
pueda encontrar consuelo.
Sepa que después de un
gran mal,
viene la maravillosa
suerte.
A aquellos con quien os
encontréis,
decidles por qué
de cada uno queréis
examinar sus costumbres:
"a reprobar los
réprobos
y aprobar a los probos.
y a separar los cabritos
de las ovejas,.(12) he
venido”.
(10) Véase Evangelio según San Mateo 16:15.
(11) Decio proviene del francés
antiguo dez, "juego de
dados".
(12) Véase Evangelio según San Mateo 25:32.
EN LA TABERNA(13)
IN TABERNA CUANDO
SUMUS
Cuando en la taberna estamos
no nos importa que
arcilla seamos.
al placer nos dedicamos
pues sólo por él sudamos.
Qué se hace en la taberna
donde el dinero es
bodega.
es algo que saber
debemos;
lo revelaré, por ello.
Escuchen:
unos juegan, otros beben,
otros se gozan sin recato;
y entre los que jugando
están,
algunos de ellos desnudos
quedan,
otros ahí mismo por fin
se visten,
y con sucios costales
otros más se cubren,
Pero ahí nadie a la muerte
teme,
y sólo por Baco arriesgan
su suerte.
Primero por lo que valga
el vino.
Y por esto brindan los
libertinos:
una vez por los cautivos,
después de tres veces por
los vivos,
luego cuatro por todos
los que sean cristianos,
cinco por los fieles
difuntos,
seis por las monjas
casquivanas,
siete por los caballeros
de campo,
ocho por los monjes
depravados,
nueve por los frailes
errantes,
diez por los navegantes,
once por los insidiosos,
doce por los penitentes,
trece por los que van en
camino,
y tanto por el papa como
por el rey
beben todos sin ninguna
ley.
Bebe el ama. bebe el amo,
bebe el ejército y el
clero,
bebe aquél, bebe aquélla,
bebe el siervo con la
sierva,
bebe el listo, bebe el
tonto,
bebe el blanco, bebe el
negro,
bebe el tenaz y el
inconstante,
bebe el rudo, bebe el
sabio,
bebe el que está pobre y
enfermo.
bebe el desconocido
exiliado,
bebe el joven,. bebe el
viejo,
bebe el obispo y el
decano,
bebe la monja, bebe el
monje,
bebe la abuela, bebe la
madre,
bebe ésta, bebe aquél.
beben cientos, beben mil.
Poco durarán las ciento
seis monedas
ahí donde beben
sin medida y sin recato,
con el alma alegre.
Por ello nos denigran
todas las gentes,
por ello siempre
estaremos indigentes.
¡Pero que sean
confundidos quienes nos denigran
y que entre los justos
nunca sean contados!
(13) Carlos Yarza señala el parentesco con "Lauda, Sion, Salvatorem",
atribuido a Santo Tomás de Aquino: Sumit unus, sumunt mille,/ quantum iste,
tantum ille…/ sumunt boni, sumunt mali...
EL REY ES EL
DINERO
IN TERRA SUMUS
Ahora y en la tierra
donde vivamos reina el
Dinero.
Al Dinero admiran
reyes y vasallos.
Al Dinero venal
hace favores el orden
pontifical.
Mantiene al Abad
el Dinero en su celda
prisionero.
Al Dinero funesto
venera una muchedumbre de
priores.
el Dinero de los
poderosos
se yergue como juez en
los concilios.
Del Dinero nace la
guerra.
y si él quisiera. la paz
vendría.
El Dinero va al litigio
por someter a otros
ricos.
Del estiércol levanta
a quien no sea noble.
El Dinero todo compra y
vende.
y lo que ha dado.
recobra.
El Dinero es adulador.
y después, suavemente,
amenazador.
El Dinero es mentiroso.
rara vez es verdadero.
El Dinero hace desleales
a pobres y a moribundos.
Para los avaros el Dinero
es la esperanza y el Dios
del goce.
El Dinero mal usado
da el amor de las
mujeres.
El Dinero a prostitutas
puede hacer emperatrices.
De los propios bandidos
el Dinero hace Señores.
Más ladrones el Dinero
tiene
que estrellas el
firmamento.
Cuando el Dinero lo
quiere,
todo peligro al instante
desaparece.
Si el Dinero es fuerte.
cuando un dueño al juez
le dice:
-El Dinero trataba
de robar mi más blanco
carnero-,
el Dinero, rey magno,
dice: -Es negro el que yo
traigo-
Y al Dinero apoyan
las dignidades presentes.
Si el Dinero habla.
el pobre calla, esto es
bien sabido.
El Dinero evita la
tristeza
y alivia sufrimientos.
El Dinero mata el corazón
y ciega la luz del sabio.
El Dinero, y esto es
cierto,
hace que el tonto se vea
elocuente.
El Dinero tiene médicos
y compra falsos amigos.
En la mesa del Dinero
manjares hay abundantes y
finos.
Devora el Dinero
peces de exquisito
condimento.
Vino de los franceses
bebe y de otros mares.
El Dinero vistosas
y caras ropas viste.
Dan esas ropas al Dinero
su esplendor externo.
El Dinero lleva mejores
gemas que las de la
India.
El Dinero dulce se piensa
porque toda gente lo
saluda.
El Dinero todo invade
con los soldados que
quiere.
El Dinero es adorado
porque hace milagros:
los males sana. corta.
quema
y las arrugas alisa.
Al vil torna querido
y deja amargo lo dulce.
Hace oír al sordo
y saltar al cojo.
Pero la mayor excelencia
del Dinero se las declaro
ahora:
vi al Dinero predicar
y a la misa oficiar:
el Dinero cantaba.
y el Dinero se respondía:
vi cómo lloraba
mientras el sermón decía:
pero lo vi sonreír
¡porque del pueblo se
burlaba!
El Dinero honra recibe.
y sin él nadie es amado.
Del que no tenga honor.
el Dinero clama: "Es
hombre probo."
Todo esto le muestra a
quien sea
que el Dinero reina
dondequiera.
y puesto que se acaba
todo
cuanto la gloria del
Dinero desea.
de su camino apartarse
quiere
la sabiduría. tan sólo.
EL CLÉRIGO ERRANTE
EXUL CLERICUS
Un errabundo clérigo soy
destinado al dolor.
a muchas tribulaciones
y pobrezas dado.
Cuánto en el estudio de
las letras
desearía afanarme,
pero ha logrado la
miseria
de ese empeño apartarme.
Ligero e insignificante
es mi vestido:
siempre padezco frío
y el calor me rehúye.
Gran Señor...
que gozás de posición tan insigne,
acudo a un auxilio
que de ti sea digno.
Que tu mente evoque el
alto
ejemplo de San Martín:
cubre con un vestido
el cuerpo del peregrino.
¡Así Dios quiera llevarte
a los reinos celestes
y que ahí con sus dones
los ángeles te compensen.
LA JUVENTUD (4)
DUM IUVENTUS FLORUIT
Mientras la juventud
florecía,
permitido y deseable
fue hacer cuanto placía,
obedecer al impulso
de correr para alcanzar
el placer de la carne.
Actuar ahora así,
vivir tan libre,
tal vida llevar,
la edad madura impide:
ella quita y nos exime
de todas nuestras
costumbres.
Aquella edad enseñaba,
Recomendaba, pregonaba
-porque a esto la edad
asentía-:
"Nada está
prohibido";
todo al permitirlo
lo hacía posible.
Y quiero hoy recapacitar,
renunciar, corregir
cuanto temerariamente
hice:
desde ahora atender
a lo serio y con virtudes
pagar mis vicios.
(14) El autor es posiblemente Pierre de Blois, que fue archidecano de Bath
y de Londres y secretario de Enrique II de Inglaterra: vivió durante la segunda
mitad del siglo XII.
EL JUEGO DE DIOS
LUDIT IN HUMANIS
Juega con las cosas
humanas el poder divino
(también este momento
poca confianza merece)
LA SUERTE
O FORTUNA LEVIS!
¡Oh. voluble Suerte! Lo
que quieres das generosa al que
[quieres
y de lo que quieres
despojas al que quieres en instante breve.
*
Con dudosos pasos vaga la
voluble Suerte
y en ningún sitio segura
y firme se queda;
si en un momento es
alegre, en otro su acerbo rostro nos
[vuelve.
y sólo así, inestable, constante
sigue.
OH SUERTE
O FORTUNA VELUT LUNA...
Oh Suerte,
cual la luna
con su ser variable,
siempre creces
o decreces;
haces que la vida detestable
endurezca ahora,
y después cuide,
jugando, la viveza de la mente,
y a la pobreza
y al poder
como al hielo disuelves.
2
Suerte cruel
y vacía,
rueda inconstante,
perversa condición,
falsa salvación
siempre disoluble,
ensombrecida
y velada,
también para mí te muestras
ahora que por tu juego cruel
mi torso desnudo
llevo.
3
La Suerte de la salvación
y la virtud
me es ahora contraria:
siempre por la esclavitud misma
viene la posesión
y la conciencia:
en esta hora,
sin tardanza,
tañan las vibrantes cuerdas:
ya que por la Suerte
un fuerte ha caído.
¡todos conmigo lloren!
RUEDA DE LA FORTUNA
FORTUNE PLANGO VULNERA
Cómo sufro con el llanto
en mis ojos
la violencia de la
Suerte.
que sus dádivas que una
vez me diera
me arrebata ahora,
inmisericorde,
Muy cierto es lo que de
ella se dice:
cabellera en la frente,
y siempre al pasar
su oportunidad calva ya.
En el trono de la Suerte
me senté enaltecido,
con incontables riquezas
y de flores coronado:
y aunque esa vez
prosperé,
feliz y bienaventurado,
ahora he caído hasta el
fondo,
de mi gloria privado.
La rueda de la Fortuna ha
girado:
desciendo empobrecido,
a otro hacia lo alto
elevan:
grandemente exaltado
un rey se sienta en la
cúspide
–¡cuídese de su ruina!-
pues bajo la tierra,
hemos sabido,
Hécuba reina.
EL CISNE ASADO
OLIM LACUS COLUERAM
Antes los lagos surcaba,
antes siempre hermoso
estaba,
oh antes, cuando fui un
cisne ufano.
¡Pobre! ¡Pobre de mí!
¡Cuán negro estoy ahora
y bien asado!
Más blanco fui que la
nieve,
más que todas las aves
hermoso;
ay, más negro que un
cuervo he quedado.
¡Pobre! ¡Pobre de mí!
¡Cuán negro estoy ahora
y bien asado!
Asándome, el fuego me
quema,
vueltas y más vueltas me
da el cocinero,
a una mesa me da el
mesero en regalo.
¡Pobre! ¡Pobre de mí!
¡Cuán negro estoy ahora
y bien asado!
Mejor era vivir en el
agua,
al descubierto siempre en
el aire.,
que estar en esta
pimienta ahogado.
¡Pobre! ¡Pobre de mí!
¡Cuán negro estoy ahora
y bien asado!
Yazgo ahora en este
plato,
volar ya no puedo,
sólo esos dientes
rechinando veo.
¡Pobre! ¡Pobre de mí!
¡Cuán negro estoy ahora
y bien asado!
III OTROS POEMAS ADAPTADOS POR CARL ORFF
ABAD CUCANIENSE
EGO SUM ABBAS
CUCANIENSIS
Yo soy el Abad
Cucaniense,
sólo en mi Consejo tengo
bebedores
y a la cofradía de Decio (15)
pertenezco.
Si temprano en la taberna
alguien me busca,
al atardecer saldrá, pero
desnudo,
y así de sus ropas
despojado clamará:
¡Ay! ¡Ay!
¿Qué hiciste, Suerte
maldita?
¡Toda la alegría de mi
vida
has destruido!
(15) Véase nota (11)
Nota (11) p. 59 Decio proviene
del francés antiguo dez, 'juego de dados'.
CORTE DE AMOR
AMOR VOLAT UNDIQUE
Dondequiera el amor vuela
cegado por el placer.
Los jóvenes y las
muchachas
por merecerlo se unen.
Todo gozo perderá
la que sin compañero se
quede;
en lo más hondo de la
noche
y en lo más íntimo de
ella
tendrá su corazón preso.
¡Oh, qué amargo!
Días, noches y todo
contra mí se opone.
La conversación de una
muchacha
me hace gozar,
muchas veces suspirar,
pero más sufrir.
¡Oh compañeros, acudid!
vosotros que sabéis de lo
que hablo,
vosotros que sabéis
de mi sufrimiento oculto;
grande es el dolor,
al menos consideradlo,
por vuestro honor.
Tu hermoso rostro
me cautiva innumerables
veces,
pero tu corazón es frío.
Sólo el besarte
me permitirá
seguir vivo.
BLANCA FLOR Y HELENA
AVE FORMOSISSIMA
Tú, la hermosísima,
gema preciosa;
tú, la maravilla de las
muchachas,
doncella gloriosa;
tú, luz del mundo,
tú, rosa del mundo.
Blanca flor y Helena.
Venus generosa.
IV POEMAS MORALES Y DE CRÍTICA ECLESIÁSTICA
INTROIBO
CUM VADIS AD ALTARE
Cuando en camino al altar
la misa oficiar desees,
sólo prepararte debes
para al corazón librar
de su viejo fermento;
ofrece así el sacramento:
a Cristo invoca
con este salmo en la
boca:
"Júzgame, oh
Dios"(16)
(pues Él es tu propia
voz),
mas a Israel y a Judá
quítales ya su impiedad.
(16) Es el Salmo 42, que
se cantaba al iniciar la misa.
EXORCISMO
OMNE GENUS DEMONIORUM
1
Progenie entera de
demonios,
ciegos
y cojos,
atormentadores,
siervos sean de mi
mandato
y de las palabras con que
los invoco.
2
Creaturas todas
espectrales,
que afirman el principado
de la serpiente tortuosa,
ponzoñosa,
que arrastró por la
soberbia
la tercera parte de
estrellas,
Gordan,
Ingordín e Ingordán:
por el sello de Salomón
y por los magos de Faraón
a todos os
conjuro,
a todos
exorciso
por los tres magos
Gaspar,
Melchor y Baltazar,
por el rey David,
que a Saúl confortó,
y cuando lo alegró
los hizo a ustedes huir.
3
Os doy testimonio
y os confronto
por orden del Señor,
no os ocultaréis
otra vez
para atormentar nuestro
ser,
comparezcan hoy
para ser desterrados
y que con la desesperanza
que dan
vuelvan a habitar el
caos.
4
Testifico
y confronto
por el temible,
por el terrible
día del juicio,
de eterno suplicio,
día de lamento
y de eterno sufrimiento,
en que seréis arrastrados
al infierno
y nosotros salvados
por el Eterno
5
Por el nombre admirable
e inefable
del Dios tetragrámaton,
para que os haga temblar
y horrorizar,
os
exorciso,
Larvas,
Faunos,
Manes,
Ninfas,
Sirenas,
Adriades,
Sátiros,
Íncubos,
Penates,
para que pronto se
aparten
y vuelvan a sus antros
y nunca más corrompan
a los cristianos.
6
Pero dígnate, Dios mío,
salvamos de nuestros
enemigos.
LA NOBLEZA ES VIRTUD
NOBILITAS EST VIRTUS
Cuando al vil comenzó a amar la nobleza,
por el vil comenzó la nobleza a envilecerse.
Nobleza a la que probidad no rige ni protege,
inútil yace, en nada gusta, a nadie admira.
La nobleza del hombre es la mente, imagen de la divinidad.
La nobleza del hombre es una limpia descendencia de la
[virtud.
La nobleza del hombre es frenar la furia de los pensamientos.
La nobleza del hombre es aliviar a los humildes oprimidos.
La nobleza del hombre es seguir la ley de la naturaleza.
Nada la nobleza teme, salvo que la deshonren.
CARIDAD (17)
DIC, CHRISTI VERITAS
Di, verdad de Cristo,
di, querida rareza,
di, extraña Caridad:
¿dónde habitas ahora?
¿En el valle de las
visiones? (18)
¿En el trono de Faraón?
¿En el poder con Nerón?
¿En una caverna con
Theón? (19)
¿En una cesta de mimbre
con Moisés llorando?
¿O en esta heredad de
Rómulo
con una Bula fulminado?
2 Responde la Caridad:
"¿Por ...qué dudas,
humano?,
¿por qué me buscas?
No estoy, como murmuras,
en el euro ni en el
austro,
en el foro ni en el
claustro,
en el lino o en el sayal,
en la guerra ni en la
Bula.
De Jericó estoy viniendo,
lloro con el herido
a quien dos levitas que
pasaban
ninguna ayuda le dieron.”
(20)
3 Oh voz profética,
oh Nathán,
(21) predica:
¡la culpa
davídica
no pequeña aparece!
Dice Nathán: "Ya no
clamaré",
y David: "ni yo
plañiré",
Cuando se desgarró la
ropa de Cristo,
Cristo mismo contra otro
Cristo testificó.
¡Ay de ustedes,
hipócritas,
que apartan el mosquito!
(22)
¡Lo que sea del César,
devuelvan,
para que a Cristo sirvan!
(17) De posible
atribución a Felipe de Greve.
(18) Véase Isaías 22:
1-5.
(19) Theón fue un
anacoreta de la Tebaida, que habitaba en una cueva.
(20) Véase Evangelio
según San Lucas 10:30
(21) Véase 2 Samuel 12: 1-15.
(22) Véase Evangelio
según San Mateo 23:24
POLVO ERES
ISTE MUNDUS FURIBUNDUS
Falsas alegrías ofrece
este enloquecido mundo:
se marchitan y caen
como los lirios
silvestres.
El triunfo mundano y
vacío
destruye la verdadera
recompensa
pues sólo arrastra y
sumerge
en el tártaro a las
almas.
Es transitoria la ley
de lo carnal y de lo
mortal:
huye, pasa como sombra,
sin cuerpo.
Así como el roble suelta
sus hojas,
todo lo que en esta
patria
veamos y poseamos,
habremos de dejar, lo
perderemos.
Huyamos desconfiados
del placer de esta dulce
vida,
no sea que perdamos
mañana
la riqueza que sí es
valiosa.
Domemos, quebrantemos
las ansias de la carne,
que con los justos y
elegidos
en la gloria de los
cielos
merezcamos regocijamos
por siglos eternos.
Amén.
ELOGIO DE LOS TIEMPOS
IDOS
FLOREBAT OLIM STUDIUM
En otros tiempos floreció
el estudio,
que ahora miran todos con
tedio;
mucho prosperó el saber,
como hoy la diversión
prevalece.
Ya la maldad a los niños
contamina antes de
tiempo,
y por estar pervertidos
rechazan toda sabiduría.
En los pasados siglos,
difícilmente los
discípulos,
aunque nonagenarios
fueran,
aceptaban descansar del
estudio.
Y ahora, adolescentes,
se sacuden el yugo y
libres ya
se proclaman maestros:
ciegos arrastrando a
ciegos,
aves implumes volando,
sordas cuerdas tañendo,
reses en el aula
danzando,
con mangos de arado
guerreando.
En la taberna Gregorio
discute ya sin gloria;
la severidad de Jerónimo
discute por la más baja
moneda;
por una siembra Agustín
y enardecido Benito
en privado discuten
o abiertamente en el
mercado.
Ser hacendosa le disgusta
a Martha
y a María quedar sentada;
de vientre estéril es Lía
y de legañosos ojos
Raquel,
Ya el rigor de Catón
se ablandó en los
lupanares
y la castidad de Lucrecia
a toda lascivia sirve;
lo que en otros tiempos
repugnaba,
ahora ya resplandece;
lo caliente es frío
y lo mojado seco;
la virtud se torna vicio
y el trabajo se convierte
en ocio;
toda cosa correcta
tuerce ahora de senda.
Cavile en esto el hombre
prudente,
de corazón limpio y sin
culpa,
para que arrepentido no
exclame "¡Señor!"(23)
en el Juicio postrero,
pues ya apelar no podría.
(23) Véase Evangelio
según San Mateo 7:21.
POR LA CRUZADA (24)
CRUCIFIGAT OMNES. . .
1
¡Oh, que todos se
crucifiquen
en la otra cruz del
Señor,
en la nueva herida de
Cristo!
El árbol de salvación
se ha perdido; un pueblo
extranjero y cruel
destruye
al Sepulcro; sola se
postra
la ciudad, llena de
gente;
el pacto del cordero la
violó el macho cabrío;
llora en su heredad
perdida
la esposa de Sión;
inmolado
es Ananías, (25) postrado
el cuerno de David,
flagelado
el mundo;
ya los injustos reprueban
al Justo, ¡a él!, por
quien será juzgado
el mundo.
2
¡Oh, cuánta dignidad en
su dolor!
Desterrado el rey de
todos,
el báculo de los fieles,
soporta el oprobio
de los pueblos infieles;
a una parte del mundo se
entrega
el resto entero: con su
realeza,
en lamentos y muros
se duele la tierra, y
llora
que Moisés sucumba.
¡Hombre, ten misericordia
de Dios!
¡Hijo, defiende al Padre
Justo!
En lo incierto, lo seguro
busca, y del Señor
de Señores llega a
merecer los dones
y a mirar sólo la luz en
la verdadera Luz.
3
Todo aquel que esté
marcado
con la señal de la fe,
con hechos esa fe
confirme;
aplaste a los rugientes
cachorros del león.
¡Compadécete y contempla
con razón afligido la
pena de Cristo!
Despierta, cristiano:
levántate, mira que no
seas acusado
de una frívola fe.
¡Esfuérzate, mártir en
agonía,
con la esperanza de la
gracia y la corona!
¡Abandona Babilonia,
lucha
por las celestes
regiones,
por el agua de vida!
¡Prepárate
a la lucha!
(24) El poema se refiere a la toma de Jerusalén por Saladino, que ocurrió
en el año de 1187.
(25) Alude a aquel
Ananías que recibió a San Pablo después de la visión de Damasco, según refiere
Hechos de los Apóstoles 9:10-18. La tradición de la iglesia oriental lo
considera obispo de Damasco y mártir
TRISTEZA DE LOS
TIEMPOS (26)
LICET EGER CUM EGROTIS
Aunque afligido entre
afligidos
e ignorado entre
ignorados,
seré también el pedernal
que afila
en sacerdotes que la
justicia violen.
¡Lloren, hijas de Sión,
lloren!,
los que presiden la
Iglesia
sólo de lejos
a Cristo imitan.
Si un fraile cualquiera,
sacerdote o levita,
quiere hacer su petición,
toma esta concurrida vía:
primero hace un pacto
que la Simonía le
auspicie,
luego presenta su pago:
tal como lo hizo Giezi.(27)
Postrado está ya el orden
clerical
y despreciado por laicos;
puede comprarse a la
esposa de Cristo,
que fue la mejor de las
mejores;
y venden altares,
venden la eucaristía,
aunque de nada sirva
la gracia vendida.
El don de Dios no se
entrega,
sólo por Gracia se tiene;
si es algo que comprarse
o venderse pueda,
con la lepra del Sirio se
castiga.(28)
Quien de la ambición sea
presa,
quien de los ídolos
esclavo,
en el templo del Espíritu
Santo
no será congregado.
El que vaya en esa
dirección
en vano se dirá pastor:
no se comporta como guía
el que a sus pasiones
siga.
Porque es la otra,
la hija de la
sanguijuela, (29)
a quien la curia venal
quiere desposar.
En los días de juventud
temen los años de la
vejez,
que la fortuna los
abandone
y acabe con la lozanía de
su piel.
Y mientras buscan el
remedio,
consiguen todo lo
opuesto,
pues en forma de virtud
el vicio les miente.
Y exclaman entonces
airados:
¡la santa
hostia se vende,
el corazón de los
presbíteros se reblandece
y no refrenan la
agitación de sus pasiones!
Como si fueran lactantes,
viejos y aun decrépitos
de néctares traicioneros
agotan el veneno.
Por ello nadie vive puro,
el baluarte de la
castidad ha caído,
todo lo rige Epicuro,
nadie cree que morir
puede.
Gratas son las fiestas;
oro o riquezas,
todo sirve para
prepararle
el camino al Pontífice
siguiente.
(26) Poema de
Gautier de Chatillon. Nació en Lille,
hacia 1135. Estudió en París y en Reims y estuvo al servicio de Enrique II de
Inglaterra. Quizás murió en Reims, leproso, después de estar en Bolonia y en
Roma. Es autor del poema Alejandreida,
de donde proviene el poema español del Libro
de Alexandre.
(27) Véase 2 Reyes 5:9-27.
(28) Véase nota 27.
(29) Véase Proverbios 30:
15.
LA LEY CAÍDA
ECCE TORPET PROBITAS
Vean a la honradez
exánime
y a la virtud enterrada;
parca la liberalidad
y generosa la avaricia;
lo falso diciendo lo
cierto
y mintiendo ya lo verdadero.
Todos atropellan la ley
y hacia lo prohibido
legalmente se vuelven.
Reina la avaricia,
reinan los avaros;
con el alma ansiosa
a la riqueza todos
aspiran,
como si el sumo bien
gloriarse fuera de una
fortuna.
Todos atropellan la ley
y a las más sucias
fechorías
como sea se entregan.
Mucho honor tiene decir
que doy, das, dar, di,
palabras que más que las
otras
a ignorar los ricos
aprenden
que son tan numerosos
como la multitud del mar.
Todos atropellan la ley
y tantas posesiones
tienen
que no hay número
suficiente.
En todos por igual
está sembrada la ambición;
suciamente muere lo
recto;
ninguno es fiel al fiel:
Júpiter a Juno
ni Dido a Eneas.
Todos atropellan la ley
y a sus perversos desvíos
legalmente se convierten.
Si discernir rectamente
Quieres, no es vida
lo que así ciegamente
vive
la gente necia;
no está viviendo, no,
quien así viva.
Todos atropellan la ley
y con todas sus obras
la Fe desechan.
FIN DEL MUND0 (30)
VERSA EST IN LUCTUM
Caída en el dolor está
la cítara de Walterio,
no porque se le haya
conducido
fuera de la grey del
clero,
porque una expulsión lo
hiera
o porque en su enfermo
retiro
se lamente humillado;
sino porque considera
que el súbito fin
del mundo se acelera.
A todos les gusta ver
que los jueces que hoy
presiden la Iglesia
peores son que los de
ayer.
Cuando a las sombras
vemos
avanzar por las calles
sabemos por experiencia
que la noche se acerca;
pero cuando los montes
y las colinas y todas
las cosas se oscurecen,
nadie se engaña entonces
diciendo que en todo el
mundo
ya es noche.
A todos les gusta ver
que los jueces que hoy
presiden la Iglesia
peores son que los de
ayer.
Por las calles pueden
verse
laicos sin freno
manchándose en torpes
infamias;
príncipes y reyes
a los que, para decirlo
en la misma forma,
la lujuria y la ambición
como una noche oscurecen:
el castigo celeste,
con espada de doble filo,
la perdición de ellos
madura.
A todos les gusta ver
que los jueces que hoy
presiden la Iglesia
peores son que los de
ayer.
Quedan los montes,
que figuran en símbolos
las fuentes de las
Escrituras,
los sacerdotes de Cristo;
místicamente son las
colinas,
porque ellas la cima de
Sión
constituyen
y al mundo por espejo son
si la ley revelada
profanar no desearan.
A todos les gusta ver
que los jueces que hoy
presiden la Iglesia
peores son que los de
ayer.
Les place a nuestras
colinas
dar a todos pastura,
y preferir comodidades
que vejez santificada;
se hizo hereditario
el santuario de Dios
y para la dote de Cristo
no prefieren hoy
los más sabios en conocimiento
sino sobrinos de los
prelados.
Si bien se mira el
asunto,
familiares
se suceden en el vicio
y en el beneficio.
Venga en breve,
Jesús, buen Dios,
el término de esta edad,
el año del jubileo.
Muera yo, para no ver
el estandarte del
Anticristo,
cuyos predecesores
ya no cuidan la doctrina
por estar desde el Monte
de la Consagración
sólo contando riquezas.
(30) Poema de Gautier de Chatillon. Véase nota 26.
CONTRA LOS VICIOS (31)
UTAR CONTRA VITIA
Alzaré contra los vicios
poemas rebeldes.
Miel ofrecen los otros,
pero hiel bajo esa miel
esconden;
un corazón de hierro
cubren
con una rubia piel,
y con cuero de león
se revisten los asnos.
Disputa con el alma
la apariencia rebelde,
miel de los labios fluye
pero llena de hiel está
la mente;
no todo es dulce
en lo que miel parece;
un rostro tienen
bajo el pecho y otro en
la piel.
El vicio está en los
hechos
y la virtud en la boca;
cubren la oscuridad del
alma
de níveo color;
cada miembro se duele
en el dolor de la cabeza
y la raíz tiene el mismo
sabor que la rama.
Roma es la cabeza del
mundo,
pero nada del mundo
refrena
y todo lo que de esa
cabeza depende
es inmundo;
porque un primer vicio
arrastra a un segundo,
y lo hondo exhala
justo lo que en lo hondo
tiene.
A todos Roma recibe,
y de todos, a sus cosas;
la curia de Roma
no es más que un mercado;
ahí son vendidos
derechos de senadores,
y todo obstáculo resuelve
el abundante dinero.
Si alguien quiere en sus
antesalas
conducir una causa propia
o de algún otro,
esto primero aprenda:
si no da dinero,
todo Roma le niega;
quien más dé dinero,
mejor alega.
Un artículo tienen
en su ley los romanos,
para sólo escuchar a
quien solicita
con manos llenas.
Dar deberás, o no te dan;
te demandarán, si
demandas,
y en la medida que
siembres
cosechar podrás.
El cohecho y la demanda
corren al mismo paso;
trabaja en repartir
dinero,
si quieres que trabajen;
no temas a Cicerón
aunque él mismo
intervenga,
pues se jacta el Señor
dinero
de una elocuencia sin
igual.
No hay quien ante el
dinero
en esta curia no responda;
gusta la cruz porque
gusta su redonda
y blanca moneda;
y como todo les gusta
y a los Romanos agrada,
donde el dinero habla
toda ley calla.
Si con grande dádiva
bien alimentas la mano,
frustrarás a quien te
oponga
ya a Justiniano,
ya un canon sagrado,
porque tan vana
esa paja habrá de pasar
y se embolsarán el grano.
Sólo la avaricia
en Roma tejió la Parca,
parcial con quien da
dinero
pero nunca con el parco;
el dinero vale por Dios
y los marcos por San
Marcos,
pues menos famoso
es el altar que el arca.
Cuando busques al Papa
ten esto bien presente:
no hay lugar para el
pobre,
sólo al que favorece le
dan,
y si el dinero que
ofreces
suficiente no es,
“esta música para mí no
basta”,
te dirán.
Si consideramos las cosas
de cerca, tiene el Papa
su nombre por lo que
hace:
todo cuanto los demás
tengan,
toma por su "propia
papa",
o si en el verbo francés,
apocopado lo quieres,
paie, paie, "paga., paga", dice su nombre,
"si conseguirlo
quieres".
La puerta pide, la
escritura
pide, la bula pide,
el Papa pide, el cardenal
pide también,
todos piden, y si dando,
a alguno solo no dieras,
todo en mar salado se
torna
para que
toda causa naufrague.
Das a
éstos, das a aquéllos,
dinero añades al que das,
y cuando suficiente has
dado
algo más sobre lo
suficiente quieren.
¡Ah!, ustedes, Bolsas
abultadas,
vengan a Roma,
que en Roma florece una
ciencia
para Bolsas atiborradas.
Cada uno saquea la bolsa
poco a poco:
a lo grande, a lo mayor,
a lo máximo,
van haciendo gradualmente
el saqueo.
¿Para qué ir diciendo lo
que cada uno está haciendo?
Juntémoslos sumariamente;
todos estrangulan la
bolsa
y al instante expira.
Pero la bolsa imita al
hígado de Prometeo;
huye su ser, para que
torne,
muere, para otra vez
nacer.
Y de este modo a los
cofres
Roma depreda,
para que una vez tomado
todo,
todo a llenarse vuelva.
Regresan a la Curia
mostrando en la cabeza
episcopales cuernos,
pero las profundidades
tiene Júpiter
y ahora el ciclo Plutón;
la dignidad alcanza
al animal más bruto,
como joya en el estiércol
o una pintura en el
cieno.
Los ricos a los ricos
dan,
para recibir al momento,
y muchas dádivas
entre sí mismos se
ofrecen.
Esta es la célebre ley
que esculpir hicieron:
"si tú me das.
yo te daré".
(31) Poema atribuido a
Gautier de Chatillon. Véase: nota 26.
POR AMOR DE SIÓN (32)
PROPTER SION NON
TACEBO
Por amor de Sión no callaré, (33)
la ruina de Roma he de
llorar
hasta que la justicia
entre nosotros se yerga
y como lámpara encendida
brille el justo en la
Iglesia.
Humillada en el lodo yace
la principal, sometida a
tributo; (34)
lo que se solía decir
de Roma: abandonada.
desolada y afligida, (35)
lo he experimentado en
hechos.
Vi la capital del mundo,
¡la vi!,
tan grande como el mar y
la profundidad
del estrecho voraz de
Sicilia;
allí, en ese otro mar
mundano,
allí donde Craso devora
del orbe
la plata y el oro.
Allí donde ladra la voraz
Escila
y Caribdis codiciosa es
más del oro
que de naves;
allí donde corren galeras
y los piratas combaten
(es decir. los
cardenales).
Sirenas y escollos hay en
este profundo
mar que a todo el mundo
con el naufragio amenaza;
rostros humanos por fuera
muestran,
pero en lo oculto del
pecho
un deforme demonio
acecha.
Toma conforme a la razón
y sin frivolidad
a ese otro mar por
Francón: (36)
ahí es donde en ese mar
hirviente
es imposible de sus aguas
salvar
al que sólo un óbolo
entregue.
Baten allí los vientos,
allí se hunden telas,
linos, púrpuras y
múrices;
allí el mundo es
deglutido,
o mejor, sepultado todo
en el estrecho de
Francón.
Francón de nadie se compadece,
a ningún sexo respeta;
a ninguna sangre perdona;
todos a él llevan
presentes
y hacia él ascienden
tribus, tribus de
Dios.(37)
Perros de Escila pueden
ser llamados
los enemigos de la
verdad,
los abogados de la curia,
que ladrando componen falsificaciones,
y hunden y a la vez
destrozan
las quillas del dinero.
Éste se considera
jurisconsulto,
aquél. legislador
verdadero,
citando a Gelasio;
y para ganar su causa
este otro promueve la
acción
de fijación de lindes.
Pero continuemos con el
asunto:
aquí Caribdis se
desenfrena,
esto es, la Cancillería:
nadie grato es ahí de
gratis,
ni recibe si no hubiera
dado
con la gracia de
Graciano.
El plomo que aquí se
moldea,
sobre el oro y lingotes
de plata domina;
la visión de la equidad
se sienta, lo atestigua
Zacarías,(38)
sobre la bula de plomo.
¿Quiénes son las Sirtes y
Sirenas?
Quien dulcemente con
suaves palabras
se atraen Bizancios:
ofrecen,
condescendientes, esperanza,
pero en la borrasca de su
mezquindad
quedan vacías las bolsas.
Con dulce canto nos
halagan
cual sirenas, y expresan
algo amable como esto:
"Hermano mío, te
conozco
y en verdad nada te pido,
puesto que eres de
Francia."
Bien nos acogió vuestro
país,
y nos recibió benigno
en el puerto del
concilio.
¡Eres de los nuestros, de
los nuestros!...
¿De quiénes? ¡De los
hijos elegidos
de esta sacrosanta sede!
"De los pecados
nosotros liberamos
y a los ya aliviados los
situamos
en la sede celestial.
Las leyes de Pedro
nosotros tenemos
para atar así a todos los
reyes
con cadena de
fierro."
Así hablan los
cardenales,
así suelen halagar al
principio
estos dioses carnales:
así inoculan su hiel de
dragón
y al último de su
exposición
hacen vomitar la bolsa.
Los cardenales, como
dije,
con nuevo derecho venden
del crucificado el
patrimonio:
Pedro afuera, Nerón por
dentro;
por dentro lobos, por
fuera cordero
verdadero entre ovejas.
Tales rigen la nave de
Pedro,
tales tienen sus llaves
y el poder de ligar y
desligar;
éstos nos enseñan, siendo
indoctos,
éstos nos enseñan, y es
la noche
la que a la noche trata
de enseñar la ciencia.
En la galera se asienta
una
fiera calamidad del
mundo,
que hasta camellos
devora;
con disfraz canopeo
devora todo como león
voraz, rugiente.
El príncipe de estos
piratas
puede llamarse Pilatos (39)
y entre insidias se
asienta;
de enorme vientre y
limpia piel,
es un gran monstruo sin
virtud alguna
para limpiarse sus
vicios.
No es este mar la diosa
Thetis, madre de Aquiles,
de quien tanto hemos
leído,
sino la madre de las
esterlinas,
la santa hermana de los
cofres,
la que todos llaman
Bolsa.
En tanto esté preñada, el
jefe de la nave
festeja con los piratas
y por amigos los toma;
pero si la Bolsa hinchada
no sigue,
surgen vientos, el mar se
encrespa
y las quillas se pierden.
Surgen entonces ante la
nave escollos,
y cuando todos privados
quedan
tanto de dinero como de
vestidos,
seguro podrá avanzar ya
el viajero,
desnudo y cantando
ante otros ladrones.
¿Quiénes son los
escollos? Los porteros,
que dejan, aunque más
feroces
que los tigres y las
fieras,
entrar al rico lleno de
dinero,
mientras que al pobre y
necesitado
de las puertas echan.
Pero lo que en verdad
quisiera escribir,
es que sólo dos puertos
ahí se encuentran,
sólo dos islas,
en las cuales pueden
anclar
y reparar sus daños
las quebrantadas naves.
Pedro de Pavía,
electo de Meaux, (40)
justamente puede llamarse
puerto;
cuando el mar alza sus
olas,
sólo él calma las aguas
y en sí mismo refugia.
Y un puerto mayor se
encuentra ahí,
fértil campo, huerto
florido,
bálsamo piadoso:
ese es el Alejandro mío;
(41)
mío, digo, y a quien dé
Dios
una morada en su Paraíso.
Él apoya a los letrados,
y a todos los abatidos
por los males,
si él pudiera,
levantaría;
verdadero siervo de Dios
sería
si al lado de Eliseo
no se corrompiera Giezi.(42)
Mas para que otra vez no
me ocurra
en este mar naufragar,
pondré fin a mis
palabras,
pues para continuar a
salvo
y no ahogarme más mi boca
pongo en custodia.
(32) Poema de Gautier de Chatillon. Véase nota 26.
(33) Se trata de la
versión latina del inicio del versículo de Isaías 62:1
(34) Véase Lamentaciones
1:l
(35) Véase Isaías 62:4.
(36) El nombre Francón
sirve aquí para encubrir un personaje real.
(37) Véase Salmos 121:4.
(38) Véase Zacarías
5:7-9.
(39) Este nombre sirve
también para encubrir a un personaje real.
(40) Fue electo en el año
de 1171.
(41) El papa Alejandro
III
(42) Véase nota 27.
"La poesía de los
Goliardos Carmina Burana"
Prólogo, selección,
traducción y notas de Montemayor, Carlos ed. SEP col. Cien del Mundo 1987 1a.
ed.
Gracias por el material.
ResponderEliminarEstá buenísimo.
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ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarGracias, José!
Soy un neófito en poesía, pero el descubrir el fondo de estos poemas después investigar sobre el contenido del Carmina Burana de Carl Orff ha despertado mi curiosidad sobre no solo los 24 poemas que Carl Orff uso, si no también por todos los 254 (?) poemas.
Podrías decirme si este libro es solo un compendio de todos los poemas?
Conoces algún libro que los contenga todos ya traducidos al español, físico o electrónico?
Gracias por tu ayuda y principalmente por publicar este material que ya es decir, ha sido de mucha ayuda para mi.
Gracias,
Joe
Gracias por la publicación, me ha ayudado a guiarme en mi traducciones de latín a español. Ha sido la única fuente donde pude revisar el poema completo.
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